Seguimos cayendo en la trampa de la derecha por no acudir al ABC del derecho.
¡Por favor! Esa gente lo que está procurando es un sobreseimiento para cuatro (04) gatos que están presos, sometidos a juicio y condenados algunos.
¡Por lo que más quieran! Hay que meterse en la palabra, en el término, en el concepto, aunque suene grosero de mi parte, hay que leer a Foucault. Hay que desentrañar la palabra.
No es lo mismo el gato que se usa para levantar un camión, que la mascota mamífera, cuadrúpeda, ósea, perteneciente a la especie de los felinos. ¡Por favor! hay que decretar una emergencia nacional contra el uso ambiguo de las palabras y Crear la Misión Dialéctica y Dialógica, para adiestrar a los camaradas en el método de pensamiento propio de la izquierda, la dialéctica, para detectar si en la tesis o en la antítesis está la trampa, lo ambiguo de la palabra.
Las palabra amnistía tiene su origen de la palabra amnesia, significa olvido y fue creada por los romanos porque después de sus conquistas le quedaban guerrillas y entonces, no podían gobernar en paz, (desarrollar su proceso imperial civilizatorio), es decir, obtenían la conquista pero no podían disfrutarla y de paso los guerrilleros también se cansaban porque no podían vivir en paz y no podían derrotar al imperio, además, la gente le empezó a agarrar el gusto a ser ciudadano romano y así dijeron "vamos a olvidar todo y a vivir en paz"
Como pueden observar no había perdón, porque de hacerlo tenían que reconocer la punibilidad y dejar a un lado la pretensión de ´punibilidad o de castigo de las víctimas y eso no traía paz, al contrario, aumentaba la conmoción social.
¡Por la Virgen del Valle bendita! Qué tienen que estar metiendo en el argumento el bendito invento imperial-fascista-sionista de lesa humanidad. Si voy a olvidar=amnistiar que importa si el tipo se hurtó una gallina o si mató a 100 mil personas, ese no es el núcleo o tema a decidir del problema. Y aquí es donde el abogado, tiene que ser abogado.
En Introducción al derecho, en primer año de la carrera, más o menos en la quinta clase, antes de enseñarnos cómo debe ser construida una norma (supuesto de hecho y consecuencia jurídica) nos instruyen que una ley nace producto de la opinio iuris necesitatis, así me lo enseñaron a mí en la universidad: "No hay necesidad de crear una ley que castigue a las personas que caminen moviendo las manos, porque esa conducta no crea ningún problema en la sociedad" pero, si producto de un enfrentamiento (guerra, guerra de baja intensidad, conflicto armado de alta, media o baja intensidad, peligro de secesión o de exterminio de la población) que crea un ESTADO DE CONMOCION NACIONAL - dije nacional- no en la web, en los medios, en cuatro municipios, que impide la dinámica social, que atenta contra la estabilidad de la sociedad y del Estado, que atenta contra la integridad territorial y genera anarquía, surge primeramente en el pueblo y después se normativiza a través de los políticos que representan al pueblo en la Asamblea Nacional la OPINIO IURIS NECESITATIS y allí si procede la ley de amnistía o de olvido -reitero para poder vivir en paz.
Así las cosas, ¿qué tiene que hacer el abogado revolucionario? Verificar si existe la opinio iuris necesitatis; verificar la primera tesis; verificar si hay paz o no. Si hay paz reconocida por la derecha, por Almagro y por Macri ¡no se habla más de amnistía! se empieza a hablar de sobreseimiento, indulto, justicia o injusticia. Pero el examen racional objetivo y material no culmina allí. Resulta necesario hacer un ejercicio de ponderación, esto es, colocar en el fiel de la balanza sí la fulana amnistía pone en peligro la constitución o no; y después, acto seguido, volver a colocar en el fiel de la balanza que derechos tienen mayor importancia para la sociedad, por una parte el derecho de las víctimas a que se haga justicia o el derecho del Estado a sobrevivir y el derecho de la sociedad a vivir en paz, porque se corre el peligro potencial que al negársele sobre una premisa falta el derecho de justicia a las víctimas se genere un estado de conmoción, lo que se traduce en "que el remedio puede ser peor que la enfermedad".
Abundo además en lo siguiente: El solicitar en la Venezuela democrática y en paz reconocida por Almagro y Macri-minal una amnistía sobre la tesis (que debe demostrarse) de que la misma va a producir la paz y recuperar la democracia, es lo que se conoce en la técnica de la argumentación como: Entimema o Falacia de Negar el Antecedente, esto es, obviar, ignorar conscientemente una premisa por considerarla obvia o innecesaria de probarse para darle a un razonamiento falso y engañoso con apariencia de verdad. Así que, los abogados y abogadas del Estado democrático y social, de derecho y de justicia cuando la derecha solicite una amnesia para los determinadores de homicidio en masa y los descuartizadores de seres humanos: respondámosle con la enseñanza de los buenos profesores Atienza y Perdomo Márquez: ¡No me venga con entimemas! ¡Espere la justicia o use el argumento Ad Misericordiam!
En conclusión, primero se determina si existe el supuesto o la opinio iuris necesitatis para que se configure la amnistía y luego se verifican los requisitos establecidos por el constituyente o el legislador tal como que no se hayan cometidos delitos de lesa humanidad, porque si no, caemos en la trama mediática de la derecha internacional.
Insisto, si afirmamos que, no se debe dar la amnistía porque los delitos son de lesa humanidad, estamos reconociendo que están dadas las condiciones objetivas para la amnistía y entra en acción la operación de neuropolítica de la derecha internacional y traslada o direcciona la discusión a acreditar que el líder del neofascismo en Venezuela no cometió delito y que Pérez Venta no descuartizó a su víctima y por tal motivo Nicolás Maduro viola sus derechos humanos y se crea peligro de conmoción lo que hace procedente la declaratoria de Estado fallido.
