No somos una equivocación de Colón

La manipulación lingüística de la identidad

Parte Uno

DE LA BOCA DEL LOBO A LA BOCA DEL LOBO

…y creyó llegar a la India o a Cipango y llegó fue a la Abya-Yala, que después llamaron América-

"Yo me siento más indoamericano y afroamericano, que latinoamericano, iberoamericano y que hispanoamericano". Hugo Chávez, desde Brasil

 

Frente a toda huida que siempre termina agarrando el rábano por las hojas y haciéndonos perder un tiempo precioso en rodeos y manipulaciones lingüísticas, tenemos el deber de agarrar a tiempo el sartén por el mango. Basta ya de ese revolotear que implica una huida, un mariposear y sombreo de lo "ideológico mestizo" de nuestras identidades particulares para diluirlas en la nada, en la dislocalización y así, de nuestra misma identidad nacional y continental. Es la eterna infancia, la eterna huida de cada presente histórico, una clausura del pasado-presente para truncar toda posibilidad de vislumbrar un futuro acertado. Todos los pueblos, de una o de otra manera, son mestizos, con distintas intensidades y distintas caracterizaciones, pero a nosotros se nos construye un nuevo totem de la dominación, el "totem ideológico mestizo" de la dominación occidental: La cultura única mestiza como fascismo cultural. Nos quieren convertir en bichos raros, en injerto de morrocoy con guacharaca.

 

Todo lleva al mismo cuento de siempre: yo tengo de indio y de negro y de europeo, entonces "tengo de todo", "soy mestizo", luego "no soy", "no soy nada", ni sé de donde vengo: ni indio, ni afroamericano, ni indoamericano, simplemente soy un "venezolano a secas", sin derecho a ninguna identidad nativa en particular. Menos a sentirme indígena, que constituye el mayor pecado mortal. Pero entonces ¿los pueblos originarios, indodescendientes mestizos, los afrodescendientes mestizos ¿no son venezolanos?¿o son venezolanos para dejar de ser indios, indígenas o ya, afrovenezolanos? Y en el fondo, por arte de magia a lo Guillermo Morón: ¿sólo sobrevive lo español y sólo lo español y por tanto, sólo lo europeo? He aquí la trampa. Por eso es necesario profundizar. Los que no quieren profundizar en esto, nos recomiendan con cierto temor, que "seamos concretos"..que "vayamos al grano". Luego, "ir al grano", "ser operativo", vale decir, "muchacho de mandado" del dominador/ dominado que existe en nosotros, es huir de nuestros orígenes y particularmente de nuestros orígenes más remotos y presentes, los más originarios de este continente: los indígenas. Hay que inclinarse en el confesionario para confesar ese "pecado mortal". Luego, mandarlo de una vez al infierno. Ver ese pasado, es ver "hacia atrás" y convertirse como la mujer de Lot en "estatua de sal".

Trasladando el mismo asunto al otro continente. Preguntamos:

¿Es incompatible ser vasco, catalán, gallego, gitano, valenciano, hispano-árabe, hispano-judío y ser al mismo tiempo español? Aparentemente no… Pero… ¿Por qué es incompatible ser de los pueblos originarios de este continente y ser al mismo tiempo venezolano? ¿Es incompatible ser indodescendiente o afrodescendiente y ser venezolano, peruano, colombiano, boliviano o brasileiro al mismo tiempo? Ese es el detalle tramposo de la ideología mestiza. Y como respuesta a eso han surgido los Estados plurinacionales de Bolivia y Ecuador y el Estado multiétnico y pluricultural de vocación intercultural en la Constitución venezolana. Pero ello no se refleja todavía con nitidez en las políticas públicas y en las políticas culturales y educativas. Hay por delante un pesado fardón de medio milenio.

Entonces, para no profundizar en la discusión de nuestra identidad, siguen poniendo en duda todos nuestros orígenes bajo el cuento de nombres impuestos de pueblos, regiones o continentes. Se echa mano a cada rato de la equivocación de Colón, por ejemplo… de creer haber llegado a Las Indias. ¿Es acaso autóctono el nombre de Hispania o España? Es nombre que los fenicios daban a la península, que luego la bautizan los dominadores romanos ¿Existía España como unidad político-territorial antes de su llegada a la América o Abya Yala? Tampoco ¿Existía la Europa como unidad político-territorial? Tampoco.

Pero, se nos pasa factura, diciéndonos que América o Abya Yala encuentra su sentido de unidad a través de la invasión de los imperios español, portugués, inglés, francés, holandés. Cosa por demás falsa: todavía nos mantienen divididos y se oponen a nuestra integración continental, a nuestras independencias y a la autodeterminación de los pueblos, como lo hacen hoy en África y el Medio Oriente.

Puedes llamarte íbero o ibérico allá, después de haber pasado por esas tierras los fenicios, cartagineses, visigodos, los antiguos romanos, los árabes, los judíos, los gitanos? ¿Y si eso es posible allá, por qué aquí no podemos llamarnos con propiedad indios o indoamericanos?

¿Por qué también se pretende encubrir –y disolver- lo indoamericano y lo afroamericano en lo latinoamericano, lo iberoamericano y lo hispanoamericano? ¿Por qué ser hispanoamericano, iberoamericano y latinoamericano no niega –¡por ahora!- ser venezolano, peruano, colombiano, ecuatoriano?

En otro sentido ¿por qué se niega –o se ve sospechoso- señalar a Panamá como un país bolivariano, con una identidad bolivariana común a todos los demás países bolivarianos?

La razón es muy sencilla. Porque las potencias imperialistas y particularmente el imperialismo norteamericano, con su nueva Santa Alianza de la OTAN y su Doctrina Monroe, nos sigue negando la Independencia después de 200 años de las repúblicas y quinientos años de resistencia indígena. En otro orden de ideas, porque la llamada independencia de Panamá de Colombia propiciada por Estados Unidos era una farsa. Era una manera de convertirla en colonia yanqui para apoderarse del Canal. (3)

Esto se terminó de comprobar con la invasión norteamericana reciente a ese país, cuando ya Noriega no les servía para sus fines. Y como se comprueba hoy en Palestina, Irak, Libia, Siria y todo el Medio Oriente, de regreso al rancio colonialismo del siglo XVI.

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PARTE DOS

PARA LA CONSTRUCCIÓN PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA DE UN GLOSARIO DE INTERCULTURALIDAD

SAUL RIVAS-RIVAS

Varias veces hemos intentado abrir papeles de trabajo sobre glosarios de interculturalidad, en un proceso de construcción -con espíritu de incluir y participar-, a fin de evitar las recurrentes pérdidas de tiempo que nos desvían de nuestras discusiones fundamentales. No se trata de rehuir la discusión para ciertos conceptos claves. Pero no podemos continuar por más de 500 años discutiendo cómo es, ¿es "indio" o es "indígena"? (1). Y que no debe decirse "indio" porque es un nombre impuesto y parte de una equivocación de Colón al creer que había llegado a La India. Pero si uno revisa los nombres de otros pueblos y continentes, nos damos cuenta, que casi ninguno de los pueblos y continentes del planeta responden a nombres propios o autodenominaciones, sino que son producto en buena medida de denominaciones externas como fruto de errores históricos y geográficos, de actos de conquista, de asaltos y de imposiciones ideológicas y culturales. (2)

Veamos lo que recogen brevemente diccionarios y enciclopedias de uso corriente, pero que nunca nos detenemos a analizar, porque siempre nos mantienen fragmentado el conocimiento.

-Europa y europeo, no es un nombre propio de ese continente. Ese nombre se lo ponen los viajeros fenicios.

-Grecia o griegos, se lo ponen los dominadores romanos. Antes los hoy llamados griegos, eran los aqueos o helenos.

-Y el nombre de Roma ¿hay seguridad de que sea una genuina autodenominación? ¿O el de Italia? Cuyo plato típico nacional es el espagueti, de origen chino y la salsa de tomate, de origen indígena americano.

-África o africano no es un nombre propio de ese continente. Se lo ponen los griegos. Y de allí el nombre de afro, referido al pelo rizado por obra de una adaptación a la ecología. Asociado con espuma de mar.

-El nombre de Asia no es asiático. Es griego. Y si es originalmente asirio, con el tiempo los dominadores griegos le pusieron su sello. Y se lo apropiaron.

-El nombre de China?. Es la dinastía Ts`in, quien le dio el nombre originario al país: Zhongghuó (centro de la tierra). Luego, los árabes la llamaron Cin y los comerciantes venecianos Cina, deformando su nombre original, en castellano se traduce China o chino, para asombro de ese pueblo al enterarse de cómo los llamaban desde el exterior. De allí que Occidente de el nombre de sinólogos a sus especialistas en esa cultura. ¿Qué dirán los wayuu y la Chiquinquirá cuando los maracuchos los llaman "chinitos" y "La Chinita" a su patrona? Mientras que a la Guadalupe de México, la llaman "La Morenita"…. Yendo más lejos, se llama "chino" en sentido general a casi todos los asiáticos: chinos, vietnamitas, japoneses, coreanos y también por sus rasgos mongoloides a los indios americanos. Es la denominación de mayor extensión geográfica y etnocultural: el nombre genérico más extendido en el planeta para designar al mayor número de habitantes abarcando dos continentes. En Argentina, hasta a las mujeres de los gauchos las llaman "chinas", probablemente de la descomposición de un nombre quechua, emparentado luego con "chinas". Y chinas llaman a las mujeres de los gauchos o llaneros de Argentina, para identificarlas como indias y hasta como prostitutas en el mundo sub-urbano de Buenos Aires. Y a Mercedes Sosa que era india, la llamaban "la negra", para no ofenderla con eso de "india".

-El nombre de Rusia, es bastante dudoso que sea una autodenominación. Hay quienes lo suponen de origen persa entre otras tantas hipótesis. Y qué decir de la llamada "ensalada rusa" cuyo principal ingrediente es la papa americana. O de la vodka, cuyo origen se sitúa entre Polonia y Rusia y su principal ingrediente es la papa americana. Sin embargo, ciertos historiadores de la alimentación nos dicen que la nuestra es una "alimentación mestiza", olvidando el aporte descomunal del indio americano a la alimentación planetaria. El aporte agroalimentario más diverso y determinante de todo el globo.

-El nombre de Oceanía viene del griego okeanós, océano.

-El nombre de Australia, no es aborigen. Se usa ese nombre en los países de habla inglesa (sin las islas del Pacífico). Las islas del Pacífico que integran Oceanía, tienen casi todas nombres impuestos por los conquistadores y colonizadores.

-El nombre de Nueva Zelanda (New Zealand, en inglés. En cambio el nombre maorí, es Aotearoa.

 

(1) Indio, aborigen o nativo de América. Indígena americano. Nativo de las Indias Occidentales.

 

Indígena. Originario de cualquier país o de cualquier continente.

(2) Autodenominaciones (nombre propio de un país, de un pueblo o de una región o continente)

Exo-denominación (cómo lo llaman los demás, nombre impuesto por vía de conquista, equivocación histórica o geográfica, colonización y/o dominación cultural)

(3) La búsqueda bolivariana de la mayor suma de felicidad posible, la búsqueda de la mayor estabilidad política y de un nuevo equilibrio del universo puede encontrar conexiones profundas, no solo en la ilustración francesa, sino en lo que hoy se llama en las filosofías indígenas de Sudamérica LAS FILOSOFÍAS DEL BUEN VIVIR O VIVIR BIEN. Pero esto no es sólo un decir. Para que sea un Buen Vivir debe traducirse en políticas públicas, en políticas interculturales e inter-civilizatorias. En políticas de reconciliación con el universo, superando el actual sistema capitalista que lleva ya medio milenio de instauración y de antidesarrollo Sus antagonismos sociales, de clase, de género, étnicos y ambientales.

El Buen Vivir o Vivir Bien significa en la Filosofía India, aymara y quechua, vivir en armonía consigo mismo y con todo lo viviente, árboles, animales y con todos aquellos elementos naturales que sostienen la vida: agua, aire, tierra, fuego, éter. Esto significa pachacuti (el retorno del equilibrio). Vale decir, no privilegiar el fuego sobre los demás elementos. Hablan de que estamos en una era de grandes cambios, entrando en el décimo pachacuti.

Si decimos naturaleza y hombre, cultura y naturaleza, la "y" que atraviesa y separa una palabra de otra, rompiendo su relación de continuidad dentro de cambios y transformaciones casi que señala, que ya "no somos" parte de la naturaleza, de la Madre Tierra y del Cosmos. Pero de hecho lo somos y con esta visión hemos puesto en peligro el equilibrio del universo.

Hemos terminado creyendo que "la vida" sólo somos nosotros los humanos (y para colmo, los hombres), desconociendo a la Madre Tierra, vale decir reafirmando un antropologismo patriarcal que sigue acabando con el planeta, al margen de la fecundidad y de la vida como totalidad.



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Saúl Rivas Rivas


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