"Mientras nosotros andamos de cumbre en cumbre, nuestros pueblos se la pasan de abismo en abismo" Hugo Chávez.
Memorable frase dicha por el comandante en alguna de esas conferencias, en las que le tocó enfrentarse solo a las elites gobernantes del capitalismo globalizado.
Muy claro tenía el comandante el rumbo, para salvar a la humanidad es necesario un cambio de sistema, un cambio de modelo, y en ese intento, fiel a su discurso, consumió su vida.
En estos días, se habla mucho de refinanciamiento y de reestructuración de la deuda, se oye continuamente la palabra default, se habla del "fracaso del modelo socialista", aunque casi nadie conoce de que se trata y cómo funciona realmente el sistema económico del capitalismo financiero internacional, del que querámoslo o no, para bien o para mal, nuestro país forma parte, sobre todo porque todavía seguimos cumpliendo el papel impuesto por las huestes colonizadoras de ser únicamente una fuente de recursos para las grandes corporaciones de la gran metrópolis capitalista y sus elites dominantes.
No soy, gracias a dios, economista, por lo tanto no voy a hacer un ejercicio formal sobre las supuestas leyes económicas que se enseñan en las grandes universidades y que hoy han convertido a su fracasada ideología neoliberal en una religión más, plagada de mitos y dogmas, una religión que no duda en crucificar o quemar en la hoguera a los herejes.
Y como hereje que soy, enemigo frontal del método formal y de cualquier rigidez académica que el tiempo inevitablemente se contentará en destruir y cambiar, la vida me ha castigado quizás con la manía de investigar, de hacer todo lo posible por no quedarme en la superficie, tratar de ir cada vez más profundo en los análisis de los sucesos, de la información, de la historia, y como hace muchos años me aconsejó mi viejo, cuestionarlo todo.
Entendamos antes que nada que el discurso neoliberal se basa en "reformas" que llevan al desmantelamiento de todas las regulaciones públicas, del poder del estado y con ello todos los derechos adquiridos por los trabajadores durante un largo y duro tiempo de luchas. Entendamos también que esos derechos fueron finalmente concedidos por los dueños del poder debido al terror que estas elites dominantes le tenían, (y aun le tienen) al fantasma socialista que recorría el mundo después del triunfo de la revolución bolchevique.
El plan neoliberal de las elites es desmantelar lo progresivo e instalar una especie de neo feudalismo, donde no exista ningún control del estado, sin embargo en este supuesto liberalismo, absolutamente todo pasa a ser controlado por el capital financiero, sus corporaciones y sus brazos armados y cuerpos represivos.
La gran mentira del imperio del fraude y sus instituciones, es que por medio de estos ajustes o reformas, se logra el crecimiento del P.I.B. lo que traería bienestar para todos , nada más lejos de la verdad, el poco crecimiento económico logrado por las potencias occidentales está basado en el robo descarado, en la privatización de lo público con la triste y falsa excusa de que la privatización maximizará la eficiencia tecnológica, la realidad y las cifras demuestran que estas políticas de austeridad permanente y acumulación por despojo ,asumidas con muchísima fuerza después de los 80 solo han incrementado la desigualdad y la pobreza y siguen generando miseria y conflictos, en vez de la prometida prosperidad el "desarrollo" promovido por la ideología neoliberal solo ha producido unos cuantos multibillonarios que se han venido descaradamente apropiando de los bienes y las riquezas de todos
Los tratados de libre comercio y otros acuerdos discutidos a espaldas de los pueblos entre representantes que solo son muñequitos de torta, en cumbres y reuniones de organizaciones con siglas pomposas siempre al servicio del imperio capitalista, son trampas que imposibilitan la transferencia tecnológica, destruyen las pequeñas industrias de los países en desarrollo, y despojan de sus tierras a campesinos e indígenas, robándole la soberanía y la dignidad a las pueblos, mientras los oligarcas incrementan y mantienen sus ganancias ilícitas en bancos internacionales y paraísos fiscales, bien lejos del alcance de los gobiernos afectados y sus ciudadanos.
Después de la crisis del 2008, se creó más dinero de la nada que nunca, fondos que jamás llegaron a los más necesitados y que fueron a parar a los bancos para pagar sus desfalcos, y a préstamos sin intereses a las grandes fortunas y corporaciones para la recompra de acciones en el gran casino de las bolsas de valores. Todo este crédito no productivo solo incrementa el crecimiento de la deuda, una deuda eterna e impagable, es así como el capitalismo salvaje sigue financiando la usura y el rentismo.
En esta decadencia vulgar y bárbara, las elites financieras capitalistas luchan arduamente para evitar los cambios que inevitablemente, más temprano que tarde, han de venir. La despiadada "diplomacia" de guerra euro americana utiliza la subversión, la siembra del caos y la violencia, para evitar al costo que sea la transición del fracasado modelo capitalista hacia un modelo socialista más justo y verdaderamente humano.
Aunque hablen de la defensa de los derechos humanos y de libertad, esa es la verdadera causa de su injerencia y sus intervenciones humanitarias, basadas según ellos en la "Responsabilidad De Proteger" , la diplomacia de guerra euro americana, solo busca desestabilizar, destruir gobiernos nacionalistas, desmembrar naciones y poner a los pueblos a matarse entre ellos para seguir explotando y robándose los recursos y así poder mantener los privilegios y el status de vida de la metrópolis capitalista .Todo lo demás es sacrificable, incluyendo a la mayor parte de la humanidad y a nuestra sagrada pachamama.
No caigamos en las trampas y maquinaciones del capitalismo imperial y su mercado de ilusiones, Es solo por medio de la organización popular y la lucha constante desde abajo, con amor y solidaridad que podremos construir la telaraña, ir sembrando en las grietas que ya se están abriendo en las bases de la estructura imperial y sus malos gobiernos para seguir construyendo cada vez con más fuerza el nuevo mundo que hoy queremos y necesitamos.