Todas las medidas implementadas por el gobierno, para terminar con las colas, el bachaqueo y la guerra económica, no han dado los resultados que se esperaban; han fracasado, y lo peor del caso es que dichas práctica se han múltiplicado cada día más. Ahora, se están aplicando nuevas medidas, LOS CLAP o consejos locales de abastecimiento y producción.
LOS CLAP, constituyen en Venezuela, la nueva forma de organización popular encargada, junto al Ministerio de Alimentación, de la distribución casa por casa de los productos regulados de primera necesidad.
Diaz Rángel en su artículo públicado en varios medios de comunicación ¨COLAS Y ELECCIONES¨, señala que hay medidas que deben tomarse a corto plazo y otras a largo plazo ; las colas, el bachaqueo, el acaparamiento son medidas que hay que tamarlas a corto plazo, y otras a largo plazo , como es lo referente a la producción de bienes e insumos. No se explica, dice Rángel en su artículo: ¨ que sí el Gobierno cuenta con todo el poder de los organismos de inteligencia, de la diversidad y magnitud de sus cuerpos policiales, de sus mecanismos de seguridad, no ha sido posible golpearlos eficazmente, ( esto refiriendose a las colas y el bachaqueo).
Con respecto a la producción de bienes e insumos que son a largo plazo, y sus deficiencias ; de ellos se han encargado de explicarlo suficientemente expertos en materia ecónomica , y se la atribuyen a la dependencia excesiva del petróleo, el rentismo petrólero.
En cuanto a las colas, el bachaqueo, el acaparamiento etc, concurren varios factores, entre ellos el principal es la complicidad. Decia alguién, ¨que esta era una sociedad de complices¨ y no le faltaba razón para afirmarlo. Cuando alguién esta violando las leyes o estan haciendo algo malo y no lo denunciamos, nos estamos haciendo complice de ellos. Cuando alguien esta bachaqueando, acaparando productos y no lo denunciamos estamos haciendonos complices de ellos, cuando un bodeguero de barrio, del mismo barrio o de la comunidad, o perteneciente a la misma comunidad, está robando al pueblo vendiendole los productos a precios muy elevados especulativos y no los denunciamos, nos estamos haciendo complices de ellos. Cuando un funcionario público o privado está cobrando comisión o matraqueando y no los denunciamos, nos estamos haciendo complices de ellos.
Sabemos que el dinero corrompe a cualquiera, hasta al que creemos muy honesto y eso lo vemos frecuentemente . Hemos dicho muchas veces , que una persona es honesta hata que deja de serlo. El primero que cayó con en el germen de la corrupción, fue Judas, que traicionó a Jesús por un puñado de monedas. También hemos dicho que aquel que es verdaderamente revolucionario, entiendase bién revolucionario, no robolucionario como hay algunos que conozco, no se vende ni por todos los dineros del mundo, por principio. La honradez de los dirigentes de la revolución en su vida pública y privada debe ser a toda prueba. La corrupción es una subucultura muy arraigada en nuestro país, está en el corazón de las instituciones públicas y en el tejido de la sociedad. Todos los estamentos de la vida pública y privada, y de la sociedad en general, de alguna manera están arropados por la fiebre de la riqueza o el lucro fácil con sus efectos desvastadores.
Esta es una cultura heredada del pasado, recordemos aquella s nefastas frases, NO ME DES, PONME DONDE HAIGA , LOS ADECOS SON BUENOS PORQUE ROBAN Y DEJAN ROBAR.
Nosotros, los que hacemos colas para comprar los productos de la cesta básica, vemos con preocupación y dolor, esas inmensa colas que se forman diariamente para comprar alimentos; los más vulnerables son los de tercera edad, discapacitados, mujeres embarazadas, son los más debiles y son vejados y maltratados, por bachaqueros, algunos funcionarios públicos y privados. Las personas que les corresponde tratar al pueblo deben hacerlo con educación y decencia, así soporten provocaciones de quienes quieran ocasionar disturbios o sabotear estos operativos por motivos personales o políticos. Como sabermos la oposición esta metida en estos jueguitos desestabilazodores para culpar al Gobierno. Yo, y perdonen que hable en termino personal con mis 77 años y con multiples enfermedades, inclusive incurables, hago mis colas, algunas veces me pasan preferencial, directamente sin hacer colas. Esto ocurre cuando hay algún funcionario conciente que se compadece de mi situación. A proposito nunca he visto a ningún dirigente del Gobierno y de la Oposición, haciendo cola. Según informaciones de buena fuente, tanto unos como otros, le compran los productos en grandes cantidades a los revendedores y bachaqueros; otros se van en aviones privados, para hacer compras en el exterior.