No esperemos más. Aumentar los salarios no es la solución. Ese intercambio de problemas, aunque ayuda a algunos sectores de la población, es percibido hoy por much@s votantes –sobre todo los indecisos y oscilantes e incluso por algún@s "chavistas– como la causa –casi exclusiva– del incremento de los precios y de la hiperinflación que, como sabemos, es multicausal y obedece a factores internos y externos.
Entre ellos: errores cometidos en nuestra política económica, monetaria y cambiaria –desde hace tiempos atrás– altos niveles de corrupción especialmente entre algunos: empresarios, líderes políticos y militares– baja capacidad de gobierno –tanto del gobierno como de la oposición–, especulación y acaparamiento, bachaqueo y contrabando generalizado, alta injerencia del entorno –político, económico y social– como es el caso de: Dólar Today y Dólar Cúcuta-Maicao; las medidas restrictivas y amenazantes del imperio norteamericano, las transnacionales y del poder sionista mundial. Paradójicamente, influye además: el limitado apoyo de parte de fuerzas aliadas a nivel internacional; la alta dependencia de importaciones de bienes y servicios, desde hace muchísimos años; la baja gobernabilidad sobre el precio del petróleo –dentro de la OPEP y en el mercado mundial– entre otras causas relevantes que poco tienen que ver con los incrementos salariales –que tradicionalmente son anunciados el 01 de Mayo– y los cuales tienen una repercusión –directa e indirecta– sobre los precios de los bienes y servicios, cuando, como ocurre hoy, se ha desbordado el liberalismo económico y hasta pareciese ser incontrolable.
¿Por qué lo hemos permitido? ¡Sabrá Dios!
Consecuencias: ya las sabemos. Entre otras: éxodo de venezolan@s y extranjeros nacionalizad@s; deterioro y baja calidad de los servicios educativos y de salud; deficiencias de los servicios públicos –electricidad, agua, transporte, aseo urbano, etc– que crean temores y desesperanza, generando malestar en la población y acumulando potenciales conflictos sociales, y enfrentamientos, con organismos e instituciones así como con gobiernos regionales, municipales y, sobre todo en época electoral, con el ejecutivo nacional. Lo cual, de no detenerse URGENTEMENTE, pudiera convertirse, de un momento a otro –pues crece de manera exponencial– en un "pase de factura electoral", un "voto castigo" o, sorpresivamente, se piense en "darle una oportunidad a otros" para así restablecer la histórica y superada tendencia de la "política pendular". Aunque, hasta ahora, hayamos corrido con algo de "suerte".
Esto lo han venido advirtiendo, desde hace tiempo sesudos economistas tanto dentro como fuera del gobierno. Para citar tan sólo un ejemplo de ello veamos la noticia que fue reseñada el 13/01/2018 en "El Nazional", en la que 97 profesionales de la economía señalaban:
"Los economistas recordaron que de acuerdo con los cálculos de la Asamblea Nacional, en 2017 la inflación cerró en 2.616%, e insistieron en que no se puede proteger el ingreso de los venezolanos solo decretando aumentos salariales. "Sus ministros y asesores le han tenido que informar que subir por decreto la remuneración salarial cuando cae la productividad es combustible seguro para más inflación".
Reiteraron que las penurias por las que atraviesa la economía no se debe solo a la caída en los ingresos por exportaciones petroleras, y aseguraron que antes de 2014 se venían acentuando los desequilibrios macroeconómicos, reflejados en crecientes déficit del sector público, fuga de capitales, desabastecimiento e inflación. "Usted (Maduro) no puede desconocer que las carencias actuales están estrechamente vinculadas al intento de trasplantar un modelo que ha demostrado ser pernicioso para economías en vías desarrollo y, en consecuencia, al manejo inapropiado de las políticas públicas". (*)
Y por supuesto, le terminaron achacando al "modelo socialista" y no a la baja capacidad de gobierno (CG) del gobierno y a las injerencias extranjeras o a la oposición guarimbera, los problemas inflacionarios.
No tengo que desempolvar – casi 40 años después– mis libros y notas de Macroeconomía y Planificación del Desarrollo y menos desenvainar el título de la Maestría en esa materia (en LUZ) o el de Creatividad Aplicada Total (en Santiago de Compostela, España), en las que tuve profesores de prestigio y sabiduría, como: Francisco Mieres, Maza Zavala, Carlos Matus e incluso, algunos de ellos emigrados a las filas de la oposición como: Gerver Torres o Carlos Blanco… para saber de lo que alerto.
Lo saben mis condiscípulos de ese postgrado –por cierto: todos eran economistas, el único ingeniero era yo– y, sin embargo: fui el único que se graduó en el tiempo establecido y, tal vez por mi tesón, logré obtener la máxima calificación. Cuanta pena me da decirlo, en base a esa experiencia académica y la vivencia en todos estos años: Los economistas, muchas veces y, a la vez, much@s de ell@s, no saben interpretar la "economía" y les falta creatividad para "darle la vuelta" y conseguir el "artificio" que le encuentre "solución" a lo que no entienden es, en realidad y fundamentalmente, un problema cuasiestructurado o inestructurado y de naturaleza no sólo técnica sino política. No saben que no saben. Quieren conseguir soluciones tradicionales y sencillas, sacadas de los libros marxistas-leninistas, keynesianos, ricardianos, smihtsonianos o quién sabe siguen fanatizados las recomendaciones de los "Chicago Boys", educados por Milton Friedman y Arnold Harberger, o de la corriente de la economía solidaria como Paul Singer y Euclides Mance, o bien, de destacados economistas del pasado como Malthus o Pareto, para resolver algo que tal vez lo único que necesita es "sentido común", "resolver un acertijo", "darle la vuelta" o bien, en este caso: procesar el problema TECNO-POLÍTICAMENTE y comprender que hay que acelerar y poner en ejecución lo que ya será inevitable, tarde o temprano.
No permitamos que otros tomen la iniciativa: ¡Petrorización ya! Esta es la solución creativa, factible, viable y contundente. Asignémosle a los trabajadores, de una vez por todas, una salario en PETRO o en su respectiva variantes como el MENE.
No es la dolarización la decisión correcta, como pide el candidato presidencial Henry Falcón o como pensé yo mismo y luego corregí, a tiempo, dándole peso al PETRO. Es preferible, el Petro o el Mene como pago, a que nos aumenten el sueldo.
Total, luego los podemos convertir en dólares, yuanes, rublos, bitcoin, bolívares soberanos, por bienes y servicios o por lo que nos dé la gana.
El primero de Mayo cumplo 21 años de haberme jubilado en LUZ. Tengo más de 20 años ayudando a Chávez y a este proceso. Este año cumpliré 50 años como docente formal, aunque comencé a dar clases informales dos años antes. Y cumpliré 36 años de haber alcanzado el nivel o grado de PROFESOR TITULAR, máxima categoría como profesor universitario, equivalente, como lo señaló un día el Presidente Chávez al grado de GENERAL, en las Fuerzas Armadas. Entonces: A veces me pregunto:
¿Por qué no le ponen cuidado a nuestras alertas, advertencias, sugerencias, recomendaciones, propuestas…? ¿Será que de nada vale haber salido de la Universidad del Zulia con el Nivel de Mérito I y el Premio a la Excelencia Académica? No estoy pidiendo reconocimientos: No. Sólo que se nos ponga atención a quienes queremos ser útiles a la Patria/Matria, para que la sabiduría, la experiencia y el liderazgo asumido durante años, no se pierda y, no tengamos que decir junto a Bolívar:
"Hemos arado en el mar y sembrado en los vientos"
(*) Referencia: