Puedo entender y ayudar que lo haga, quien no sabe; las revoluciones no se hacen jugando carrito. Puedo revolcarme en mis errores y encontrar debilidades donde los usurpadores encuentran pajaritos preñao. Darme cuenta que el liderazgo fue penetrado por la inmediatez, minimizando los esfuerzos necesarios para incentivar cualificación en las bases y al no encomtrarla, nos desesperamos por garantizar continuidad.
Puedo hasta justificar, que nos estemos autoflagelando, con una guerra economica importada por la oligarquía para debilitarnos y seamos por ignorancia (no brutalidad) nuestros propios verdugos.
Puedo reconstruir estos últimos 16 años que me ha tocado enfrentar tantas contradicciones y darme cuenta que en cada segundo, la oposición descompuesta y traidora, no ha descansado un sólo instante, saboteando el proyecto revolucionario.
Entre las cosas que calló, sin soltar la bandera de compromiso que cargo en ráfaga de amor PATRIO con el legado histórico; puedo seguir peleando con la incompetencia, que penetra los espacios donde planteamos las opciones para construir, lo que el aliento no alcanza para estirar; y la debilidad destruye la intenciones de formación revolucionaria, donde se supone se está construyendo, sin embargo, las ganas de continuar no terminan, con la presión que le ponen a mi constancia.
Puedo hasta pasar por alto que soy ateo y suplicar a Dios que interceda ante los creyentes que no quieren abocarsea al verdadero cristianismo para defender lo que no se hace sin conciencia politica activa.
Puedo hasta aceptar la exclusión que se le da a los LUCHADORES de siempre y entender la incompetencia infiltrada en revolución.
Lo que nunca podré justificar; es como "revolucionarios" que hasta hace poco se rasgaban las vestiduras, jactandose de su erudición, pueden estar dudando y dividiendo los caminos escogidos; tienen palabras que contradicen el accionar, poniendo en riesgo el proyecto; planteando pocisiones que sólo favorecen a la traidora oposición, que nunca ha querido bien para su país, menos ahora para esta PATRIA que estamos construyendo.
Se puede hasta entender que el Imperio ataque con la guerra económica, es su naturaleza y el arma que disponen; pero lo que no se entiende es que el PUEBLO se auto ataque con la misma arma del enemigo y sólo se justifica, porque el trabajo de formación no se hizo, no se ha hecho y no hay intenciones de hacerlo, por eso el riesgo está en la penetración permitida y en no saber si vamos a defendernos o entregar lo que tanto ha costado.
Tenemos que entender a pesar de los ataques de su última arma, que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.
