Hay inconsistencia revolucionaria, que separa combatientes de la LUCHA y probablemente, aptos para defender el proyecto por encima de instalados en la intención, que usan el poder en nombre de la LUCHA.
Tal vez esos acomodados por la opinión, encuentren en mi al enemigo que sólo la vorágine muestra como tal: ese que la capacidad de pensamiento limitado, no puede aceptar porque es crítico y la batalla de tiempo lo hace entender de que se trata la brega; porque sabe, que en este mundo de LUCHA, no se puede ser borrego que sonríe con mediocridad rebuscada y se deslumbra con efectos especiales de bambalinas, en programas para imitar deformaciones propuestas por el Imperio, para entretener eunucos, usando el espectro de la PATRIA, con intenciones distintas a las necesitadas y retrasan la formación.
Si la ignominia es la que determina quien es el enemigo, prefiero ser, a tener que aceptar mermado el pensamiento que cultivó mi vida; viéndome liderado por mequetrefes y sintiendo que traiciono hermanos, por mantener una farsa que le hace daño a la PATRIA.
Si para la superficialidad el pensamiento es enemigo, prefiero estar entre las distancias, a verme al lado de la ignominia, traicionando un PUEBLO que exige respeto y en silencio cuestiona lo que no puede gritar.
Cuando el tiempo muestre y encuentre que no somos lo que crearon; probablemente aún esté a tu lado, haciendo entender que equivocamos el camino, pero siempre encontraremos otro tiempo de abrir el entendimiento a la posibilidad que brinda el Socialismo.
Hay quienes no practican confusas políticas: pero son incapaces de agarrar nuestras trincheras para tirar piedras al proyecto; sólo la mediocridad es capaz de confundir nobles ideales, con rencillas mezquinas que no dejan saldo en la LUCHA y muestran grietas personales que disipan el objetivo de PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.