Alguien pudiera decir y ya se ha dicho, que la situación que vivimos está así, por una "guerra económica" y un proceso de desestabilización producto de la injerencia extranjera. Esto no dejando de ser cierto, simplemente recoge que frente a un plan o planes, otro plan se viene imponiendo. Nadie a estas alturas puede decirnos, que no era previsible, que otras fuerzas políticas iban a encausar una acción para disminuir la capacidad de accionar del proyecto bolivariano.

¿Fracaso el Proyecto Bolivariano?

Una respuesta a esta pregunta, reclama considerar las propuestas emblemáticas del proyecto y contrastarla con la situación que estas propuestas emblemáticas tienen hoy. Por supuesto, si me fundamento en la llamada inversión social del gobierno revolucionario, que como ya sabemos ha estado rondando siempre el 70% de los recursos que anualmente se incluyen en el presupuesto nacional, no hay dudas, que el gobierno ha realizado una inversión social importante. No hay duda de este hecho, pero no toda esa cantidad de recursos va directamente a la atención de necesidades. Hay una parte que la consume el aparato burocrático.

La misión vivienda por ejemplo, es un tremendo esfuerzo, pero no es bueno dejar a un lado, que esta misión vivienda surgió producto de una emergencia que vivió Vargas y la situación de inestabilidad que confrontaban comunidades de la gran Caracas, cuyas viviendas estaban en los cerros y en riesgo.

Este esfuerzo con la vivienda no estuvo entre los aspectos emblemáticos del proyecto bolivariano. Se anexo luego porque hubo una emergencia y los conductores del proyecto se percataron de una necesidad. ¿Puede un joven profesional y trabajador hoy, acceder a un apartamento por una opción distinta a la que ofrece la gran misión vivienda? Es una posibilidad muy poco probable. La vivienda se ha vuelto imposible por una vía distinta a la que ofrece el gobierno.

Pero la posibilidad de respondernos esta pregunta, debe partir de un contraste entre los objetivos emblemáticos del proyecto bolivariano y los resultados que se tienen hasta hoy. Es una manera de ver si el proyecto ha fracasado o si por el contrario tiene su fuerza inicial.

Tomemos en consideración, el primer plan socialista y el plan de la patria que fue transformado en ley. En el primero se nos ofrecieron varias líneas y entre ellas se destaca nueva ética, democracia protagónica, nuevo modelo productivo y otras más que no es necesario mencionar. En el plan de la patria, se nos ofrecieron cinco objetivos históricos, una cantidad considerable de objetivos nacionales y objetivos estratégicos.

Si tomamos como referencia, la línea 1 del primer plan socialista sobre la "nueva ética socialista" y tratamos de encontrar una referencia nacional para verle la consistencia hoy a esta propuesta, sólo hay que detenerse en el desempeño ético de altos funcionarios que ya no lo son por su conductas, que fue conocida ya consumados los hechos de corrupción y el saqueo que realizaron. Sólo con la corrupción que hubo en la FPO, es más que suficiente para tener una referencia del muy poco avance que tuvo la "nueva ética socialista". Los que sustrajeron (robaron) funcionarios a través de diversos mecanismos daba para cancelar una parte importante de la deuda que tiene el país.

El nuevo modelo productivo no muestra la cara, pero el rentismo que se propuso erradicar desde el primer plan y el plan de la patria luce su mejor rostro hoy. En esto, hay algo peor que la existencia del propio rentismo. El presupuesto nacional, que era la forma de vivir del rentismo petrolero, ha dado un giro importante, que debe ser valorado en este esfuerzo por entender si el proyecto bolivariano está cerca de su mejor momento o del fracaso.

El presupuesto nacional, ya no se formula bajo la lógica de la renta petrolera. Tampoco bajo la lógica de una dinámica que pudiéramos concebir como socialista, que pudiera definirse, que los que económicamente están más solventes, son los que debería aportar más en el proceso de formulación del presupuesto nacional. Lamentablemente no es así. En este socialismo, no "aporta más el que más gana. La gran mayoría de las familias trabajadoras en el país son las que más aportan y en este Presupuesto 2017 el salto de esta desigualdad rompe récord en toda la historia de los presupuestos nacionales"

La investigación que ha venido adelanto Juan García, nos muestra que en la elaboración de 15 presupuesto nacionales, el aporte petrolero desde 2003 hasta el 2017 ha venido en una caída libre y estrepitosa y en el renglón de impuestos indirectos (IVA + otros) sube en impulso libre y la cuenta se la cargan a las familias trabajadoras. Para el 2003, el presupuesto se formuló con un aporte del 31,5% de ingresos corrientes petrolero y los impuestos indirectos (IVA + otros) aportaron 25,2%. Para el presupuesto nacional 2017, los recursos petrolero tributaron al presupuesto nacional 3,3% y los impuestos indirectos, el 64,93%[i].

Ir al detalle de los ingresos por conceptos de impuestos, permite saber que la investigación realizada por Juan García determina, que el 82,9% de estos ingresos, tributaron a la formulación del presupuesto nacional 2017. Un gobierno que aplica estos criterios para captar recursos y colocarlo en el presupuesto nacional, deja ver que su prenda íntima que es el socialismo, le queda un poco suelta.

Si se toman la molestia de ver la Ley Plan de la Patria y se detienen en la meta macroeconómica, notaran que lo que se recoge ahí desentona con lo que estaba en el primer plan. Este plan, así lo dice, se sustentará con el crecimiento de la producción petrolera. El nuevo modelo no aparece registrado en cifra en este plan. La "esperanza estuvo puesta en el petróleo y el gas"

Si consideramos, que el protagonismo era una variable definitoria del socialismo del siglo XXI, nada hay que lo sustente. Hay comunas y consejos comunales en número pero no en participación. Una cosa tan elemental en una democracia como la selección de candidatos, ha sido suprimida totalmente. Las bases no eligen, votan por lo que la cúpula ordena. Eso tampoco puede calificarse como socialismo y menos como un socialismo del siglo XXI.

Se nos vendió en el primer plan y el segundo la idea de independencia. Hoy para Venezuela es un drama las sanciones de los EEUU. Si eso de la independencia fuera ligeramente cierto; las sanciones de EEUU serían hoy un mal chiste. No hemos superado la dependencia con Estados Unidos y a esa dependencia hemos agregado la de Rusia y China. No hay dependencia buena y mala. Al día de hoy, por muchas razones incluyendo el plan que tiene el enemigo, no hemos conservado y menos expandido "el bien más preciado que hemos conquistado después de 200 años: La Independencia".

Es posible que haya más jóvenes con celulares de última tecnología y con tables dadas por el gobierno. El dar no estaba en ninguno de los planes diseñados hasta ahora, pero es una de las pocas cosas que pueden registrarse como situaciones reales. El Estado ha tenido en el dar, la línea estrategia del socialismo del siglo XXI, porque tal vez supone que una parte de ese principio, que suele decirse que es de Marx, obliga que "a cada cual, según sus necesidades" y por eso se ha hecho costumbre, que el dar es únicamente posible en socialismo.

No habrá quien saque los datos sobre la disminución de pobreza para cargarle al proyecto bolivariano una a favor. Cabe por preguntarse: ¿Qué tan revolucionario es el método de la CEPAL para abordar el fenómeno de la pobreza?

Es un dato que no se puede conocer, pero si ofrecieran la suma de todos los recursos que el FCI y las gobernaciones revolucionarias dieron a los Consejos Comunales y la cantidad de esos recursos que realmente se ejecutaron, se concluiría que no hay manera de calificar ese dar como una gran estafa, que niega la nueva ética y echa al carajo desde el lado popular el protagonismo. Se pierde de vista, la cantidad que los voceros de CC que no rindieron cuentas y que distrajeron esos recursos.

[i]García Juan. Presupuesto Nacional 2017: un ajuste neoliberal que vuelve leña el Presupuesto de la Familia Trabajadora https://www.aporrea.org/actualidad/a252066.html