Fue en la cátedra de Geografía Económica, de mi ilustre y querida Universidad de los Andes, en la ciudad de Mérida, que le hoy decir a mi profesor que la exportaciones por lo general vienen dada por excedentes de producción en algunas áreas especificas, y que se daban otras, en casos de rubros con líneas de producción especiales de carácter estratégicos, a raíz de negocios bilaterales o con algunas trasnacionales.
Nuestra oportunidad de dejar el rentismo petrolero a un lado apareció gracias a los esfuerzos y negociaciones encaminadas y concretadas por el presidente Hugo Chávez, tuvimos la oportunidad en momentos de liderizar y ser miembros permanentes del Mercosur y otras instancias internacionales del bloque suramericano y caribeño.
Fue el momento oportuno de diseñar un plan de modernización de nuestro parque industrial y darle el mejor de los usos a centenares de hectáreas con vocación agrícola, que permitiera edificar y consolidar una solidad plataforma productiva, capaz de dar respuesta a las necesidades del mercado interno e iniciar una fase de exportaciones en el marco de los convenios, acuerdos y otras figuras suscritas por Venezuela en la región. Creo que la configuración y operacionalización de esta idea fue lo que el presidente Chávez definió como la Venezuela Potencia.
Hubo ceguera y sordera colectiva en muchos responsables de gobierno en materializar esta idea. El demonio del pensamiento les abrió esta interrogante ¿Para qué cumplir o soñar al lado del pensamiento de la Venezuela Potencia con Chávez?, ese mismo negocio les dio las respuesta, ¡el negocio está en las importaciones que garantizan muchos verdes de recompensa! y fue este, me imagino el análisis que reino. Y que fue de gran atracción para muchos que aun siguen en la administración pública nacional socialista.
Es preciso direccionar los esfuerzos dentro de la lógica productiva e identificar estrategias que apuntalen un ejercicio efectivo en término de eficiencia y eficacia, capaz de invertir el proceso de adquisición de la divisa extranjera, a través de la exportación no petrolera buscando integrar en este ensayo al sector privado, bajo la obtención de una ganancia justa que facilite la sostenibilidad y reposición tecnológica asociada a la producción.
Iniciar este proceso sin identificar la irresponsabilidad de tantos actores que hicieron caso omiso a las orientaciones de Chávez y tratar de hacer ante esa conducta apátrida la práctica que tubo Carlos Andrés Pérez de Borrón y Cuenta Nueva, no es una aptitud de un verdadero Socialista, como tampoco cabe aquella reflexión bíblica de poner la otra mejilla. Purifiquemos la gerencia socialista con disciplina, rectitud y valores. Evitemos a toda costa la impunidad, resurjamos la moral socialista como resurge el Ave Fenix. Castiguemos la traición a la Venezuela Bolivariana recuperando lo defalcado.
Somos llama ardiente de transformación para un pueblo, iniciemos una verdadera transformación productiva del país, deslastrándonos de los carroñeros de nuestra economía, de esos, que están fueras del pensamiento socialista y de los otros muchos que dicen y están con la corriente progresista humanitaria y cristiana del socialismo.
Joselino.serrano@gmail.com