¡Será que todo se acabó!

Al principio de la revolución: como colectivo naciente hicimos planes para enfrentar el sistema opresor que veníamos arrastrando en los últimos años y sentimos que una ola gigante de intenciones hermosas, llenaba los espacios recuperado por ese ímpetu inyectado por el ARAÑERO.

También enfrentamos las manipuladas mentiras que los medios con su poder comunicacional se encargaban de vociferar sobre nuestro máximo líder y la fuerza con que resistimos era titánica.

Las misiones, las universidades, centros de trabajo, teatros y cuanto sitio lo permitía, era ideal para reunirnos en colectivo, organizábamos conversatorios, por todos lado era convocada la cultura de contenido político, buscando la fórmula para aportar en la formación.
De un día para otro el esfuerzo se diluyó; una modificación de rumbo se encargó de inclinar las intenciones por otros senderos, borrar la cultura política, que venimos postulando desde otros tiempo, como punto de honor para articular el proyecto con la gran comuna.

La intención por cambiar lo que arrastramos torcido, aún está en cada uno de esos luchadores que vienen de humillación y torturas; estábamos alegre porque aquel año 89 se inició una proyección del sueño Bolivariano.

De un tiempo para acá la comodidad que produce la burocracia y al que nuestros miembros no eran extraño porque de allí venimos; empezó a entregar los espacios de formación que utilizábamos para que la generación futura disfrutara lo que habíamos concebido como plan para el resto de vida; ahora el sedentarismo se apodero de las más hermosas intenciones de LUCHA y se puso a descansar en los brazos de la prepotencia, mostrando lo que en revolución es prohibido y la situación ahora nos lleva con inteligencia a entender lo necesario.

Una revolución no puede sustentarse en la "comodidad" aparente del capitalismo, los esfuerzos se convierten en juegos de azar y el "como sea" sustituye al como es:
Estamos cambiando conductas por hábitos netamente capitalista y los contaminados en su intención macabra, no lo reconocen como tal; la ignorancia ostentando poder hace imposición por encima de la nobleza de los inocentes, que cabalgan sobre esperanzas bajo la consigna de PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA


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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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