Fuimos antes de ustedes y seguiremos siendo después

Tenemos en esta amplia revolución todo tipo de espécimen: enemigos que antes eran contrarios a la idea, ahora despojados de vergüenza, veisten de rojo, tienen discurso donde no pueden esconder su posición; están incrustados en la revolución y los excecrados, que antes fueron torturados y perseguidos, quedaron fuera de la constitución, igual que estaban antes en la IV cuando no había llegado lo que costo tantas vidas; lo que quiere decir, que seguimos siendo clandestinos y lo peor es; que los que dicen ser, no son y como defensores de su anterior República, le dan poca importancia a la formación que necesitamos para sustentar el compromiso; no podemos seguir bailando en un tusero.


Digo esto, porque recuerdo que en los primeros años de este esfuerzo, CHÁVEZ planteaba la tercera vía como propuesta y la disciplina que traía de comunista, no me permitió aceptar lo que ya venía como fracaso de aquellos intentos en Europa. Después de un tiempo EL GIGANTE empezó a encontrar dirección en la propuesta; era más colectivo y me convenció el día que dijo; YO NO SOY YO, YO SOY UN PUEBLO.


Desde entonces empecé aceptar aquella individualidad que se convirtió en alguien como nosotros.


Sin embargo la diatriba siempre a formado parte de este andar. Hemos tenido joyas de todo tipo en nuestras filas; tengo memoria de elefante y como siempre no nombro a nadie, porque el problema no es la individualidad; pero en nuestro andar tenemos corruptos presos y fugados, el nepotismo se pasea libremente. Una muestra que las revoluciones se han desarrollado siempre en las contradicciones y en ellas se han agudizado.


Es bueno aceptar para recuerdo; que un día empezamos a dejar que la deformación ocupará espacios, más allá de los conocidos: La formación de valores que se le exigía a una juventud, en la cual me encontraba hace ya bastante tiempo, ahora es distinta; hoy la desidia es una norma y el facilísimo, pareciera es lo que debe practicar un militante para ser aceptado en la propuesta.


La falta de compromiso en el colectivo, produce desconfianza y miedo a perder lo poco que se tiene en las filas, por lo tanto no se exige formación y de la nada, lo que se puede esperar es nada; necesitamos reuniones y concentración con las bases, formación para sustentar lo que estamos construyendo y que hasta ahora no hemos podido, para definitivamente garantizar el sueño.


Aquí estoy en retrospectiva aceptando que soy un irreverente, pero la lealtad me hace saber que el camino es el que vamos andando, aún en contradicción y que esta revolución no tiene marcha atrás, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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