Así como el título de este artículo, que viene a ser en términos criollos sinónimo de “CAGAOS”, están los representantes máximos de una parte de la ¡y que oposición! en Venezuela ante la ola de secuestros que terminan en asesinato de los secuestrados o de atentados contra periodistas y otros personajes de renombre en el ámbito económico, político o social. Hasta ahora el único sector de la población que ha sido respetado por quienes se dedican a la vil actividad del sicariato es el sector religioso, lo cual sin embargo no descarta que alguno de sus miembros pudiera resultar, más adelante, una víctima más.
¿Y por qué están “cagaos”? ¿Cuál es el miedo que empiezan a sentir los dizque dirigentes de la ¡y que oposición!? Ellos, que promovieron los sucesos del 11 de abril cuando llevaron al sacrificio a numerosos venezolanos; que luego promovieron el paro petrolero y las guarimbas, ahora están chorreados, ¿por qué?.
La respuesta es simple: en los sucesos antes mencionados, ellos llevaban la batuta y decidían cuales iban a ser las víctimas, en pos del único objetivo que tenían en mente: sacar a Chávez. Por supuesto que ellos nunca pensaron que podrían llegar a convertirse en víctimas potenciales, producto de su misma incapacidad para cumplir las órdenes de sus amos del norte, lo cual determinó que estos amos en vista de la ineptitud de sus cipayos para ya no sacar a Chávez, ni siquiera disminuir su aceptación popular decidieran prescindir de ellos y tomar las riendas de la conspiración.
Los hechos recientes demuestran que ahora la cosa sí como que va en serio. Ya se le salió de las manos a los dizque dirigentes de la ¡y que oposición! como el paro petrolero se le escapó de las manos a la “coordinadora fascista”. Ya ellos no saben quien será la próxima víctima. Tal vez por eso en estos días estén rasgándose las vestiduras ante los atroces crímenes que se han cometido y que han enlutado a honorables familias venezolanas, achacándole de paso la culpa a la ineficacia del Gobierno, pensando acaso que de esta manera puedan contener la ola de terror que ellos mismos desataron. Craso error, ya sus dueños tomaron las riendas y son ellos quienes escogerán sus víctimas, entre las cuales las mayores probabilidades de serlo la tienen las figuras más descollantes o que más hayan pescueceado vociferando contra el Gobierno desde la ¡y que oposición!, ya que según la lógica de los dueños mientras más se identifique la víctima con la ¡y que! más decaerá la aceptación del Presidente en el pueblo, ya que la culpa será imputada a su Rrrégimen .
Así pues, señores dizque dirigentes, tienen que estar “moscatel” todo el tiempo, por lo menos desde ahora hasta las elecciones presidenciales. No se les ocurra salir sin guardaespaldas ni mezclarse en marchas no digamos multitudinarias, que son incapaces de promover, sino hasta marchas marchitas. Lo mismo puede aplicarse a figuras del clero que se puedan identificar o no con alguna posición política: lo importante es el polvero que se pueda levantar. Aquellos polvos trajeron estos lodos.
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