Posterior a las elecciones del pasado 15 de octubre, el Presidente Nicolás Maduro Moros – a manera de reflexión – manifestó unas palabras dignas de tenerlas presentes siempre. El dijo algo así como "Que la victoria no nos envanezca y la derrota no nos amilane."
Ciertamente, en toda confrontación inevitablemente hay quien se alza con la victoria y hay quien debe aceptar la derrota. Pero lo importante es la manera como cada cual, cada bando o cada ejercito asume su papel. Tanto la victoria como la derrota deben ser sabiamente administradas. La Revolución Bolivariana ha venido, desde hace ya 18 años, llevando a cabo una serie de batallas contra un enemigo muy poderoso: el Imperio Norteamericano y sus aliados internos. Esta etapa de la guerra se ha caracterizado por una confrontación en el terreno de la diplomacia y en el terreno electoral. Por supuesto, muchos compatriotas han pagado con sus vidas su militancia y defensa de la Revolución Bolivariana. El Comandante Chávez es un ejemplo de ello, pagó con su vida el liderazgo que construyó en el pueblo venezolano y pueblos del mundo. Pero lo que queremos destacar es la conducta que como militantes revolucionarios y revolucionarias, creemos, se debe tener. Sun Tzu en su libro "El Arte de la Guerra" indica: "El arte de la guerra constituye la estrategia suprema para aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación."
¿Qué supone el conocimiento de la naturaleza humana? Entender que no todas las personas responden de la misma manera ante circunstancias diversas. Y ello es así porque los seres humanos somos complejos. En el hecho social uno más uno no es dos. En el año 2006 ganamos unas elecciones, pero en el año 2007 perdimos la reforma de la constitución. Fuimos derrotados en diciembre del año 2015, año y medio después ganamos la Asamblea Nacional Constituyente y las elecciones de gobernadores y gobernadoras. Y a la vuelta de un mes y medio iremos a unas elecciones de alcaldes y alcaldesas. Citemos nuevamente a Sun Tzu: "Una operación militar no debe prolongarse por mucho tiempo, aunque se esté ganando la batalla porque las fuerzas tienden a agotarse y los recursos también."
Asistimos actualmente a una coyuntura marcada, entre otras cosas, por una inflación inducida, una corrupción que algunos la califican de crónica e institucionalizada, una oligarquía que hace y deshace, un gobierno que ha mostrado debilidad para enfrentar los vicios y un poder popular que es usado como pretexto en los momentos que se avecinan elecciones. Asistimos a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente como garantía de paz y de solución al problema económico. Creemos que el primer objetivo se logró pero el segundo está en veremos.
Aunque a ciertos "líderes" del chavismo les moleste se hable sobre la situación económica del país, no podemos ocultar que este es el día a dia de cada familia, en las paradas repletas de gente, en la bodega del barrio, en la asamblea popular, en la reunión del clap o del consejo comunal. Sin embargo, la nobleza de este pueblo es lo que ha salvado la Revolución Bolivariana. Esto debe ser visto por la dirigencia chavista con un alto sentido de agradecimiento y retribución hacia ese pueblo. Por tanto, se debe ser receptivo a las críticas que este pueblo formule, en lugar de actuar con brabuconadas y descalificaciones que distan mucho de ser conductas autenticamente revolucionarias.
Finalmente quiero señalar que el verdadero revolucionario predica con el ejemplo. Luego de la caída de la Unión Soviética, Cuba vivió una situación quizás peor que la que estamos viviendo actualmente en Venezuela. En ese tiempo vimos a un Fidel Castro, en algunos actos públicos, notablemente delgado y se orientó a la dirigencia del Partido Comunista Cubano en la restricción de ciertos gastos. Nuevamente quiero citar a Sun Tzu: "Los habitantes son la base de un país y los alimentos son la felicidad del pueblo. Los líderes deben ser sobrios y austeros en sus gastos públicos."
¿Cuánto nos puede envanecer la victoria y cuánto nos puede amilanar la derrota? Ubiquemosno siempre en tiempo y espacio y atendamos el palpito del pueblo. Eso fue lo que hizo Chávez. Por eso el pueblo lo amó y por eso el pueblo lo ama.