El delirante mundo de una decadencia que no tiene freno. El caso de la empresita anónima militar

Según esta información corroborada por Gaceta Oficial, nuestros militares socialistas, chavistas, bolivarianos, me imagino que con una pistola en la frente a Nicolás, o si no sencillamente lo tumban (o no alguna cuota del negocio quedó también para él, vaya a saber en esta tragi-comedia), en estos últimos días se han dado el lujo de tomar en su poder elementos centrales de nuestra economía petrolera, gasífera, minera, a través de la constitución de una empresa privada, adscrita al Ministerio de Defensa, que sin rendirle cuentas a nadie, puede intervenir directamente en todo el proceso productivo, distributivo y de comercialización de la misma.

Situaciones como los trescientos mil dólares de Merentes en su cuarto y luego en manos de una carajita amiga de “su amor”, pueden interpretarse como la consecuencia de las consecuencias de una absoluta cultura de impunidad y desverguenza, donde Merentes aún puede ser un “héroe de la patria”. Pero eso es parte del sistema interno de la impunidad misma, donde ella ya no es tal sólo dentro de los hilos escondidos del poder sino abiertamente, de manera pública y demostrada, sin que haya un solo ciudadano de los treinta millones que somos que se decida a una demanda abierta por semejante exabrupto en la vida personal, mediada por la apropiación de este dineral que seguro no es más que una propina para lo que este individuo se ha robado. Es decir, día y noche cada uno de los ciudadanos de la “patria” colaboramos con esta impunidad.

Ahora el caso es muy distinto, no se trata de impunidad y desvergüenza de un individuo clave en la estructura de Estado, es un golpe interno dentro del gobierno “bolivariano” donde un grupete de militares que serán los que tomen las riendas de esta “Compañía Anónima”, de buenas a primeras se le regala la posibilidad de intervenir como capitalistas y ya en el juego de la apropiación directa de la renta del subsuelo nacional. ¿Como se llama esto?.

Es obviamente un golpe de palacio, no dirigido a cambiar la fachada del poder, ni tontos que fueran , sino a tomar lo que supone ser poder de Estado en este país, es decir, aquel que tiene en su dominio la renta capitalista del subsuelo fundamentalmente. Militares pragmáticos  totalmente desinteresados en hacer de su poder armado una vía de “salvación nacional”, típico del salvacionismo anticomunista golpista, van al grano del asunto y forzando un decreto de gobierno se toman el derecho de entrar abiertamente dentro del dominio total de la renta nacional. Se legitima con la total desvergüenza algo que ya venía sucediendo por los hechos dentro de la corrupción militar, a través de un decreto de gobierno completamente inconstitucional, ya que toda esa renta es la base material soberana de todos los individuos de esta patria, y ninguna corporación de Estado puede mediante una empresa anónima y privada tomar en sus manos el dominio de esa riqueza.

Seguramente a Nicolás y estos militares les gusto mucho el modelo saudí donde, aún existiendo Estado, la riqueza petrolera le pertenece exclusivamente a una familia. Y en efecto acaban de abrir los caminos para la “saudización” militarizada de nuestra nación, el dominio no sería familiar sino corporativo, “por ahora”. Esto es algo absolutamente inimaginable, esto salta cualquier comprensión humilde o altamente cualificada del actual contexto decadente que vivimos.

Es algo que va mucho mas allá de lo que pasa con las medicinas donde se han perdido cientos de miles de ellas en conteiners perdidos en los puertos porque sencillamente, la matraca entre el Seniat y la Guardia Nacional dentro de las aduanas, a distribuidores y las propias instituciones de Estado ahora son en dólares, cosa que muchos no tienen, o no lo suficiente y allí están las medicinas pudriéndose, y miles muriendo en consecuencia. Esta es digamos la corrupción en su dimensión asesina puntual, cosa a la cual hemos llegado, pero este paso las supera a todas, dentro del insólito universo de la mas absoluta inmoralidad y rebatiña bárbara de los últimas lochas de la renta de la nación.

¿Qué va a pasar si seguimos callados estos treinta millones de almas en necesidad y pánico a las puertas?. Pues que vendrá la próxima etapa de todo esto, seguramente con mucho apoyo en grandes sectores populares, porque así de triste es la historia cuando de repente aparece el amo fuerte y despiadado, un movimiento fascista que se va a convertir en las próximas semanas y meses en un golpe fascista exitoso para la “salvación nacional”. Si el movimiento popular y ciudadano no actúa, sacando esta jaula de gansters de donde están y negociando su presencia dentro de una fase compleja para restablecer una ética común y un programa que rescate los grandes anhelos democráticos y justicieros que prendieron en este país hace no menos de treinta años, el gorila lo vamos a tener encima…guerra advertida no mata soldados, ya mas nada se puede escribir y argumentar, hay que actuar mucho mas allá de chavismo e identidades desgastadas en esta decadencia, es como siempre la hora de todos y todas.

 



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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