Mary Pili Hernández, en el programa-podcast "Un par de calvos" de Vladimir y Carvajalino, destacaba la falta de liderazgo en la oposición, y pronosticaba el fracaso en futuras contiendas electorales. La afirmación merece reflexión.
Coincidimos con Mary Pili, en la oposición hay escasez de liderazgo, carencia que padece también el gobierno. Podíamos extender el comentario y decir que el liderazgo es precedido por la ideología, entonces, concluir, aquí lo que hay es una carencia de ideología, de estrategia, de proyecto. El gobierno no lo tiene, renegó de su pensamiento de origen, del chavismo, ahora va flotando en la balsa del oportunismo; y la oposición gringa tiene ideología, el capitalismo, pero se avergüenza de ella, la esconde.
En este vacío de ideología, que genera una carencia de líderes, surge la tendencia fascista, la fuerza, el atropello en su versión más bárbara. Es evidente que caminamos aceleradamente hacia la consolidación del fascismo, las señales están a la vista. El fascismo-madurismo no acepta liderazgos alternativos, sólo el jefe mayor, quien le haga sombra sufre las consecuencias; desde la cuna, ese posible liderazgo es aplastado, empujado al exilio, a la cárcel; la censura lo borra de los medios de comunicación. En Venezuela el fenómeno se manifiesta con claridad, maduro vampiriza a su entorno.
El fascismo-madurismo no acepta más ley que la impuesta por ellos a su conveniencia, no hay tribunales autónomos, no hay constitución que lo limite, todo es arrasado por la voluntad de la cúpula, la represión es ley, la tortura argumento, la violación de los derechos humanos es norma.
El fascismo necesita un enemigo, un culpable, y precisa de un rebaño que secunde al jefe sin chistar, sin dudar. El enemigo de hoy, y aunque parezca paradójico, es el gobierno anterior, Chávez, encarnado en Ramírez, ya la gente se da cuenta, atacan a Ramírez para atacar a Chávez.
El gobierno, arrinconado por su errática política económica, por la destrucción del tejido social y espiritual que soportaba al chavismo, ahora usa como salvavidas las elecciones burguesas, con ellas piensa neutralizar la profunda crisis que padece la sociedad, confinar la lucha por el poder a un evento donde el gobierno impone sus reglas. Ellos certifican a su conveniencia a los candidatos, desechan a los incómodos, confinan la contienda a las ideas permitidas, esto es, a las que orbiten alrededor del capitalismo. Los socialistas, los chavistas auténticos, son excluidos de mil maneras. Así, con las elecciones burguesas, anula otras formas de alcanzar el poder, garantizan la permanencia del sistema capitalista.
La crisis profunda y general que sufrimos no se resolverá con estas elecciones, la crisis requiere medidas drásticas, una conmoción que remueva los cimientos mismos de la sociedad, su espiritualidad, su economía, su organización. Que rescate la pasión de pertenecer a este país, que dote al venezolano de razones sagradas por las cuales luchar, que le dé un sentido a la vida más allá de la sobrevivencia. En esta crisis profunda, tienen la palabra, la posibilidad de actuar, los que propongan rupturas con el camino del gobierno madurista y su comparsa, la derecha gringa, ellos serán los líderes necesarios.
¡VOLVER A CHÁVEZ!