Qué difícil es predicar y luego despotricar de lo que se predica, es que cuando hacemos este tipo de cosas confundimos al oyente, en este caso sería al lector, y es lo que siento cuando leo entre líneas los artículos escritos por Nicmer Evans, o sus declaraciones. Desde hace mucho tiempo sabemos que, él montó carpa a parte del Psuv o lo que es lo mismo, el partido que creó Hugo Chávez, al cual perteneció hasta su último suspiro Ahora es un dirigente de Marea Socialista, partido creado por un grupo de políticos que decidieron hacer una sucursal del chavismo inicial, porque adversan a Maduro y lo acusan de traicionar el legado de nuestro líder, no es difícil imaginar que tienen aspiraciones presidenciales, pero hasta ahora solo han sido una piedrita mediática, no porque hayan trancado nada, sino porque el gobierno no solo tiene que cuidarse de la oposición de derecha, que es peligrosa, traicionera y chanchullera sino que le toca defenderse también de esta nueva oposición ambidiestra que tira piedras para un lado, mientras agujerea el techo del otro. Maduro no la tiene fácil, y a la oposición le encanta ese juego, ese apoyo político y mediático que sale de las filas de estos intelectuales de la izquierda-derecha
Ahora porque me confunde, ¿Cómo alguien que se haga llamar chavista revolucionario va a pedir que voten en contra del proyecto de Hugo Chávez? Porque si fuera el caso, que como ellos dicen Maduro traicionó el legado del comandante, si sale Maduro ese legado desaparece, la derecha lo enterrara, y Marea Socialista, aun cuando tenga aspiraciones presidenciales, no está preparada para llegar al poder, tal vez tendrán el proyecto de país que quieren, pero no tienen el apoyo popular, como si lo tiene la derecha, y como lo sigue teniendo el chavismo de izquierda, el que no culipandea, el que no le pega a su familia. Sino que va rodilla en tierra con Hugo Chávez hasta las últimas consecuencias. Conclusión Marea Socialista no podrá todavía cargar en sus hombros el legado de nuestro gigante, les falta mucho pueblo por conquistar.
Pero no es solamente eso, cuando el tribunal dio su falló él y Cliver Alcalá se opusieron a la decisión, cuando el CNE declaró la nulidad del revocatorio, este señor dijo que el CNE estaba en desacato, por tanto lo que nos quedaba era solicitar la destitución de los rectores del órgano electoral, porque si íbamos a votación quien nos iba a representar, pero si, permite y no emite opinión sobre la decisión de la Asamblea de enjuiciar políticamente al presidente, cuando no existe esa figura en la Constitución y además, dicha Asamblea también está en desacato. por decisión de los tribunales del estado. Ahora dirá que no es correcta la decisión porque los tribunales no tienen autonomía.
Hoy nuevamente vuelve a arremeter en contra del poder judicial, aunque por los motivos que hayan sido, tampoco estamos de acuerdo con la liberación de estos revoltosos, como parte del diálogo. Pero ya nos hemos acostumbrado a que por el afán de hacer justicia, dejen libres a quienes le hicieron mucho daño a este pueblo, con su violencia, como olvidar a aquellos que fueron beneficiados con medidas humanitarias, mientras muchos madres e hijos lloran a sus familiares todavía.
Nicmer Evans, con todo su maestría y su intelecto cayó en las redes de la ambición personal, y se desbocó a lanzarle piedras al vecino, y ahora no entendemos cual es la posición que defiende. De qué mano camina, o cual es la pata de la que cojea.
