Nunca pasan las horas en el infierno que están metidos los lacayos del imperio, sus propuestas de mentiras son las mismas del siglo pasado de la historia de siempre, el cerebro se les quedo pegado en el tiempo, igual que la pancarta que pusieron en el distribuidor y que tiene una semana faltándole dos días y la soledad hace parecer que fueran dos milenios.
Sus seguidores se escondieron en madrigueras sin salidas, la vergüenza la dejaron en un dia de abril y no han vuelto a buscarla por miedo a encontrarse con la soledad que se niega abandonar los espacios que marcaron con su incompetencia mediática.
La hora cero se les enrollo en el cuello y los esta terminando de asfixiar porque no encuentran como decirle a los disociados que todavía les quedan, que fracasaron, que esa hora cero era una mentira para justificar que se quieren ir, que no quieren seguir con este infierno jugando a más mentiras, a más terror, quieren que llegue un ventarrón y desaparezca todo el distribuidor Altamira y los emblemas que tengan que ver con su historia de fracaso, para aprovechar la tragedia y esconder su cantidad de errores de no haber podido cerrar la vendita hora cero por falta de disociados que les da vergüenza hacer el ridículo reconociendo que son pocos que quedan y que están pensando renunciar por completo para no seguir a locos disfrazados de lideres guarínveros que dejaron su experiencia en un golpe que los marco como fracasados.
El hombre que empuja les recuerda la necesidad que tienen de formarse teniendo como objetivo la verdadera hora cero, que esta prevista para el próximo 3 de diciembre