El poder supremo y plenipotenciario de la ANC, debe dictar las pautas insoslayables de un nuevo orden económico, independiente de los factores internacionales hegemónicos del capitalismo, pero atentos a nuevas alianzas bilaterales y compromisos con países amigos.
Para ello, está obligada la ANC a revestirse de paciencia, sabiduría y recopilación de opiniones entre los especialistas, que a su vez debe ampliarse y cuyas propuestas constituyan alternativas eso sí, sin exclusiones ni complejos. Es menester considerar a aquellos que han venido haciendo aportes, por ejemplo, el caso de Jairo Larotta y la estudiada posibilidad de establecer el bolívar-oro, para otros efectos y me disculpan la primera persona, tengo varios años proponiendo la congelación de precios por rubros determinados y a fecha anterior que puede ser de aproximación de los últimos seis meses o más.
Ahora, estas dos propuestas tocan lo más sensible en estos momentos de la economía, por una parte el asunto de la convertibilidad de la moneda y su verdadero valor y por otro referido a la inflación inducida y la vorágine de los precios que no obedecen a ninguna razón económica y como sabemos han sido en ambos casos, alteraciones de orden político, por ello, por otra parte, he venido sosteniendo que en Venezuela lo que se ha presentado es un gran desorden económico más que una crisis a las que habitualmente corresponden a las economías capitalistas neoliberales.
Por estas y otras causas es que la ANC debe hilar fino, de tal manera que recojan todas las propuestas ,medir y analizar la viabilidad de las mismas, en consecuencia podamos establecer en consenso las nuevas reglas de la economía. Ahora bien, todo ello, debe pasar por el escrutinio de los Actores Económicos que de buena fe apunten a reordenar el papel de la empresa privada, sus fortalezas y debilidades, capacidad instalada y deseos de aportar experiencias.
Otro punto de suma importancia que no se debe perder de vista, es el concurso de las pequeñas y medianas empresas, eje fundamental del arranque de la nueva economía. En esto, la historia de países con economías sanas e independientes, comenzaron con el desarrollo de las mismas,, inclusive con las empresas de orden familiar como ocurrió en Europa y se replicó en América Latina como el caso de Argentina , luego de la segunda guerra mundial.
La ANC tiene en sus manos la construcción de una economía que incorpore además, a la economía comunal, clave en nuestro concepto para recuperar el consumo de lo nuestro, en ello, hay bastante experiencia, pero debe ser objeto de una sistematización por actividad, es decir un censo cierto que coadyuve a organizar e integrar de manera efectiva a todas las empresas de Producción Social bajo parámetros de oportunidad y trascendencia en las comunidades.
El tema del valor de la moneda, pasa por la evaluación de la posibilidad de medir en el tiempo la relación consumo y producción para tales efectos, el poder adquisitivo y el verdadero valor de cambio y de uso implícitos. Destacando además el papel del Estado, la reestructuración y modernización del mismo y la necesidad de incorporar al poder popular organizado bajo parámetros de inducción y aprendizaje evitando la discreción de funcionarios de manera individual, hay que legislar al respecto con una concepción holística.