Hay detalles o situaciones en el proceso, que pueden parecen muy insignificantes, pero analizándolas, es posible verle su sentido o una carga muy especial, que a lo mejor (muy directamente) reproducen un "modelo" sobre cómo ha venido siendo la revolución.
Yo observo con cierta preocupación, una práctica (¿revolucionaria?), cuya lógica es muy contraria a lo que uno pudiera entender políticamente como movilización.
Hay detalles de esta práctica que presento para ver si tienen correspondencia con lo que no debe ser. Yo vengo observando a escala de la zona metropolitana de Anzoátegui por ejemplo (Barcelona, Puerto la Cruz, Guanta y Lechería) que el sitio donde se concentra la revolución es la plaza Bolívar de Barcelona. Ahí la revolución se encuentra para dos propósitos. 1) Conmemorar alguna fecha patria y 2) Apoyar alguna decisión del gobierno, oyendo.
Jamás hemos ido a darnos un apoyo nosotros. Muy pocas veces discutimos ahí nuestras percepciones. Ahí, creo, que no se oyen las letras de las canciones de Alí, que siempre estan a todo volumen, como para no oírla. Suenan como música de fondo, pero creo que la percibimos como un ruido.
Ahí nos domesticamos, curiosamente hasta oyendo de fondo al cantor de pueblo Alí Primera, entonando: "Canción mansa para un pueblo bravo". No nos percatamos de esa letra aunque se oye muy frecuentemente como ambientando el escenario. Muchas veces está de fondo Alí con su verso: "Al chivo manso siempre lo arrean". Y estamos ahí, desconectados de ese verso con gran sentido.
La militancia va al sitio que selecciona la dirigencia a oír lo que la dirigencia previamente ha decidido que uno escuche. Es muy cómodo y simpático irse a una plaza pública o alguna instalación cerrada. Ahí nos esperan y ahí nos dicen lo que ya alguno o alguna decidió que deberíamos oír.
Generalmente se va a oír. Por lo menos en los que yo he estado, lo que predomina es oír. No califico ahora, si la palabra es orientadora, movilizadora o desmovilizadora Simplemente oímos y luego nos regresamos a nuestros sitios de trabajo o a nuestras casas.
La revolución también está en la televisión de esta manera. La dirigencia habla y oímos. A veces se escuchan algunas voces, pero se observa que es como un "clon" de los que están en el presidio porque oímos las mismas cosas, probablemente con otras palabras.
La idea que predomina todavía, muy a pesar del 6-D es ir a una plaza o alguna instalación cerrada a oír. Allá la dirigencia nos espera para alumbrarnos y regresamos a nuestro mundo (Realidad) a contemplar desde nuestra perspectiva, las situaciones.
La verdad está en ese reducido grupo de camaradas. Las causas de las situaciones o problemas también son claras para este grupo y por supuesto; las decisiones son también de ellos. Nosotros y nosotras tenemos (por ahora) espacio para gritar consignas y aplaudir. En este caso, llevamos la revolución por dentro pero que la observamos desde una plaza pública o desde la TV.
Gritar una consigna o aplaudir, no es seguramente "llenar de grito el cardonal", como nos los dijo el panita Alí. Habría que preguntarse si es funcional y bueno ese modelo de oír a la revolución en las plazas públicas y en TV, que nos deja sin palabra.
Ahí está Alí:
Échala, tu palabra contra quien sea
De una vez
Así sepas que rompa nubes, échala
Tu palabra por dentra quema
Y te da sed
Es mejor perder el habla
Que temer hablar