Aún cuando para muchos, por ignorancia, por diferencias ideológicas o por no sentir a la patria como madre infinita, resulte risible y hasta se piense que estamos delirando al afirmar, que el imperio y sus aliados han decretado una guerra mundial, contra la República Bolivariana de Venezuela y la Patria Grande, la percepción está más sustentada que nunca y para muestras un botón.
Revisemos los titulares de la Gran prensa mundial, las declaraciones de los representantes del injerencista imperio del Norte y de Europa y analicemos los desplantes de la pandilla de la MUD, desde el parlamento, con su jefe, mutado en muñeco de feria, manipulado por su ventrílocuo y unido a él los animadores de feria que se desplazan por el mundo haciendo lobby en busca de la invasión militar al país, puente entre el continente suramericano y el mundo.
Las razones para esta guerra sobran y las hemos expuesto en otros trabajos, pero las repetiremos: la República Bolivariana de Venezuela, es un país caribeño, atlántico, amazónico y andino, puente entre Suramérica y el mundo Por esa posición geoestratégica privilegiada en el continente tiene vital importancia en lo político, social, económico y comercial. pero además es la poseedora de la primera reserva mundial de hidrocarburos, con la mayor biodiversidad y con una inconmensurable riqueza en minerales estratégicos.
A esto tenemos que añadir, que desde 1999, con la llegada de la revolución bolivariana, al gobierno, encarnada en el Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías,como presidente constitucional, el país se convierte efectivamente en una amenaza, no para la seguridad de la USA y sus aliados, pero si para el proyecto hegemónico neoliberal, que pretende imponer al mundo la dictadura financiera apoyada en la ensangrentada bota militar de la OTAN, que funge de sicario al servicio del Complejo militar, industrial y comunicacional, que impulsa y lidera esta estrategia elaborada y afinada en el seno del Club Bilderberg.
La prédica de Chávez, que coloca en primer plano el bolivarianismo, históricamente enfrentado al imperialismo, que baja al libertador de las frías estatuas de marmol, a donde lo había confinado la oligarquía parásita y la burguesía expoliadora y filibustera de la IV República, para hacerlo de carne y hueso y llevarlo de la mano del pueblo a dar las batallas por la libertad definitiva, coloca a Venezuela como el país más peligroso del mundo para los intereses del malandro planetario. Es el mal ejemplo para los pueblos del "Patio Trasero", del Caribe, de todo el sur y porque no del norte, que luchan por su libertad.
No hay duda que la heroica Cuba y la República Bolivariana de Venezuela, con sus revoluciones, cada una a su manera y de acuerdo a la idiosincrasia de sus pueblos, han sido una antorcha en el túnel oscuro, que ha representado el colonialismo para nuestros pueblos. La visión de estadista y revolucionario de Hugo Chávez, lo llevó a mirar más allá de la simple prédica de las bondades del socialismo, para entrar en el análisis profundo de las "armas" letales antiimperialista que estaban ocultas en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela. En primer lugar la conciencia del pueblo que estaba adormecida circunstancialmente, luego de la derrota militar, más no ideológica y política de los 70. En segundo lugar el petróleo y demás recursos naturales que al ponerlos al servicio de la unidad latinoamericana y caribeña para el desarrollo económico, independiente y soberano de la región, se convierten automáticamente en la punta de lanza para la temprana victoria en la batalla contra el neocolonialismo.
Paralelamente el incansable gladiador, genera ese dialogo permanente y profundo con los líderes de la región contagiándoles la idea de crear organizaciones regionales, como Petrocaribe para liberar a los pequeños hermanos de la tiranía de las transnacionales de los hidrocarburos y apalancar el desarrollo integral de la zona, ALBA, como antídoto contra el veneno del ALCA, UNASUR, como foro político para la consolidación del sueño de Bolívar y demás libertadores del Sur, con miras a fortalecer los lazos, no solo económicos, sino también, sociales, culturales, políticos y de seguridad de los países miembros, frente a amenazas externas . CELAC, organismo regional, que resume todo un esfuerzo liberador para hacer del área una fortaleza para la defensa de la democracia revolucionaria y participativa, un muro de contención contra el colonialismo y la explotación de los pueblos, un foro para el fortalecimiento del pensamiento en colectivo para erradicar el individualismo y el nacionalsocialismo, que tanto daño ha hecho a la humanidad y abonar la pradera para la siembra del indosocialismo, con justicia social, igualdad, solidaridad, respeto y reconocimiento hacía el otro, cabalgando sobre el potro del internacionalismo, como alimento para la conciencia revolucionaria.
No hay que pensarlo mucho para advertir, que cuando el Comandante Chávez, piensa en la CELAC, está engendrando lo que sería un espacio digno para la discusión de los problemas entre iguales, sin la perversa intervención y extorsión de USA y Canadá, los fantasmas que amenazan a la americanidad, como queda demostrado con la OEA y sus cancerberos burócratas pagados con el dolar imperialista.
Finalmente esta semblanza y muchos atributos más hacen de la República Bolivariana de Venezuela, la fortaleza de las revoluciones en el Sur, pero al mismo tiempo una amenaza si no la fortalecemos, porque a través del efecto dominó, la caída de la RBV y su revolución sería la caída del bolivarianismo en los pueblos que han cifrado en el sus esperanzas, Por eso es necesario, que haciendo a un lado discrepancias, enfrentemos unidos esta guerra mundial contra la patria.