Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
Orson Welles, con su célebre programa de radio "La guerra de los mundos" demostró en la práctica, allá por 1938, que la información en la sociedad había adquirido dimensión de masas y penetraba la psiquis colectiva. La política, era inevitable, se sumó a la nueva realidad y haciendo uso de los medios masivos cambió la forma y contenido de su discurso. Presidentes fueron oídos por el pueblo, la oposición llegó a los confines, la información tumbó gobiernos y también los atornilló, se conocieron verdades y se creyeron mentiras, todo en gran volumen, el rumor perdió terreno, fue sustituido por eso que llaman redes sociales, y deberían llamar redes de individuales, de fragmentación.
No vamos a discutir aquí si fue provechoso o no el uso de los medios masivos por la política, lloverán argumentos de lado y lado, limitémonos a aceptar que la unión de medios y gobernantes tiene gran impacto sobre la sociedad.
Sentado esto, hablemos de los efectos de la recién creada comisión de economía gobierno-fedecámaras sobre el corazón de la gran masa chavista.
Lo primero que debemos precisar es que en su composición, con algunos parches, es una copia de fedecámaras. Allí están asociaciones representantes de los empresarios de casi todas las áreas, desde el petróleo, con una franquicia de las grandes transnacionales; fedeagro, el plástico, exportadores; también están los representantes del gobierno, un ministro y el vicepresidente; y en un rinconcito por allá los representantes de los trabajadores, las Comunas, que no pueden ocultar su papel de relleno. El acto para instalar esta comisión fue por televisión y en cadena, lo vio todo el mundo, hasta el gato; esa noche, la tristeza y la confusión se podían cortar con un cuchillo.
Este organismo, una especie de supergabinete, o gabinete paralelo, es el encargado de dar rumbo a la economía. En otras palabras: el gobierno muestra a estos señores empresarios como los salvadores de la crisis que vivimos.
Ahora bien, si a la masa le dijimos y aún le decimos que padecemos una guerra económica por la acción de los capitalistas, ¿de qué tamaño será la confusión cuando ve a esos capitalistas en la comisión? ¿De qué altura será el desengaño, cuando los argumentos, o mejor, las excusas para hacerlo, son las bondades de la diversidad; cuando este gobierno, que no acepta ni la diversidad dentro de la Revolución, viene a hablar de diversidad abriéndoles la puerta a los capitalistas? ¿Hasta dónde alcanzará el escepticismo cuando se ve a un gobierno heredero de Chávez mentir de esta manera? ¿Qué profundidad tendrá la tristeza que embarga a la masa chavista, cuándo se convertirá en rabia, en voto nulo, en voto en contra?
¿De qué tamaño será la confusión cuando las radios y televisiones nuestras se cansan de poner videos y audios de Chávez hablando contra el pacto con la burguesía, y ahora en nombre de la diversidad se quiere justificar esta entrega?
Otra excusa es la de elevar la producción de riqueza. Después de años diciendo que el capitalismo es malo, que es la peste, que produce para el enriquecimiento de los capitalistas y la miseria de los desposeídos; después de años hablando de que el Socialismo es la alternativa al capitalismo, vienen estos ministros saltarines a decirnos que la riqueza capitalista favorece a los pobres de la tierra, que es la marcha hacia el Socialismo. De esta manera, el Plan de la Patria que Chávez dejó como parte fundamental de su testamento intelectual fue primero falsificado y luego tirado al Güaire; o serán tan cínicos que lo seguirán mostrando.
El gobierno en su debilidad escogió la peor de las rutas, la alianza con los capitalistas, la conducta clientelar. Considerar al humano como estómago y no como corazón nos valió la derrota de diciembre 6. Ahora el gobierno no sólo tomó este camino, sino que se entregó al capitalismo.
Hay esperanzas de revertir todo esto, siempre. Recordemos que la lucha de clases está presente en todos los rincones de la sociedad y en todos los tiempos. Siendo así, el chavismo siempre será una posibilidad.
