Que se puede hacer contigo infernal terrorista mañanero, el odio te trastoco la cordura, ya no te complace la deformación de las noticias por maldad, lo haces por corroer los sentimientos de los enfermos que te sintonizamos en las mañanas tratando de encontrarte un dia con una disculpa o mostrando el examen medico que justifique que has estado enfermo, para tratar de entender como un ser racional puede utilizar un medio tan importante con tales fines.
Mi preocupación cada dia cuando me levanto es, que cantidad de personas van a prender el televisor en la mañana cuando tu empiezas a dirigirte a los disociados, habrá alguna autoridad que después de haberte visto el dia anterior haya decidido con una orden de protección a cualquier cosa, suspender tu deformante programa en beneficio de los derechos humanos de los dueños de la patria.
En esta posición que tengo de afectado por tu violencia manipulada me gustaría pasar el dia haciéndome preguntas, pero voy a enumerar algunas en beneficio de los lectores que seguramente se harán las demás.
¿Con quién estas compitiendo para que tu maldad sea tan profunda? ¿Has medido la proporción y el alcance de tu daño? ¿Cómo puede conciliar el sueño al lado de su familia alguien que haga lo que tú? ¿Te has preguntado si vale la pena tanto mal? ¿O si el mal que le estas proporcionando al pueblo será recompensado por los dueños de tu conciencia y si lo que te puedan pagar vale la pena?
Estas preguntas no tienen la intención de ofender lo que te queda de humano, solo me gustaría que te ayuden a encontrar el camino que perdiste y me gustaría que alguien te haga entender, que no es el que estas llevando.
Señor macabro de los infiernos, cuando este tiempo pase y tú, ya como tantos otros que han tenido tu conducta no aparezcas en pantalla y te empiecen a recordar nada más que para odiarte, seguramente arrepentido en una vejez prematura, pedirás perdón a los inocentes que le hiciste tanto daño y el perdón será concebido porque los pueblos no se equivocan y hoy en nombre de tus descendientes te estamos pidiendo que rectifiques.
Hazlo público, no tengas miedo, dile que tú no puedes seguir traicionando la patria de esa manera, que busquen otro lacayo para su juego sucio, dile que tu decisión se debe a que tú madre te imploro llorando de rodillas que no le ensucies su descanso, inventa cualquier excusa y te vas a una estación del metro a una hora donde no haya tanta gente, porque podrías causar un accidente tu presencia en una multitud y con lo poco que te pueda quedar de dignidad, agarras silenciosamente sin que nadie se de cuenta te zumbas en el metro y dejas una carta pidiendo disculpas por el daño que has causado y yo te puedo asegurar que este pueblo que es tan noble, que tiene tanta paz espiritual y confianza en EL HOMBRE QUE EMPUJA, te va a perdonar.
