Desde 1999 cuando comenzó la gesta patriótica venezolana de la mano del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, y diseminando su proyecto de integración de América Latina como la había soñado nuestro coloso el Libertador Simón Bolívar, se prendieron las alarmas en el imperio más poderoso del planeta y comenzó la guerra para sacar o entorpecer a los países progresistas latinoamericanos, con el propósito de revertir los procesos y tratar de asumir nuevamente el control de los recursos naturales.
El imperio no escatima esfuerzos en el empleo de su poderío militar, mediático y económico así como sus fichas en la ONU y OEA y otros mecanismos internacionales. Pero así mismo los pueblos libres respondieron creando mecanismos de unión latinoamericana como el ALBA, CELAC, UNASUR y así sacudiéndose el polvo de ser el patio trasero del imperio.
En el 2002 en Venezuela la burocracia de la principal empresa de Venezuela la petrolera (PDVSA ) en perfecto alianza con empresarios sindicalistas corruptos y militares traidores dieron dos golpes o intentos de derrocamiento del Presidente Hugo Chaves Frías; el primero fue en abril con el secuestro del mandatario y posterior rescate por las fuerzas leales y el pueblo arrecho que lo devolvieron al poder y el segundo con una paralización de la industria petrolera y gran parte del aparato productivo de la patria. Sin embargo el Imperio y sus lacayos internos no lograron sus objetivos. En Bolivia en el 2008 el primer Presidente Indígena Evo Morales se enfrentó a actos de violencia y fascismo donde un sector apátrida intento instaurar una media luna opositora y desmembrar ese país; todo con la ayuda del imperio y sus lacayos internos.
En junio del 2009 el parlamento hondureño dio un golpe parlamentario donde ordenan la captura del Presidente Manuel Zelaya, quien es sacado de su residencia en piyama montado en una avioneta y dejado en la pista del aeropuerto de Costa Rica. En el 2010 el presidente Rafael correa fue secuestrado por efectivos policiales durante un largo tiroteo donde resultaron varios fallecidos y las fuerzas militares en minoría ya estaban tomando posiciones estratégicas y nuevamente el pueblo salva a su gobernante. En el 2012 el parlamento paraguayo dio un golpe de estado donde derrocaron al Presidente Fernando Lugo en un juicio sucio y cargado de falsedad. Sigue el ataque hacia los países progresista en Latinoamérica y a través de una canalla mediática, en medio de una gran campaña de desprestigio Evo Morales pierde su oportunidad de ser reelecto en una nueva contienda electoral, pero no así la oportunidad de seguir con la revolución social emprendida por el hermano Evo. En Argentina gana las elecciones el ultra millonario derechista Macri situación que pone en alerta máxima al pueblo, pues en poco menos de 100 días de gobierno lleva más 30.000 despedidos, alta inflación; endeudo al país al Fondo Monetario Internacional y viene desinstalando todo el aparato social que beneficiaba a los más desposeídos. En Brasil el parlamento está intentando dar un golpe de estado parlamentario a la Presidenta Dilma Rusef reeditando viejas prácticas en otros países donde les ha funcionado. Y aquí en Venezuela se está gestando un golpismo reeditado por medio de la Asamblea adeco-burguesa- empresarial para intentar dar al traste con la revolución y así desmontar todo el aparataje socialista y de beneficio al pueblo venezolano que está bajo constante ataque imperial empresarial.
El imperio y sus lacayos latinoamericanos no descansan y están tomando posiciones estratégicas en Latinoamérica; están reacomodando sus filas y sus baterías contra los países que les somos contrarios a sus intereses. Acordémonos que Venezuela y Latinoamérica posee grandes cantidades de oro, plata, coltan, petróleo, gas y agua que los norteamericanos no tienen.
Es por todo eso que estamos bajo un furioso y grosero ataque que hasta los momentos ha empleado diversas estrategias como la guerra psicológica de 4ta generación, la guerra mediática y la guerra económica. Aún no ha llegado a intervención militar estadunidense en forma directa pero está allí el Comando Sur acechando la Patria Grande de Bolívar. Para lograr salvar las revoluciones en Latinoamérica es necesario que los pueblos tengan conciencia, unidad y lucha al lado de sus gobernantes y las fuerzas armadas, siempre en función de sus anhelos y no de los intereses del patrón del norte.