Esos seres con juventud prolongada que vemos por todas partes, sufriendo en colas programadas por el capitalismo indolente; con esfuerzos en muchos casos inimaginables: ahí están con la experiencia y conocimiento de la edad, recordando años de la IV y reconociendo que fue lo peor que pudo haber pasado por esta PATRIA; hoy no quieren que sus nietos, conozcan mi de lejos la posibilidad de volver a ese pasado.
No aceptan que el esfuerzo se vea debilitado: lucharon por una propuesta y en la cola les da tiempo pensar y no reconocerla adecuada para el futuro.
Cuestionan que en este tiempo se aceptó el facilísimo que ofrecen los medios de comunicación como aporte a la formación, que niegan los valores en la crianza de muchos; reconocen que en este tiempo, están llenos de impunidad y deformaciones. Que el contenido mediático hoy desarrolla sin control la alienación; como parte más importante en el acompañamiento; que al no ser formación revolucionaria, sino dogmática alienante, se convierte en arma para asesinar la propuesta.
Los encargados de la educación, formación o como se quiera llamar la preparación que necesita la generación nueva; tenemos una responsabilidad que va más allá de la asistencia: al egoísmo le están inoculando esquemas capitalistas y van dejando el espíritu revolucionario a merced de la ambición del que mejor se adapte al azar.
Los viejos de la PATRIA, que aún están regados por todas partes, tratan de proteger el sueño; están alerta, con una mente sagaz y un cuerpo gastado por el tiempo; tratando que el ímpetu de valiente que arrastran de la historia, no se pierda por completo; estiran lo más que pueden los esfuerzos, que se convierten en cansancio por lugares de anarquía, donde sólo acudimos longevos sin seguidores que den continuidad a lo que en ignorancia perderemos, si no reaccionamos en un tiempo prudente y entendemos de una vez por todas, que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUITA VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.