En la mañana, temprano, detonaciones y destellos luminosos despertaban los cielos del alma y alba venezolano. Presagiaban tempestad, el inicio del fin, la arremetida definitiva. Durante más de 100 días, los medios instigaban un cruento e inminente desenlace; en sus narrativas diarias, incesantes, daban cuenta del acabado y extremo deterioro del gobierno de Nicolás Maduro, de la Revolución Bolivariana y cómo sus fuerzas, a decir de ellos los propagandistas, heroicas y libertarias, lograrían la victoria, retomarían la libertad y democracia imperial.
Cien, trescientas..., miles, cientos de miles, las cargas de caballería invasora, su ejercito mediático no cesaba en sus intentos, directrices y ordenes a mercenarios, terroristas, en el campo de batalla. Imperativo detener la Revolución Bolivariana, el ímpetu libertario, heroico y soberanista de los hijos, herederos de Simón Bolívar, Libertador de América, de Hugo Chávez, hoy dirigidos por Nicolás Maduro y el Comando Zamora 200.
Contra toda posibilidad de triunfo ante incesantes arremetidas de la caballería imperialista; de los confines de la tierra, los pobres, humildes, campesinos, trabajadores, empleados, obreros, empresarios, viejitos, "discapacitados", pescadores, venezolanos antimperialistas..., soportaron tormentas, cruzaron ríos embravecidos cual furia imperial, sortearon barricadas insalvables, de odio, fascistas, físicas, de quema de personas vivas, de entrega y sumisión colonial..., ¡y llegaron!, llegaron a la cita; ¡con la Patria!, ¡por la Patria!, plenaron los caminos, calles, ciudades, el campo de batalla, los centros electorales... ¡Voto a voto!, minuto a minuto a lo largo del 30 de Julio de 2017 en la era de nuestro señor Jesús de Nazaret, la derrota del ejercito imperial, mercenarios, terroristas, perritos alfombreros, medios de propaganda se va consolidando.
¡El silencio mediático, comunicacional, ensordece! Desde el campo de batalla, la fortaleza y resolución del pueblo venezolano a ser libre, soberano, independiente, irreverente, muestra una contundente y muy conocida realidad; ¡los medios de comunicación han estado mintiendo, invocando a la guerra fratricida, ocultado la verdad! Las fuerzas imperiales, sin cómputo oficial necesario, vislumbran la más espectacular de sus derrotas en 20 años.
Con la votación inusual y extraordinaria de MÁS DE OCHO MILLONES DE VENEZOLANOS (8.089.320), IRREVERENTES, ANTIMPERIALISTAS..., mostrábamos nuestras raíces y expresábamos al mundo nuestros deseos de AUTODETERMINACIÓN como NACIÓN LIBRE, SOBERANA E IMDEPENDIENTE. Propinábamos a la oposición venezolana, la mediática mundial, al gobierno estadounidense con Donald Trump como novel emperador y a los serviles gobiernos imperiales de América Latina y Europa, la más significativa, aplastante, vergonzosa DERROTA SOCIAL, POLITICA, ELECTORAL Y MEDIATICA de los últimos veinte años.
¡NUESTRA VICTORIA POR LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE PARA UNA TIERRA DE PAZ, DE AUTENTICA Y ORIGINAL DEMOCRACIA, como ejemplo de extensas alamedas, sabanas venezolanas, para la LIBERTAD DE LA HUMANIDAD!
Denigrante todo aquel venezolano o extranjero que por negación de la realidad política y social de Venezuela quiera ocultar, desprestigiar, ¡exterminar!, a tan significativo número de VENEZOLANOS. ¡Ante la realidad incuestionable, su modo pánico está activado!
