Le entro a esta nota, reconociendo, como ya dije en una nota anterior, que tengo mi corazón político a la izquierda. Siendo así, tal y como dije en esa nota anterior; el corazón político continua envuelvo en cinta adhesiva gruesa para que este amordazado y mi subjetividad en lo posible no se manifieste mucho.

¿Qué opciones de lucha tiene la izquierda en Venezuela?

Un primer escenario tiene a la constituyente como espacio. Hasta ahora, sólo el PSUV está jugando la carta de la constituyente con el acompañamiento distante del PCV y el PPT. Este escenario se ve un poco desolado.

Un segundo escenario, que ya vivimos sin la MUD tener el poder, es el caos. Este caos es su antesala para optar por el poder, porque creo que a estas alturas de la situación, nadie dentro el campo de la izquierda vive con la ilusión de creerse que esta oposición es democrática y viene por una democracia. La derecha no juega a una democracia y para eso ha inyectado suficiente odio para producir una limpieza, si se hace del poder. Su asunto no es la democracia y si una forma para tenernos como patio traseros.

Si alguna vez ha dicho que quiere elecciones y democracia, solo lo ha plasmado para pescar en rio revuelto. No especulo en esto. Empíricamente hablando, hay cantidades de situaciones que así lo muestran. La MUD tiene sus clientes, pero no tiene la fuerza para mantener un golpe con una democracia más o menos medio representativa.

Si la MUD logra su objetivo del golpe de Estado que parece estar muy claro, es razonable considerar (y la izquierda debe tenerlo claro), que no tiene la suficiente fuerza para imponer su política, que estaría rondando situaciones no muy buenas para la izquierda toda. La posibilidad de esa opción pasa entonces por el uso de una fuerza represiva para imponer su proyecto neoliberal o asegurarle "gobernabilidad" a sus políticas.

Otro escenario, muy poco probable, es que emerja un gobierno de unidad y amplitud. Esto para creerlo pasa por tener una sobredosis de ingenuidad. No lo creo, porque si ese fuera el caso, no tendría ningún sentido y explicación toda la inversión que la MUD ha realizado en dólares, bolívares y droga para sostener las guarimbas que ya acumulan más de 60 venezolanos y venezolanas que dejaron este paisaje es esta nueva fase guarimbera, como consecuencia de la violencia. Si este escenario fuera una remota probabilidad, no existiría la MUD de hoy que es exactamente igualita a la MUD de ayer. No hay un líder en la derecha jugando esta carta. Ni la Conferencia Episcopal que tiene la propiedad del amor y la solidaridad.

La MUD no ha realizado toda esta inversión en guarimbas para darle así tan fácil unos meses a Luisa Ortega Díaz o un militar ni-ni. En este escenario, la izquierda estaría en peores condiciones que después de la década de los sesenta del siglo XX.

Sabemos que un alto porcentaje de venezolanos y venezolanas desean paz, pero eso no se resuelve con tener en las encuestas un 70% a favor de esta paz. Si esta propuesta por la paz carece de potencia movilizada; la MUD viene por lo que viene y al costo que sea. No duden de eso, porque seríamos muy ingenuos.

Me preocupa entonces, que la izquierda venezolana esté meditando y la derecha imponiendo su caos para llegar a manejar directamente el coroto. Me preocupa que estemos como en el medio del conflicto como esperando el desenlace. No espero nada de la derecha y la izquierda debería estar pensando que en medio del conflicto no juega bien, según creo.

Como en 1958, la izquierda quedaría fuera y la derecha interesa en borrarla.

Ya estamos fuera. Zapatero está pegado con la MUD y el gobierno. No sabe que existe una izquierda en Venezuela.