Seguramente los comerciantes que no tienen escrúpulos ni conciencia de PATRIA en construcción, vociferaran para que sus acólitos satisfagan la enfermedad de creer que la temporada de semana Santa fue la peor que han vivido en los últimos 17 años. Tal vez tengan razón, se les quedó la mercancía, más no la ganancia que obtuvieron de lo poco que vendieron a precios inalcanzables para el común, se unieron al atraco de los delincuentes bachaqueros, desangrado por todos lados, en este caso la fe de Dios. Pero la ambición jamás va aceptar en su ignorancia, que magníficaban la estafa vendíendo hasta el sudor de sus progenitores, sacándole la última gota de amor, para que trabajarán en el negocio de bachaquear con las necesidades, incluyendo mecánica de vehículos y comida.
Para no hablar de todos los actos delincuenciales que arrojan las informaciones y que muchos conocen: un lebranche (pescado típico de la zona de Barlovento) no me lo contó nadie en 8.000,00 bolivares; sin importar que gente como yo turistiaba con cinco miembros más de la familia; conociendo los lugares más hermosos que ahora se puede en revolución: pero con estos delincuentes se acabó el pan de piquito y no tenía para gastar 48 mil bolívares en una sola comida diaria, durante tres días, sin contar el resto de la semana de asueto:
Por todos los lugares había un rumor, que se hacía verdad en el silencio de un PUEBLO, que escuchaba sintiendo la responsabilidad familiar ¡Están atracando! ¡Con esos precios no puede el PUEBLO! Y como si no importara, no había solidaridad con las víctimas que se devolvieron sin medio en el bolsillo antes del fin de semana, porque no alcanzó lo calculado económicamente, para que los feligreses esperaran en los sitios visitados el domingo de resurrección.
Por conocer la idiosincrasia de ambición que el capitalismo creó en mi gente, solucioné con verdura sancochada y llevé mi lata de sardina, que aún cara me salía más barata y no caía en manos de delincuentes detractores de PUEBLO, que tratan de destruir la revolución.
No voy a incluir en este escrito precios de algunas necesidades, porque me parece abuso y no le haré propaganda a semejantes sabandijas que desangran la PATRIA, ignorando que pronto volveremos a la normalidad con unos precios más equitativos, donde podremos mostrar al mundo que salimos del error capitalista y estamos preparándonos para recibir el esquema revolucionario, donde esta incluido, no sólo como consigna PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.
