Más de 18 años, golpes de estado, paro petrolero, paros empresariales, paros de todo tipo, millones de dólares del pueblo estadounidense desperdiciados, sin su consentimiento, en una oposición inútil y aberrantemente corrupta que en todos estos años, no ha logrado derrotar al huracán revolucionario que llevo al poder al Comandante Hugo Chávez.
Mientras se mantenía el ataque constante, y se multiplicaban los fracasos políticos de la oposición apátrida, fueron los tanques pensantes financiados por las elites dominantes, afinando planes, cambiando estrategias, hasta que llegado el momento, después del vil asesinato del comandante Chávez, y del triunfo, que creían casi imposible bajo esas circunstancias trágicas para el pueblo venezolano, del actual presidente constitucional Nicolás Maduro, las fuerzas imperiales decidieron desatar todos los demonios a la vez, y poner en práctica estrategias que les fueron útiles en muchas otros lugares y ocasiones: guerra económica, guerra sicológica , violencia callejera, sabotaje, asesinatos, sin embargo el bravo pueblo siguió aguantando, por lealtad y por amor… hasta ahora…
Las técnicas del ya famoso, o más bien infame manual de gene Sharp se desarrollaban al pie de la letra en las calles y a través de los medios de la prostituida prensa corporativa, simultáneamente, por debajo, entre las sombras, los servicios de inteligencia al servicio de las corporaciones y sus elites, actuaban sin descanso y sin escrúpulos.
Fueron así, a través de los años, comprando conciencias, infiltrando puestos claves a todo nivel, en todas las compañías del estado, saboteando, corrompiendo y por supuesto sembrando el caos en todos los servicios. Todo ese caos y corrupción fueron filtrándose hacia el ciudadano de a pie, confundiéndolo y despojándolo de su dignidad.
Desde las gobernaciones y las alcaldías opositoras estos planes fueron apoyados y potenciados, las policías municipales trabajando con la delincuencia organizada y el paramilitarismo que lentamente se ha venido infiltrando desde la hermana república de Colombia.
Desde los medios, la prensa nacional e internacional y las redes, la destructiva campaña de propaganda tomó niveles nunca vistos, por medio de ella logran sembrar la idea de que la culpa es solo del gobierno y de un modelo "socialista" que ellos mismos se han encargado de sabotear desde un principio y que todavía no termina de instalarse, Inventan la imagen de un dictador y de un narco estado todo a punta de mentiras , medias verdades, de magnificar los errores del gobierno y de ocultar sus éxitos y los beneficios que la revolución ,les duela o no, mal que bien, aún sigue otorgando a su pueblo
A medida que la mafia financiera internacional acorrala económicamente al país, ya de forma pública y descarada, las mafias de extracción siguen desangrando al país, llevándose todo, incluso los nuevos billetes, el mercado de frontera es hoy una maquinaria para lavar dólares y atacar directamente al pueblo venezolano, todo bajo la mirada cómplice y con la participación activa de las corruptas oligarquías que siempre han gobernado Colombia, sus socios en la banca venezolana y de muchos funcionarios y políticos que han sido comprados o cooptados por la maquinaria infernal del capitalismo, una maquinaria que si no puede comprarte , te elimina.
Así las cosas, poco a poco, van logrando confundir y dividir al pueblo venezolano, siembran mentiras y nos ponen a dudar, corren los más insólitos rumores, incrementan el saboteo de los servicios públicos, lentamente desatan un caos que una vez suelto ni siquiera ellos saben realmente cómo detener.
La intención final es una sola, destruir el tejido social del pueblo venezolano, acabar con la solidaridad, destruir la dignidad de los bolivarianos, sembrar el rencor el odio y ponernos a pelear entre hermanos.
La especulación, el acaparamiento, la inflación desatada son solo herramientas para destruirnos moralmente, debilitarnos y obligarnos a claudicar en nuestro legendario deseo de ser libres, soberanos e independientes.
Una Venezuela digna, más justa, con un modelo de gobierno más humano que invierta en su pueblo y no en las grandes mafias del capital, es una amenaza, porque sería el ejemplo a seguir por todos los pueblos del mundo que hoy quieren ser libres de la opresión, de la miseria y la austeridad obligada por el neocolonialismo imperial.
Y es por eso que no pueden permitir que un gobierno verdaderamente chavista triunfe, no aceptaran nunca un modelo socialista exitoso, con una política internacional de paz y que promueva la multipolaridad, que impulse la unión de los pueblos de la América y que se emancipe por fin de las garras del imperio financiero internacional, eso sería la antítesis de sus políticas guerreristas de conquista y saqueo, de su inmunda diplomacia de guerra, y declararía el fin del mafioso imperio financiero global, autoritario y machista, individualista, egoísta y asesino que han venido construyendo desde hace siglos.
La destrucción de Venezuela está en marcha, y a medida que las fuerzas bolivarianas tratan de organizarse y contraatacar, los procesos destructivos se aceleran exponencialmente, aupados y aplaudidos por los apátridas y los confundidos que creen que saliendo de Maduro y los chavistas Venezuela se convertirá en un país mejor.
La realidad queridos compañeros es que el chavismo verdadero, ese basado en nuestra historia revolucionaria, en las doctrinas del libertador Simón Bolívar, el chavismo combativo, cargado de fuerza ética y moral es, a pesar de los muchos errores cometidos, la única esperanza que tenemos de salvar la patria y el futuro de nuestros hijos y nietos.
Cualquier otra cosa, en las actuales circunstancias que atraviesa el planeta será, dios no lo quiera, solo más guerra y destrucción, austeridad y sufrimiento y el convertirnos, querámoslo o no, en "esclavos libres" de una sociedad autoritaria, inhumana, tan cruel y destructiva que ni las mentes más brillantes de la literatura de ciencia ficción pudieron jamás ni siquiera imaginar.