Kuczynski, Santos, Felipe González… UNASUR, MERCOSUR, Unión Europea, Trump con sus trompetas belicistas, amalgamados con los líderes agitadores oficiantes de la guerra venezolana, destronaron la posibilidad de la Constituyente en sus diarios relatos.
Para ellos el día treinta de julio debió transcurrir y transcurrió, con calles solitarias, centros electorales con poquísima gente. En ese juego de deseo-imaginación-realidad de estos personajes, advirtieron sobre electores llevados por movilizadores aleccionados para buscar a los empleados públicos donde estuvieran para que votaran, no importando si estaban registrados allí, lo importante era hacerlos votar. Tenían nómina en mano para marcarlos. Ya en el centro electoral, mostrando el Carnet de la Patria, podían votar varias veces.
Por, presintiendo que iban a abultar los resultados, Allup, Julio y etcéteras, a las nueve de la noche, ya se habían adelantado al dar sus cifras certificadas por los mecanismos electrónicos de alta tecnología utilizados en el plebiscito del 16 de julio; mecanismo que le ofrecieron al CNE y se negó a utilizar por orgullo y también porque la UCV no quiso venderle la tinta indeleble para manchar el dedo chiquito. Lo cierto es que Allup fue el vocero para dar a conocer el verdadero resultado: 88% de abstención y un total de 2.483.000 sufragios, por supuesto, sumado allí los votos múltiples que permitió el Carnet de la Patria. Con ese veredicto se demuestra que pocos chavistas salieron a votar, como bien lo reseñan los grandes medios internacionales, y si ellos lo dicen, debió ser verdad.
Pero ¿por qué si eso es así, Allup, Guevara, Capriles, Rosales, Velásquez… al anunciar esas cifras tenían tanta "cara de circunstancias"? Y es raro además, que esos trece países que dicen defender la Constitución venezolana, aunque no respeten las suyas, no hayan convocado a un cónclave de emergencia para detener un abultamiento de los resultados, que podrían legitimar la instalación de ese tribunal de la inquisición como lo sería la ANC. Misterios de la ciencia, como diría el Doctor Lupa.
Ah…Lo que pasó es que, muchísimo antes de las nueve, ya sabían lo que anunciaría Tibisay Lucena: el irreversible resultado de 8 millones 089 mil 320 de votos con los que el chavismo legitima la Asamblea Nacional Constituyente.
Definitivamente no les queda otra:
-
A la dirigencia opositora le toca aceptar lo que el devenir le depara a la sombra de la ANC de amplios poderes por autoexcluirse.
-
La comunidad internacional entera, tendrá que aceptar, que la revolución chavista seguirá siendo referencia en el concierto universal contemporáneo, por lo cual, motivadora para la irreverencia de pueblos sometidos.
-
Las transnacionales y mercaderes de los recursos del planeta, tendrán que postergar sus apetencias de las riquezas del subsuelo venezolano, ojalá que por muchos años, o para siempre.
-
Los deseos belicistas de Trump respecto a Venezuela (que solo son eso, porque objetivamente el contexto geopolítico mundial no le es favorable a USA), deberá volcarlo a cualquier otro arrebato de locura que se le ocurra, porque con estos resultados, tendrá más cuidado con los llamados de atención tanto de Rusia como de China.
Pues sí, la constituyente no va, la constituyente es…