Claridad desde la primera línea: cuanto sucede alrededor del colegio Emil Friedman por el caso del niño presuntamente abusado sexualmente, no ha trascendido mediáticamente como en efecto sí ha ocurrido con escenarios similares y hasta de menor impacto en zonas populares en otras ocasiones, sencillamente porque estamos ante una tormenta en la que el centro de atención es una mansión escolar de la jai caraqueña. Claro y raspa’o.
A quienes sin sustento alguno descartan algunas hipótesis y suman otras, les recomiendo el análisis de Diego Sequera publicado por el portal Misión Verdad, titulado Caso Emil Friedman: cuando la clase reacciona.
Sequera, quien estudió en el Emil Friedman, rememora situaciones en otros centros de alcurnia que vivieron momentos terriblemente parecidas que –como ahora- resultaron ser lamentablemente ciertas a pesar de la capa de alcahuetería con que pretendió cubrírseles.
Apunta que "Geovani Oliver Dacosta fue detenido por la disuelta Policía Metropolitana en 2009, bajo tres acusaciones similares, en este caso en el colegio El Peñón".
"Más acá en el tiempo", afirma luego, "en marzo 2014, se reveló que el exprofesor del Colegio Campo Alegre, William James Vahey, llevaba tras de sí una trama de abusos sexuales contra menores ya a un nivel internacional. A Vahey, que se le revelaron los crímenes a partir de una denuncia en Nicaragua, se suicidó el 21 de marzo de 2014", habiendo trabajado en el Campo Alegre (también en Caracas), entre 2002 y 2009.
Añade inmediatamente que al citado "según el rotativo británico The Guardian, se le investigan 90 casos de pederastia y abuso sexual" y que "tanto Havey como su esposa eran miembros de prestigio de la comunidad educativa".
Así las cosas, estimo que lo más prudente –en lugar de restar apoyo a la investigación y ahondar en las suposiciones- es esperar el dictamen de las pesquisas. ¿Les parece?
¡Chávez vive…la lucha sigue!