Es sorprendente que con 17 años de revolución se siga en lo mismo, me
refiero a seguir impulsando procesos electorales en conflicto que poco
estabiliza.
La corriente política opositora no puede presentar jamás cambios hacia
adelante sino hacia atrás, eso está a la vista en estos 17 años desde
1999 desde que cambiaron las coaliciones de fuerza en el Poder
Ejecutivo y parlamentario.
Todos estamos convencidos de que los grupos opositores no han podido
presentar proyectos alternativos novedosos, viables y seguros que
garantice a la población paz, desarrollo y equilibrio, sino todo lo
contrario.
En 17 años qué ha hecho la oposición más allá de su diatriba política,
de sus diviciones internas, odios y complicidad en golpes de Estado,
heridos y muertes.
Sólo erradas acciones que van desde paro patronal y petrolero, golpe
institucional, sabotaje económico, desgobierno en las regiones que
electoral, política y administrativamente tienen como en alcaldías y
gobernaciones, sumemosle cosas tan graves como las guarimbas,
asesinatos de líderes jóvenes claves del chavismo, la
irresponsabilidad en su silencio en momentos en que se ha atacado y
amenazado la integridad de la nación.
Hemos visto hasta la saciedad líderes y representantes de la oposición
pidiendo sanciones económicas y políticas contra su propia nación,
elementos enjuiciables como traición a la Patria y siguen señalando de
dictadura este gobierno estando ellos libres por las calles como si
nada.
A lo largo de estas casi dos décadas de gobierno cívico-militar hemos
evidenciado de políticos de la oposición una postura obsesiva de no
reconocer logros extraordinarios del Estado en áreas tan vitales como
la educación, la salud, la cultura, lo deportivo, de alimentación,
vivienda, leyes, petróleo así también políticas de integración
internacional. Nada de esto dan fe de buen gobierno, no porque no
exista sino es la línea dada desde afuera.
Una oposición que tiene dos frentes; uno financiero y otro
politiquero. En el primero se han beneficiado con enormes ingresos de
divisas, dólares, no solo de empresarios en el país, sino del
narcotráfico, el bachaquerismo, el financiamiento internacional contra
el gobierno. En el segundo; el politiquero en una constante
distracción con sus acciones de calle que bajo la falsa bandera de
protestas pacíficas conmosionan al país con sucesos de violencia bien
orquestadas que suman de verdad para todo un expediente criminal.
Así como pudiéramos hacer una larga lista de logros de la revolución,
incluyendo también la infraestructura, compararíamos lo que ellos no
hacen en bien de su gente y del pueblo como todo el daño económico y
político que sí han hecho desde el 2002.
¡Todo la culpa es de Chávez! fue la cosigna hasta el 2014 para
engañar, confundir banalizar a sus seguidores, la vuelven a imponer
contra Maduro insistiendose en el libreto marcado por el Pentágono y
la Casa Blanca con acciones más disfrazadas como la Guerra Económica
que va desde la extracción de productos básicos a países vecinos, la
imposición del dólar conspirativo mal llamado negro y su apellido
Today, de los cuales muchos son los entregados por el Estado para el
avance del país.
He seguido por años las acciones, discursos y políticas de la
oposición y a la verdad es nula, viciada, dislocada, perversa, absurda
e irracional, mientras a través de los Medios Privados han embobado a
muchísima gente, la han despolitizado en el discurso y la acción
política de altura.
Ahora, que muchos compatriotas que se han beneficiado de las políticas
estructurales del Estado Revolucionario salgan a firmar contra el
Presidente Nicolás Maduro es otra trampa más para incautos que han
seguido con la antipolítica del poder.
No puedo ver a la oposición de otra forma. Los hechos están allí, para
el estudio mediático, psicologico, político y económico.
Cuando se fueron por la vía refrendaria, gracias a Chávez que fue
víctima y triunfador de su propia propuesta, ellos se afianzan en lo
que le conviene de la Constitución Bolivariana que derogarían junto a
todo lo logrado incluyendo las Misiones si llegasen al Poder
Ejecutivo.
Es decir todo venezolano que firme y firmó por un revocatorio en su
etapa inicial contra el Presidente Maduro, firmó contra sí mismo.
¿Porqué? por la sencilla razón de que no tienen argumentos sólidos
sino que son víctimas de 17 años de guerra psicológica y de una
desparticipación social donde son mentalmente acondicionados por el
miedo, el odio y la permanente desinformación.
Gané o no Nicolás Maduro si se activa el referendúm revocatorio de
parte opositora no es crecimiento político sino todo un plan
permanente antirrevolucionario impulsado por el Imperio Norteamericano
y sus transnacionales que sólo le interesa los recursos estratégicos
del país como el Petroléo, el gas, sus aguas y minerales preciosos.
Como alguien me dijo que para él era necesario que Nicolás Maduro
salga de poder ante tanta presión contra el país, esto es un reflejo
de apolitización y entrega como La Casa Blanca busca en ese falso
positivo de que todo volvería a la calma, es como aquellas
declaraciones manipuladoras del Sacerdote del Sanedrin que ante la
conspiración contra Cristo, era necesario que muriera él a que un
Pueblo sea exterminado, así lograron consenso para un ilegítimo juicio
donde usaron un grupo de gente para hacer ver que Barrabas era más
importante que él y aún así ante la resurrección de Cristo, sobornaron
a los guardias para que dijeran que el cadáver fue robado por sus
seguidores.
Así son las mentes perversas que solo quieren el Poder para sí mismos.
Por eso y mucho más: ¡Usted se está Autorrevocando!
Mi llamado es que ¡Profundice y liberese de la guerra psicológica!
¡Sacar a Maduro empeoraría las cosas porque ellos no son garantía de nada bueno!