A treinta días de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente conviene hacer un repaso de este periodo como parte del seguimiento de pulso nacional, reconociendo que esta ha limitado sus acciones al campo de lo político, mientras que afina el esquema organizativo que la regirá.
Es conveniente recordar que el Presidente Maduro convocó la Asamblea Nacional Constituyente en función de siete objetivos, el primero de ellos ganar la paz y reafirmar los valores de la justicia a través de un diálogo nacional. A la luz de lo recorrido digamos en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente ha logrado que los actores políticos de oposición que promueven la violencia cesen temporalmente en sus intenciones, de hecho, hoy están activamente incorporados en el proceso de elecciones para gobernadores y gobernadoras que se realizará en octubre próximo. Podemos reafirmar que el Presidente Maduro al impulsar la Asamblea Nacional Constituyente, toma la iniciativa política y coloco a la oposición en un terreno de juego nivelado, que se expresan los diálogos no públicos que se ha intensificado.
En síntesis el accionar político de la Asamblea Nacional Constituyente se restringe a trabajar en la legitimación de sus acciones, a través de la coexistencia con los poderes públicos constituidos, de los cuales el legislativo fue el más reticente; teniendo como resultado la supeditación de los mismos a la ANC. En caso particular de la Fiscalía, el hecho de que su titular Luisa Ortega Díaz desconociera a la ANC llevo a su destitución y posterior nombramiento de Tarek W. Saab como nuevo Fiscal. Por otro lado, la ANC se ha pronunciado frente a la coyuntura nacional e internacional. Para aportar medidas para la convivencia se instalo la Comisión de la Verdad, la Justicia y la Paz. Finalmente ha adelantado las fechas de las elecciones regionales.
En ámbito económico en particular existe una expectativa creciente de la población, pues los problemas en lo cotidiano son igualmente crecientes, sobre todo en lo relacionado con el acceso a los bienes y servicios básicos. Aquí la ANC sigue en mora, y creo que se explica porque que no hay consenso para definir medidas y este es vital desde la perspectiva de quienes lideran el proceso (Maduro-Cabello). Se concluye entonces que los factores asociados a la oposición siguen teniendo en control en campo de lo económico y en consecuencia eso compromete la viabilidad de las medidas que desde el gobierno puede definir.
Se está configurando una fotografía detallada de las correlaciones de fuerzas y relaciones a lo interno de la ANC, dado si bien es cierto la mayoría de los que la integran se incorporan discursivamente dentro del proceso bolivariano sus intereses y posiciones sobre los temas no son los mismos, como muestra podemos referir el debate de Aristobulo Isturiz y Oscar Shémel en el Consejo Nacional de Economía en fecha 09/08/2017, relacionado con los controles económicos. Aún cuando es clara la influencia de Miraflores en la agenda que se desarrolla. En cuanto a la organización interna, en el seno de la ANC se han conformado veintiún comisiones que abordan diversos temas (Llama mi atención que en la primera información sobre las comisiones no existiera ninguna relacionada con el tema laboral).
¿Se reconoce el pueblo venezolano en el debate de la ACN?, podría afirmar que parcialmente, puesto que si bien es cierto se valora el accionar político, no es menos cierto que la situación económica en las familias trabajadoras es lo prioritario y es la acción del Estado sigue siendo precaria.
En la cuenta regresiva de la ANC faltan veintitrés meses y cada segundo perdido tiene un costo (político, económico y social), por lo tanto es inminente incorporar a la ciudadanía y sus organizaciones en la agenda propuesta en la convocatoria y tomar decisiones en consecuencia, de lo contrario se corre el riesgo de que sea un cascaron vacío, pero útil a intereses contrarios al pueblo.