Desde 1970 hacia fines de los años noventa del siglo XX, se realizaron muchas investigaciones sobre el sistema educativo venezolano y era unánime; la conclusión sobre la pésima calidad de la educación Venezolana. Muchos libros publicados sobre el tema. Debemos recordar; el famoso informe preparado por lA Comisión Presidencial para el Estudio del Proyecto Educativo Nacional (COPEN), en la que estuvieron (entre otros) Arturo Uslar Pietri y Luis Beltrán Prieto Figueroa.
Ese informe fue enfático sobre lo mal que estaba la educación en Venezuela. En ese informe se plasmaron situaciones como esta:
"Los alumnos por falta de estímulos a sus facultades intelectuales y a sus capacidades lingüísticas y comunicativas tienen dificultades para entender, para explicar, para leer y para comprender. Hay una tendencia a privarlos del aprendizaje y uso de un lenguaje lógico y adecuado que les permita formular y transmitir sus aprendizajes"
La educación en Venezuela pudo estar muy mal, pero esa percepción es muy relativa. Puedo decir, considerando todo lo que hemos vivido desde 1998 hasta hoy, incluyendo por supuesto, cómo Ramos Allup descargó recientemente su arrechera contra una imagen de Simón Bolívar, que esa educación no fue de tan mala calidad. Fue realmente efectiva. No importa mucho que para esos años; los niños y niñas que podían estar en una escuela no tuvieran las capacidades lingüísticas y problemas para leer. Ese era el punto u objetivo y se evalúa un proceso en función de lo que se quería. Aunque se sentía la preocupación porque los alumnos y alumnas no tenían la herramientas para leer, eso era parte de lo que en ese momento se denominaba el curriculum oculto.
La Profesora Lourdes Sánchez de la UCV realizó una investigación en la cual se concluyó que los propios maestros y maestras tenían limitaciones para realizar una lectura comprensiva.
¿A qué viene esta historia?
Viene porque he visto o sentido el malestar que produjo Ramos Allup con su descargue de arrechera contra una imagen de Simón Bolívar. Si esto hubiese sido un acto personalísimo de de Ramos Allup, justificaría mucho el juntar voluntades para salirle enérgicamente a este irrespetuoso acto contra el valor o referencia humana, ética y política más trascendente que tenemos los venezolanos y venezolanas. Claro, justifico y me solidarizo con todos los pronunciamientos que se han ofrecido para cuestionar tan miserable conducta.
El problema (lamentablemente) es que esta arrechera que Ramos Allup descargó contra una imagen de Simón Bolívar, no es un acto o conducta personal. Es una "iniciativa" que seguramente aplauden más de cinco millones de venezolanos y venezolanas y tengan la absoluta seguridad, que el 99% de esos 5 millones que tienen títulos universitarios están muy contentos con ese "descargue de arrechera" de Ramos Allup.
No he intentado ni lo voy a intentar, plantearme la posibilidad de conocer, si la Academia de la Historia de Venezuela ha mostrado una preocupación por esta "descarga de arrechera" de Ramos Allup hacia una imagen de Simón Bolívar. Es posible que eso haya sucedido. Pero el problema realmente crítico, es que hay más o menos cinco millones de venezolanos apostando muy bien por ese "descargue de arrechera" de Ramos Allup y dentro de ese universo de personas, seguro que hay muchos historiadores, PHD en Historia, periodistas, ingenieros, profesores, profesoras. Ese si es un problema, que también ha sido investigado en Venezuela y que lamentablemente está intacto.
Cada venezolano y venezolana, tiene el derecho de ser adeco, copeyano, chavista, masista, "justiciero" y de cualquier partido que exista, pero Simón Bolívar, es como lo que nos hace sentir y llenar nuestra identidad. Tal vez, muchos de estos cinco millones de venezolanos y venezolanas sientan más una hayaca, que el ideario y los valores que se concentran en Bolívar.