Cada medida de Macri es un nuevo ajuste que genera indignación y potencia un proceso de luchas en el movimiento obrero y la juventud. Pese a la complicidad siniestra de la burocracia sindical, los trabajadores y la juventud estamos en la calle y en lucha contra este gobierno y contra los gobernadores que aplican recetas similares. Cada triunfo que se logre frena al PRO y oxigena otras peleas. Por eso hay que apoyar cada proceso para que gane.
A la vez sabemos que solo la lucha social no alcanza, entre el proyecto de Macri y el viejo PJ, socios en muchos negocios, hace falta construir otra fuerza política, poderosa, amplia y con propuestas de fondo que se plantee gobernar. Es el gran desafío pendiente que tenemos desde la izquierda y al cual el MST quiere aportar. Hoy la división nos debilita y posibilita a los partidos del régimen seguir ajustando. Abramos un camino entre las organizaciones que estemos dispuestas a conformar una nueva herramienta unitaria que supere esta situación.
Para una nueva alternativa, tres ideas en debate
La primera idea es sobre el programa, que proponemos sea antiimperialista y anticapitalista, con medidas para terminar con el poder de las corporaciones y grandes empresas, con los negocios del sistema financiero y los privilegios de la casta política. Como hoy se ve en varios países, donde no se han tomado medidas de fondo las derechas tienen margen para volver. Un nuevo proyecto tiene que atacar el poder capitalista en sus entrañas, sin dudar y apoyados en la movilización social. Y ese programa tiene que servir para ir en apoyo e impulso de las luchas obreras, de la juventud y de los movimientos sociales, rompiendo la lógica de la disputa permanente para poner por delante la unidad frente al gobierno, las patronales y la burocracia sindical y estudiantil.
La segunda idea es sobre la integración de una alternativa que dispute. Hacer algo grande es posible si hay lugar para todos los que quieran sumar desde su origen político y experiencia. Sobre un programa común cada cual tiene aportes a realizar, también habrá matices y diferencias, que pueden procesarse y a veces lograr síntesis superiores. La experiencia del FIT, con peleas internas permanentes, dividido en las luchas y en los principales hechos políticos, limitado a tan solo una parte del trotskismo y sin ninguna apertura a otros sectores de izquierda y populares, es ejemplo de lo que no va más. Hagamos sin sectarismo algo nuevo, de izquierda y del verdadero progresismo. Donde también haya lugar para quienes provienen de la experiencia del kirchnerismo y buscan un nuevo espacio. Con muchos de ellos nos encontramos en la calle, el desafío es encontrarnos en una construcción política sin atadura con los viejos partidos. El frente ciudadano del que se habla, muy posiblemente termine amarrado al PJ, por eso proponemos ir por otro camino.
La tercera idea es por democracia real. Una gran unidad no puede exigirle a nadie pensamiento único ni abandono de creencias previas. Hacen falta muchas cabezas para pensar en grande como transformar la realidad. Una alternativa común tiene que permitir a la vez la libertad de organización y un funcionamiento donde todo se debata, se acuerde o se decida democráticamente, incluido los temas electorales y de candidaturas. Una democracia real en contraposición a la vieja política del enriquecimiento, el burocratismo, el personalismo y las imposiciones. La mayor unidad y la mayor libertad para construir algo nuevo y plural.
Avancemos en esta tarea
Hay un amplio espacio político para actuar. Invitamos a las organizaciones que compartan esta necesidad a dialogar sobre estos temas, a reunirnos y organizar eventos de intercambio, a comenzar un proceso de trabajo común. Mientras tanto, invitamos a nuestras/os amigos y simpatizantes a sumarse al MST, a conocerlo y a ser parte de esta construcción. A que nos ayuden a seguir planteando con más fuerza la necesidad de conformar una gran alternativa unitaria y desde la izquierda. A que lo hagamos juntos.