Hablemos sobre las medicinas y la industria farmaceútica (I)

En mi continua búsqueda de información, me encontré con un info grama de una organización llamada "The law firm" que describe el impacto de la industria farmacéutica en los Estados Unidos de Norte américa. ( http://www.globalresearch.ca/will-big-pharma-ever-stop-squeezing-money-out-of-people/5570473).

Allí se describe como los ciudadanos de U.S.A., consumen más medicamentos y los pagan más caros que en casi ningún otro país del mundo. No sé cuál ha sido el patrón de consumo en nuestro país, pero imagino que es también extremadamente alto y caro, a juzgar por nuestra eterna y terrible dependencia de las grandes transnacionales.

Regresando al artículo, allí nos cuentan como las tres farmacéuticas más grandes de estados unidos, invirtieron solo entre el 2013 y el 2014, más de 36 billones de dólares en mercadeo y publicidad, de estos, 3.4 billones fueron otorgados a "médicos", para que por supuesto recetaran tal o cual producto, allí no están incluidos los millones que desembolsan los "lobistas" de estas grandes compañías para comprar voluntades en el senado y el congreso norteamericano, para que los políticos a su servicio, redacten leyes y tomen medidas que beneficien a estas corporaciones, casi siempre en detrimento de la salud del pueblo. En total, estas corporaciones transnacionales como Pfizer, AstraZeneca, y demás invierten en general más del doble de lo que invierten en investigación y desarrollo de nuevos o mejores productos, en publicidad, mercadeo y coimas a médicos y políticos para promover el consumo masivo de sus medicamentos, cosa muy bien vista por el "establishment gringo" y el sueño mojado de la actual Asamblea Nacional adeco-burguesa.

Ahora bien en el país modelo de la "democracia representativa", que en verdad solo representa al 1% y sus corporaciones y donde vive el 5% de la población mundial, hoy se consumen el 99% de la hydrocodona, y el 88% de la oxicodona del mundo, el consumo de estos derivados del opio, altamente adictivos, recetados libremente por los doctores gringos, y producidos y distribuidos bajo diferentes nombres comerciales por las farmacéuticas, ya ha adquirido carácter de epidemia, en un país catalogado como el principal consumidor de drogas "ilegales" del mundo. Sobre esta adicción inducida, y el tráfico internacional de drogas, fomentado y amparado por la C.I.A. y la D.E.A., verdaderos brazos ejecutores de las transnacionales gringas, hablaremos en otros artículos.

Ahora bien las recomendaciones para ponerle solución a problemas como el exceso del consumo de todo tipo de medicamentos, que en su gran mayoría producen terribles efectos secundarios, son según los especialistas, unas medidas no muy complicadas: los médicos deben evitar prescribir drogas, si no es estrictamente necesario, hacer hincapié en la prevención, recomendar dietas más sanas, el ejercicio y el uso de terapias alternativas libres de drogas. También se han comenzado campañas para evitar los pagos de coimas "legales" a médicos y hospitales por parte de las compañías farmacéuticas para que estos promuevan el uso y receten los variados medicamentos producidos por estas.

En Venezuela, la Constitución bolivariana aprobada mayoritariamente por los venezolanos en 1999, en su artículo 83, establece que "la salud" es un derecho social fundamental, obligación del estado que lo garantizará como parte del derecho a la vida… todas las personas tienen el derecho a la protección de la salud, así como el DEBER de participar activamente en su promoción y defensa"…, creo que muy pocas constituciones en el planeta tienen este tipo de artículos y si los tienen ya no se cumplen, en nuestra patria, se han aprobado leyes que exigen a los médicos recetar medicamentos por sus principio activo y no por su marca, y prohíben el uso de récipes con logos de farmacéuticas o propaganda médica, se han hecho innumerables campañas de concientización para que la población lleve una vida más sana, promoviendo la buena alimentación, el ejercicio la medicina alternativa y el regreso al uso de las plantas medicinales. Además, se han graduado y se están formando miles de médicos integrales, que practican una medicina preventiva y solidaria con un concepto humanista, no ese mercantilismo brutal practicado por la mayoría de los "doctores" burgueses.

A pesar de que como vemos, las soluciones a los problemas de exceso de consumo y el altísimo gasto en medicamentos en nuestro imperial vecino del norte, son exactamente las medidas y leyes expresadas en nuestra constitución y nuestras leyes, los venezolanos tenemos un patrón de gasto y consumo excesivo muy parecido, además de seguir adictos a la mala alimentación y la vida sedentaria, esto puede fácilmente explicarse, uno, debido a la gigantesca penetración cultural de la industria del espectáculo y la publicidad (léase propaganda) del sistema capitalista mundial, y dos, la terrible y mala costumbre de siempre esperar que todo lo hagan otros por nosotros, o sea la poca motivación para cumplir con nuestro deber de participar en la construcción de la patria nueva, debido a nuestro bagaje cultural heredado de la cuarta república con su hipócrita y funesta democracia "representativa", ahora, otro y tal vez el principal problema del exceso de consumo y la escases de medicamentos radica esencialmente en nuestra gran dependencia de las grandes corporaciones transnacionales, dueñas de las marcas más populares y de las patentes de casi todos los medicamentos y fórmulas más usados en la medicina moderna, y claro está, en las empresas de nuestra "industria farmacéutica" que lamentablemente se convirtieron, a la sombra de las transnacionales y al igual que casi todas las otras industrias del país, en simples empaquetadoras y distribuidoras de productos importados, o se dedicaron a la importación de materias primas para "producir" medicamentos sin valor agregado (http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/guerra-farmaceutica-y-el-plan-de-la-crisis-humanitaria). De esta forma, se inventaron la manera de apropiarse de las divisas del pueblo, las grandes compañías transnacionales comprándose a sí mismas, sobrefacturando y evadiendo impuestos, y la "industria farmacéutica nacional" haciendo prácticamente lo mismo, comprando materia prima a sobreprecio casi siempre a estas mismas mafias, y llevándose los dólares al extranjero.

En una próxima entrega, hablaremos sobre el origen de los fármacos, la medicina y de cómo el juramento de Hipócrates se fue convirtiendo en el juramento de unos hipócritas lacayos que convirtieron la salud de la humanidad en un objeto de lucro para las ocho mega corporaciones al servicio de las elites que gobiernan el mundo.


 



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Gustavo Corma


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