Unidad revolucionaria para voltear la tortilla

La hora que vive la patria no es para recular, ni pensar en retóricas y confrontaciones estériles, sino el momento de dar un paso al frente y revivir la unidad revolucionaria, que nos permita revertir esta terrible situación que de no frenarla podría desembocar en episodios no deseados, porque solo sembrarían dolor y odios, sobre los que los politiqueros de oficio edificarían su andamiaje para continuar como dijera el inolvidable cantor de la revolución cubana, Carlos Puebla, "jugando a la democracia y el pueblo que en su desgracia se acabara de morir".

La situación de desesperanza, con el hambre que paulatinamente, está tocando la puerta en los hogares venezolanos, la ausencia de una verdad meridiana y alternativas para salir, es sumamente peligrosa. El discurso de la guerra económica, de la burguesía y el imperialismo, que si bien es cierto son responsables en buena parte de nuestra desgracia, ya no cala en el pueblo. Hay que recurrir a la verdad y explicarla, por muy dura y descarnada que sea. Una verdad, dolorosa es más alentadora que una mentira piadosa, porque la primera nos da arrestos para buscar salidas y vencer dificultades, mientras que la segunda genera cicatrices y engendra rabia e indignación que desemboca en odio y esa no es la idea. Esto último sería el abono para el golpe de estado que sigue en marcha y cuya vocería la tiene el presidente del parlamento nacional.

Por no decir la verdad de los errores que hemos cometido, el pueblo nos dio esa zarandeada el 6D, inmolándose en la urnas, para llevar al parlamento a una mayoría de verdugos de la patria. Lo que es peor una elevada suma de delincuentes, que son responsables del golpe de estado de abril de 2002 y de la matanza de Puente Llaguno y en las calles caraqueñas durante aquellas aciagas horas de los días 11, 12 y |13 de abril, cuando el fascismo tuvo en sus manos el poder político. Como si fuera poco a estos sujetos les acompañan en el parlamento quienes lideraron las quemas de universidades, de preescolares llenos de niños, de unidades de transporte llenas de usuarios, que ni siquiera respetaron la vida de los árboles que daban sombra y ornamento a calles y avenidas en nuestras ciudades. Que colocaron guayas, para que se degollaran los motorizados inocentes que intentaban transitar las vías ocupadas por los vándalos. Que llenaban de aceite automotor las avenidas y autopistas para provocar accidentes mortales, para gozo de sus criminales instintos. Que apostaron francotiradores, para que cazaran a nuestros servidores públicos y a ciudadanos colaboradores, cuando se disponían a despejar las barricadas colocadas por estos ahora "honorables diputados" y sus cómplices, durante las guarimbas, que convocaron el 23 de enero de 2014 bajo el lema de "La Salida" y que mantuvieron hasta mediados de abril de ese año.

Mientras estos ciudadanos que debieron ser imputados y sometidos a juicio por criminales, gozan de inmunidad parlamentaria, para despecho de familiares y amigos de las víctimas, que mantienen un impenitente peregrinar en busca de justicia, con pruebas y verdades, el Ministerio Público le acaba de otorgar una medida cautelar a la señora Lilian Tintori, contra el jefe del penal de Ramo Verde, gracias a una cobarde calumnia y conspiración urdida por su esposo preso en ese recinto y a la desvergüenza de ella, que se presta a las manipulaciones de este cobarde criminal, que no acaba de asumir su responsabilidad, por los 43 venezolanos que fueron asesinados por su locura, expresada en "La Salida", que lo llevó a creerse predestinado para reinar en Venezuela.

Igualmente la otra persona responsable de esos crímenes, porque acompañó al hoy reo de la justicia, en su estulticia, anda libre y como líder de una nueva fachada del crimen denominada: "Vente Venezuela", burlándose del dolor de sus víctimas.

Otros que andan penando por justicia para sus seres queridos, son los que perdieron a sus familiares, cuando Henrique Capriles Radonsky, llamó a sus seguidores en octubre de 2013, a salir a la calle a "Drenara esa arrechera". Fueron 13 las víctimas, entre ellas dos jóvenes, una de 13 años y un varón de 14. El responsable de esos crímenes, para arrechera de los familiares de las víctimas sigue como gobernador de Miranda, riéndose del dolor de ellos y desafiando al gobierno.

Estos casos y la mala gerencia del sistema rentista petrolero, que no se quería reconocer hasta que nos explotó en la cara colocándonos en una dolorosa encrucijada, que puede generar episodios jamás deseados por nadie, son errores que hemos cometido como revolucionarios y que el pueblo nos ha cobrado, desgraciadamente colocándose la soga al cuello al votar a sus mas conspicuos enemigos, que el 6D lo pusieron a caer por inocente, prometiéndole que esa era la última cola, porque ellos iban a solucionar ese mismo día, el problema de la escasez, especulación y acaparamiento. Sin embargo para dolor de quienes les dieron el voto, las colas continúan y ahora con mayor profundidad y sus representantes en la Asamblea Nacional, bloqueando los intentos del gobierno, por alcanzar un salvavidas que nos saque de la arena movediza en que nos hundimos poco a poco. Una arena, que es la misma que nos tocó los días 11,12 y 13 de abril de 2002, con los mismos actores, solo falta Pedro Carmona Estanga.

Ante esta realidad tenemos que reflexionar y aplicar todos los poderes creadores, para acelerar la recuperación del aparato productivo, con la participación de todos, conuqueros, finqueros, albañiles, zapateros, artesanos, intelectuales, pequeños y medianos empresarios, amas de casa, obreros y, todo venezolano honesto que se interese por el país, para conformar una gran alianza patriótica, no para desbancar las reservas a través del robo de los dólares con empresas de maletín, sino para ofrecer al estado una alternativa no petrolera, estable y permanente, como tenía que haberse hecho desde 1958 a la fecha, con los inmensos recursos que nos dejó la bonanza petrolera, pero que no fueron utilizados debidamente y muchos fueron a parar a bolsillos particulares.

La lección que nos está dando la historia, nos sirve para aprender, que solo unidos, sin caporales ni vacas sagradas a quienes rendirles pleitesía y lealtad automática podemos salvar a nuestra patria, es hora de poner en práctica aquellos principios del guerrillero heroico Ernesto Guevara de la Serna, El Ché, cuando proclamaba que en la construcción de la revolución es necesaria la irreverencia en la discusión y la lealtad en la acción·

Solo la unidad revolucionaria mediante la discusión abierta y transparente que nos lleve a la verdad de lo ocurrido para no repetir errores, deslastrados de falsos patrioterismos, libres de la mordaza que si decimos la verdad le damos armas al enemigo, o que si criticamos por perversas o desviadas las ejecutorias de algún gobernante somos contrarrevolucionarios, nos puede ofrecer luz al final del túnel. Peor contra revolucionario, es aquel complaciente y genuflexo que por ganar favores no se atreve a decir la verdad. Si la verdad produce escándalo, que se produzca el escándalo, pero que la verdad sea dicha.

El momento que vivimos es el momento de la revolución y de los revolucionarios, no del oportunismo y el revisionismo. Vamos a desnudar la verdad, para ofrecerla al pueblo chavista y a recuperar la confianza y la conciencia de clase. Fortalezcamos la unidad revolucionaria para voltear la tortilla.

 



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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