No hay duda que en Venezuela existen personas con distintos puntos de vista sobre el quehacer político nacional, gente de izquierda, de derecha, de centro y demás variedades. Existen también un gran número de chavistas declarados, y dentro de este grupo existen algunos verdaderamente revolucionarios.
Lo que al parecer no existe es una verdadera oposición, realmente preocupada por solucionar los problemas que enfrenta el país y por ayudar al pueblo a construir un mejor futuro para la patria.
Veamos, ¿Dónde están esos autoproclamados líderes de la oposición que nos llamaron a la calle, para derrotar al "dictador"? Pues casi todos están en algún país extranjero, viviendo de las "generosas" donaciones en dólares, facilitadas " piadosamente y sin interés alguno", por el departamento de estado gringo, hablando mal de Venezuela, pidiendo más y más sanciones para seguir castigando al pueblo y lo que es peor, exigiendo una intervención "humanitaria". Ya sabemos cómo terminan esas intervenciones, para muestra unos botones: Libia, Iraq, Yugoeslavia, Somalia.
Podríamos preguntarnos qué hubiera pasado si cuando los adecos y sus descendientes ganaron, "en buena lid", una trinchera tan importante como la Asamblea Nacional, en vez de ponerse brutos y empeñarse en derrocar al gobierno, sacar groseramente los cuadros de Bolívar y Chávez del recinto de la asamblea , tal cual lo hicieron aquel fatídico 11 de abril del 2002 y llamar al saboteo y a la violencia, los flamantes diputados se hubieran dedicado a salir a la calle a conversar con el pueblo , escuchar a la gente y ayudar a solucionar sus problemas? Que hubiera pasado si los excelsos diputados de la "oposición" hubieran negociado con los empresarios usureros y acaparadores para detener el descarado boicot económico, que a estas alturas no cabe ya la menor duda que es un boicot por razones políticas.
¿No habrían votado por ellos en las presidenciales una gran cantidad de venezolanos, si los señores diputados hubieran caminado y sufrido con el pueblo, buscando soluciones y presentando un programa coherente de recuperación del país que no implicara el endeudamiento perpetuo con la mafia financiera internacional y la pérdida total de nuestra soberanía?
Estas interrogantes solo generan más preguntas: ¿es que no existen en la oposición líderes jóvenes con ideas frescas capaces de cohesionar y unir a sus seguidores, unos líderes nuevos, nacionalistas, inteligentes, que quieran seguir en el juego democrático y que no apuesten por la violencia?
Acaso no existen entre los opositores, personas capases, líderes sociales que se hayan ganado con su trabajo en las comunidades el apoyo popular y que se atrevan a enfrentarse a las fuerzas chavistas en las próximas elecciones municipales, elecciones extremadamente importantes para el futuro del país, pues es en los municipios y en los consejos municipales, donde se pueden crear e implementar las leyes y normativas con las que será posible combatir, de manera efectiva, la especulación y el bachaqueo, y solucionar muchos de los problemas que tenemos con los servicios públicos.
Al parecer, si existen, están demasiado asustados y sometidos por las fuerzas fascistas al servicio de la derecha extrema internacional o ya han sido totalmente envenenados por la propaganda de la mala cultura hegemónica y al igual que otros venezolanos están, lamentablemente, convencidos que la única forma de salir del "régimen del dictador Maduro" es a tiros. Los que así piensan están tan intoxicados de odio, que no pueden darse cuenta de lo que significaría un conflicto armado ya sea interno o por medio de una intervención extranjera.
Ni las bombas ni las balas son tan inteligentes como para distinguir los hogares de chavistas o escuálidos, las bandas armadas, sobre todo las de la derecha que estarán conformadas casi exclusivamente por mercenarios y otros paramilitares, asesinaran sin piedad y saquearan, como en toda guerra, tanto a los de un lado como el otro. La crisis migratoria seria entonces una realidad y veremos quién va a recibir a los millones de desplazados que inevitablemente crean los conflictos bélicos.
No nos dejemos engañar, los únicos que se benefician con las guerras y conflictos son las elites financieras internacionales y sus corporaciones, y todo lo que está sucediendo en nuestro país es en gran parte producto de un macabro plan de estas elites imperiales para destruir el estado nación venezolano, dividir su territorio, doblegar a nuestro pueblo y apoderarse de todos nuestros recursos y riquezas.
Todos los venezolanos, del color, sexo o preferencia política que sea, debemos estar conscientes del tiempo histórico que nos ha tocado vivir, comenzar a pensar críticamente y hacer todo lo posible por dirimir nuestras diferencias de forma pacífica y democrática, por el bien de la patria, por el bien de todos, pero más que nada pensando en el futuro de nuestros hijos y nietos.