Hechos y salidas a la crisis actual de la sociedad venezolana

El Chavismo perdió la elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre de 2015 y desde entonces la coalición de los partidos ganadores agrupados en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que controla la Asamblea Nacional, en aplicación del plan Obama-Kerry, planteó la salida del gobierno del presidente Maduro antes de finalizar el mes de junio del año 2016. La valoración de una cadena de hechos en este año indica que la contrarrevolución bajo la combinación de diversas formas de acción pretende lograr la reversibilidad del proceso bolivariano como ya ocurrió con los llamados procesos progresistas nacionalistas en Honduras, Paraguay, Argentina y Brasil. Y de otra parte los hechos indican que la conducción del proceso bolivariano y la autogestión comunal y obrera apuntan a no permitir su reversibilidad. Veamos pues varios hechos y luego las posibles salidas a la crisis.

HECHOS 2016. La búsqueda del objetivo del Plan Obama-Kerry de salir del presidente Maduro, se apoyó en la aplicación de tres estrategias: a) La sistemática presión internacional de asedio y aislamiento al gobierno, b) El levantamiento callejero de la mayoría del pueblo venezolano exigiendo la renuncia del presidente Maduro y c) La división de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) exigiendo lo mismo. El nutriente de las estrategias del adversario, aunado a las dificultades propias de la Revolución Bolivariana, fue y sigue siendo la articulación del desabastecimiento de alimentos, medicamentos y artículos de aseo, la elevación continua de los precios de todos los artículos de consumo masivo, los asesinatos selectivos, la instrumentalización de la delincuencia común atracando a ciudadanos en la calle o dentro de sus casas y el uso sistemático de la red de mensajería telefónica demeritando la labor de todos los miembros de gobierno.

No obstante la continuidad del descontento de la población, al terminar el mes de junio 2016 la explosión social del pueblo en la calle no ocurrió, tampoco se fracturó la FANB. Lo que si alcanzó un alto grado de desarrollo fue la estrategia internacional de asedio al gobierno del Presidente Maduro; Obama ratificó su decreto ejecutivo que declara a Venezuela enemigo inusual de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos y extendió al congreso de los Estados Unidos el apoyo a su decreto; Almagro a la cabeza administrativa de la OEA intentó activar la denominada Carta Democrática para provocar una intervención directa en Venezuela de una coalición de países , pero no lo logró; la presidida por Uribe y Aznar desde una reunión en México pidió la conformación de un ejercito internacional para intervenir en Venezuela y la suma belicosa de Macri y Temer hicieron lo propio: declarar a Venezuela como país no apto para presidir al MERCOSUR debido a una supuesta y continua violación de los derechos humanos. Pero en suma, ya ingresando al fin del año 2016, el presidente Maduro no renunció como lo quizo y predijo la MUD en aplicación del Plan Obama-Kerry, por el contrario se sostiene gobernando con la puesta en marcha de varias iniciativas que iremos luego detallando.

Ante esta realidad, y el temor a una recuperación de la economía, la MUD decidió agregar como nutriente de las estrategias del Plan Obama-Kerry, la exigencia de la convocatoria a un referéndum revocatorio del Presidente Maduro antes de terminar el año 2016. Debió la MUD para lograr la realización del referendum en el año 2016 acorde a los pasos y tiempos que exige la ley, activar su solicitud en enero de 2016, pero no lo hizo. De ahí que su solicitud de activar el referendum realizada en abril de 2016, acorde a la ley, no procedía según lo dictaminó el Consejo Nacional Electoral (CNE), para realizar el referendum en el año 2006, sino en Marzo del año 2017; momento en el cual, en caso de que el pueblo en las urnas decidiera revocar el mandato del Presidente Maduro, le correspondería al vicepresidente chavista asumir la Presidencia de la República hasta el año 2019. El objetivo de la MUD de salir del Presidente Maduro en su nuevo plazo del fin de año 2016, era legalmente inviable; una parte del pueblo seguidor de la MUD así lo entendió.

Ante esta realidad la MUD enfureció y organizó en su posición actual de estrategia ofensiva otro ataque. Propuso tomar la calle el primero de septiembre; decía contar con un mayoritario y masivo apoyo popular proveniente del descontento por el desabastecimiento de artículos de primera necesidad y el soporte comunicacional de la mediática liberal nacional e internacional. Su objetivo era imponer el referendum en el año 2016 por fuera de los plazos fijados por ley. Por su parte el liderazgo del Chavismo, en cabeza del vicepresidente del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, en público expresó de manera reiterada, . En efecto, el primero de septiembre la MUD movilizó sus fuerzas de calle, no en la magnitud que esperaba. El PSUV y las organizaciones defensoras de la Revolución Bolivariana movilizaron una fuerza superior en Caracas y otras ciudades del país y contrarrestaron la iniciativa opositora. La señal fue clara: en la lucha de calle la MUD no lograría derrotar a las fuerzas bolivarianas.

Respecto a la continuidad del descontento por el desabastecimiento y la llamada inseguridad que proviene en buena parte de la delincuencia instrumentalizada, hay que reconocer que se manifiesta no sólo en sectores afectos a la MUD, sino también en sectores del Chavismo y en el sector abstencionista de la población. En ese marco, un numero no despreciable de venezolanos y venezolanas migran al exterior, buscando ingreso en divisas, para luego convertirlo en Bolívares. Las iniciativas del gobierno, reconocidas por un sector de la población, por ejemplo, las continuas alzas de salarios y el abastecimiento parcial a precios regulados a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), no surten por ahora los efectos buscados. Los elevados precios de los artículos de primera necesidad destrozan el alza de salarios y los CLAP despegan con lentitud; su acción en territorios específicos y según una periodicidad no precisada tiene serios reparos. Pero se observa en varios epicentros que la iniciativa de los CLAP ha recuperado la participación comunal en el tratamiento de sus problemas. Valga anotar que el gobierno no cuenta como en años anteriores con moneda-divisa para incrementar la importación de alimentos y medicamentos para fortalecer las acciones de los CLAP y tampoco logra controlar la corrupción y el espíritu clientelar que deforma la aplicación de las políticas sociales. De otra parte persiste un problema estructural: la distribución mayoritaria de productos de primera necesidad se hace por el Mercado legal e ilegal; cuyo control estatal y comunal es muy incipiente.

El aumento de nuevas divisas provenientes del aumento de los precios del petróleo y de la nueva exportación de minerales estratégicos como oro y coltan, asi como un posible incremento de la producción nacional de alimentos, provocan pánico en la MUD. Y a ello se suma el reconocimiento del gobierno del Presidente Maduro, manifestado en el encargo internacional a Venezuela para presidir el Movimiento de Países no Alineados, el éxito de la cumbre de Turquía de países OPEP y no OPEP (con la presencia de Rusia) para buscar superar el estancamiento de los precios del petróleo, el establecimiento de la Mesa de Dialogo Nacional con el aval del Vaticano y un creciente compromiso nacional obrero y comunal por salvar los logros sociales y políticos de la Revolución Bolivariana, a través de la participación sustantiva.

Por ello la MUD propuso la realización de una Huelga General para el día jueves 27 de octubre a la par que insistió en la idea de procesar al Presidente Maduro en la Asamblea Nacional, por ausentarse del país sin el permiso de la Asamblea Nacional (AN), cuestión que a su vez el gobierno bolivariano no acepta por considerar que la AN ha entrado en desacato de la Constitución nacional. Y como refuerzo la MUD entró en un primer intento de atacar verbal y abiertamente a la conducción de Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por su actitud de no confrontar al gobierno de Maduro. El choque entre poder y contra poder es evidente. Lo cierto fue que la parálisis empresarial y del transporte público el día 27 de octubre no sobrepasó el 20%. De nuevo la movilización del PSUV y las fuerzas obreras y comuneras superaron la convocatoria de la MUD. Los hechos de calle y la instalación de la Mesa de Dialogo Nacional obligan a la MUD a reconsiderar su postura. Además la MUD sabe que vienen las largas celebraciones del fin de año y de comienzos del año 2017 y de otra parte que debe esperar las orientaciones sobre Venezuela que decida el nuevo gobierno de los Estados Unidos. En la Mesa de Dialogo establecida con la mediación de un vocero del Papá Francisco, participa el equipo compuesto por los expresidentes Torrijos de Panamá, Rodriguez Zapatero de España, Leonel Fernández de Reṕública Dominicana y el secretario de Unasur Ernesto Samper. A la mesa se suma un delegado del Departamento de Estado de Estados Unidos.

SALIDAS A LA CRISIS. Hay que recordar que la crisis se reproducirá mientras no se superen de tres de sus componente y sus mutuas influencias: a) la manifestación en Venezuela de la crisis estructural y general del sistema del capital que lo abarca todo (desde la economía política, pasando por la ética, hasta el clima), sigue golpeando fuerte en el país con la caída de los precios del petroleo. El ingreso petrolero es un gran soporte del presupuesto nacional y el desarrollo social. b) la aplicación de un plan de agresión de los cerebros internacionales y nacionales para hacer reversible la revolución bolivariana y con ello romper el posible fortalecimiento de la propuesta socialista ALBA, integrada por Ecuador, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y algunos países del Caribe. c) el continuo de errores-problemas no resueltos de la gestión bolivariana, que vienen de años atrás, entre los cuales destacan las deficiencias en la planificación y el control en el ejercicio de su economía política, que todavía no avanza explícitamente hacia una economía política del trabajo, la poca formación de la conciencia socialista (el individualismo y el grupismo tiene aún mucha fuerza en la sociedad), conexa con el retardo en el establecimiento de nuevas formas sustantivas de poder político obrero y comunal.

Las salidas a la vista. a. La salida de la multinacionales y sus planes globales intercontinentales, aplicadas a través del gobierno de los Estados Unidos y sus países aliados como España e Inglaterra, consiste en lograr la reversibilidad de la Revolución Bolivariana. Veremos que nombre adopta el plan ajustado al respecto que trae el nuevo gobierno de la Casa Blanca, al cual se subordinará la MUD. b. La salida de pacto nacional o proyecto estratégico de centro; sería un acuerdo temporal avalado por las multinacionales y sectores de la Revolución bolivariana, mientras la salida revolucionaria socialista o la del capital encuentran mejores condiciones para avanzar. Se trataría de un supuesto nacionalismo limitado con un capitalismo de rostro humano. c. La salida revolucionaria socialista. Comprende 1) la construcción del área de la economía socialista comunal no estatista con la participación obrera y comunera sustantiva (no adjetiva) en su gestión eficiente y productiva. 2) la construcción del nuevo poder político, superando la AN representativa por las redes de los consejos obreros y comunales, herramientas (de conciencia y organización) con las cuales el Presidente Maduro estaría en mejores condiciones de aplicar la rectificación socialista. Y 3) el avance en la síntesis teórica colectiva de la orientación de transición socialista con la cual se amplía la formación de la conciencia, de la praxis socialista, que abarca a otro componente relevante del sujeto histórico social, la FANB soberana.



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