Estaba, después de haber leído dos veces el comunicado que publicó la Plataforma Ciudadana de Defensa a la Constitución (PCDC) como deshojando la margarita: me meto no me meto con estas amigas y amigas. Aunque no conozco personalmente a la mayoría de este grupo, tengo afectos especiales por Oly Millan. Así que el candelero anda por dentro y decido lanzar esta opinión con duda.
La primera situación observada en este pronunciamiento, que me resultó un poco incómodo, es mantener una línea no abstencionista y luego dejarnos a mitad del río muy solo y en aguas muy turbulentas. Uno queda, después de leer el pronunciamiento, como guindado, muy confundido y dentro de mucha turbulencia, sin saber si nada contra corriente o favor de la corriente. La solución no es únicamente votar. Supone andar con una propuesta más allá de pasar toda la herradura electoral y ofrecer una opción que esté es correspondencia con el ejercicio del voto.
Voto en favor de un proyecto o propuesta y ese acto de favorecer a un proyecto con mi voto, lleva implícito una idea, que mi decisión de votar a favor de una determinada propuesta, lleva su piquete contra otro proyecto o propuesta.
El pronunciamiento deja en el aire, que puede darme igual, votar por Francisco Visconti, Reinaldo Quijada, Henry Falcón y Bertrucci. Lo que parece claro, es que cualquiera de las opciones anteriores son posibles, menos la opción de Maduro. El pronunciamiento me pide que no me quede en mi casa este 20 de mayo. Esto me incomoda mucho, porque el grupo desaprovecho una oportunidad para dejar una situación más concreta.
No creo de verdad, que este grupo de amigas y amigos esté verdaderamente convencido que desde AD, Primero Justicia, Voluntad Popular y un Nuevo Tiempo no tengan “ningún plan político para después de las elecciones, [aunque], algunos de sus dirigentes más importantes promueven directa o indirectamente una operación militar conjunta de la OTAN eufemísticamente calificada de “intervención humanitaria” para “arreglar” a Venezuela”[i]. Los “Algunos” son precisamente sus direcciones políticas.
No lo digo yo, es parte del texto de este pronunciamiento que coloca la situación un poco más incómoda. Dice el pronunciamiento:
“Quienes desde las direcciones de esos partidos impulsan la abstención generan una tenaza de alternativas a cuál peor. En la “menos mala” de las garras de esa tenaza, Maduro se queda seis años más en el gobierno. En la peor de las garras de esa tenaza se le abre el camino a una guerra civil como consecuencia de una intervención militar extranjera y la posibilidad del desmembramiento de la nación. Esos promotores de la abstención no dicen nada del 21 de mayo. Para ellos, del 21 de mayo en adelante, el futuro de Venezuela quedará en manos del Comando Sur y del entente de Trump con la Unión Europea, el Grupo de Lima y la vocería de Almagro desde la OEA. Y que el pueblo venezolano se resigne pasivamente a lo que el destino le depare”
Estos abstencionista si tienen un plan y lo exponen muy claro en este texto. Esta línea es la peor porque esta tenaza “abre el camino a una guerra civil como consecuencia de una intervención militar” Estos abstencionista si dicen lo que quieren y estos amigos(as) lo colocan muy bien en el texto del pronunciamiento. Con estos abstencionistas, “el futuro de Venezuela quedará en manos del Comando sur, de Trump con la Unión Europea, el Grupo de Lima y la vocería de Almagro”. Si sigo esta idea y estoy en medio de un rio turbulento y con aguas corriendo muy violenta, qué me dirá en ese momento, mi instintito de supervivencia.
Ahora bien, si estas elecciones “del 20 de mayo son unas elecciones para, desde distintas perspectivas históricamente confrontadas, articular la fuerza necesaria para impedir que se nos siga malogrando el presente y el futuro”, qué hago con votar. Confunde más la situación esta parte del texto.
Tengo mi posición tomada respecto al 20 de mayo, pero insisto, votaré a favor de algo este 20 de mayo y no contra algo. Si Maduro es la menos mala de la opciones o tenazas, como lo expresa el pronunciamiento, puede que gane la más mala, esa que no está ahorita dispuesta a “entregar el futuro en manos del comando sur, de Trump con la Unión Europea, el Grupo de Lima y la Vocería de Almagro” pero que no lo pensara dos veces en entregarnos. No veo ningún pelito de diferencia entre la línea de estos abstencionistas de la MUD y la de Henry Falcón. Son diferentes en algo, pero no en lo medular.
La PCDC no debe pasar por alto, que una intervención militar o de otro signo, no es cualquier cosa. Es una situación en curso que definitivamente nos coloca frente a un escenario peor que seguro va más allá de 6 años con consecuencias definidas y no definidas. En uno de sus pronunciamientos, la PCDC lo expresa en estos términos:
“Una invasión de esa naturaleza podría devenir en una ocupación militar del territorio nacional por fuerzas extranjeras de manera indefinida, sin descartar un desenlace que desemboque en una secesión territorial y en la pérdida de la integridad del Estado o el surgimiento de un Estado tutelado por la fuerzas de ocupación con forma de neo-colonia. Este escenario conduciría a la pérdida de la independencia política conquistada por nuestros libertadores en el siglo XIX y con ello la disolución de la República”.[ii]
Marcano.evaristo@gmail.com
@evaromar
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