Todos los venezolanos crecimos escuchando que Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, son cinco naciones hermanas. Y como hermanos hemos recibido a 5 millones seiscientos de colombianos en nuestra patria, al igual que hemos recibido a infinidad de extranjeros provenientes de diferentes partes del mundo. Como lo dijera Piedad Córdova refiriéndose a sus compatriotas colombianos, nuestros hermanos del mundo, han recibido los mismos beneficios que han tenido los venezolanos, educación, salud, vivienda etc. Como también han compartido con nosotros los altibajos que como país hemos tenido, y si hay algo que deben reconocer los colombianos radicados en Venezuela es que después de la llegada de Hugo Chávez al poder, su vida les cambio para mejor. Esos señores que hoy han salido a protestar por el cierre de la frontera en Táchira y aquel que le pidió perdón a Colombia por el cierre de la misma, eran los primeros que hace varios años atrás perseguían a los colombianos indocumentados, que eran la mayoría para deportarlos, después de haberlos maltratado a punta de peinilla, y que para legalizarse en el país los corruptos de las instituciones les cobraban grandes sumas de dinero y nunca lograban obtener sus documentos legales. Eso no es un cuento más, es una realidad que se vivió en este país en tiempos de la IV.
Ahora bien, de acuerdo a los medios nacionales e internacionales y con el apoyo de voceros internos y externos, Venezuela está sumida en la debacle, sin contar que tenemos un dictador en el gobierno. Tenemos una pobreza tan extraña que todo el mundo tiene para comprar, no sólo alimentos, un presidente dictador que permite la entrada y salida de ex presidentes extranjeros, que vengan a opinar y a mal poner a nuestro país, frente al mundo y ni hablar de los horrores que alcanzan a decir nuestros flamantes políticos de oposición. Dicen que tenemos un país en ruinas, pero que sigue cumpliendo con lo que Hugo Chávez planteó desde el comienzo de su gobierno, está cumpliendo con todas las misiones a pesar de los ataques que sufre día a día, quizás algunas no al 100% pero es que tampoco le ha tocado fácil a este gobierno Si hiciéramos un censo, nos daríamos cuenta que en la Misión Vivienda, existen gran cantidad de colombianos con casas asignadas, que el gobierno no les pregunto ni les propuso nada, solo era un ciudadano más con una necesidad y nuestro gobierno le respondió. No hay producción pero acabamos de descubrir o de confirmar, que no solo alimentamos a venezolanos y extranjeros dentro de nuestro país, sino que también somos los benefactores de los colombianos dentro de su propio territorio, obligándonos al sacrificio, porque no creo que ninguno de nosotros este de acuerdo conque sustraigan los alimentos que nuestro pueblo no puede obtener.
Es un cinismo decir que en Cúcuta se están viendo colas para echar gasolina después del cierre de la frontera, o que el gobierno de ese país diga que hay una crisis humanitaria ¡Por Dios! A nosotros la naturaleza nos ha dado golpes duros, cuando comienzan las lluvias y ni en esos momentos, se ha decretado una crisis humanitaria, porque en el año 99 cuando el deslave de Vargas que fue una catástrofe natural, el gobierno revolucionario respondió con altura.
Con el auge revolucionario el cambio de vida que dio Venezuela para sus habitantes, despertó la codicia de aquellos que vieron la oportunidad de enriquecerse ilícitamente de nuestros recursos, y también trajo consigo muchas colas que ponen en peligro este territorio, poniendo en práctica cosas aberrantes como el paramilitarismo. Nadie puede llamarnos anti colombianos y menos malos hermanos, porque como hermanos hemos respondido, como hermanos los hemos tratado sin diferencia, sin racismo, sin ideología. Pero lamentablemente pareciera que la hermandad solo la creemos nosotros, o es que estamos nuevamente en presencia de Caín y Abel.
