Como era de esperar, piquiñas y salpullidos de toda índole soltaron los amigos de la especulación y el golpismo cuando la semana pasada, el Gobierno anunció multas para las panaderías que promuevan colas.
Uno de ellos fue el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Harina (Fetraharina), Juan Crespo. Aseguró este señor que a su gremio no están llegando grandes cantidades de harina, y que de 120 mil toneladas de trigo que hacen falta solo llegaban de 20 a 30 mil toneladas.
Llegó al descaro de la amenaza. Dijo que seríamos los consumidores quienes terminaríamos pagando las consecuencias de las sanciones, si estas llegasen a producirse.
No obstante, en cuestión de horas, la historia y su cúmulo de verdades saltaron ante los ojos de todo el país, incluyendo los de Crespo. El sábado se reunieron representantes de la Sundee, Sunagro y la Federación de Panaderos de Venezuela (Fevipan), para darle la vuelta a la tortilla.
Juan Andrade, en nombre de Fevipan, declaró que el encuentro fue positivo. Admitió, incluso, que se llegó a un acuerdo con las autoridades dejando muy claro que será la producción la que aumentará. Repetimos: la producción. "No del precio", según sus propias palabras.
"Vamos a buscar la forma de producir más, para que se acaben las colas", agregó durante el mismo acto.
Todo indica que Fevipan prefirió jugar con más inteligencia que Fetraharina. Que no pudieron refutar al superintendente de precios justos, William Contreras, quien demostró que sí hay harina pareja y que es público y notorio la existencia de "al menos 210 mil toneladas de harina de trigo panadero que está en el proceso logístico de distribución", llegando a las "aproximadamente 10 mil 500 panaderías que están disponibles en el país.
El próximo paso debe ser nuestro: denunciar cualquier irregularidad donde quiera la veamos. Por la página web del Sundee, podríamos empezar los reportes.
¡Chávez vive…la lucha sigue!