Los acontecimientos de los últimos días han adquirido un inusitado dinamismo. Dentro de la evaluación situacional que se pretende hacer, aportaremos algunos elementos, a fin de realizar prognosis sobre los posibles escenarios en contra de la República Bolivariana de Venezuela, por el que debemos estar alertas.
Quiero agradecer, antes de continuar, los innumerables correos y mensajes de felicitación y a aquellos y aquellas que han comprendido en su justa medida, las intenciones de mis más recientes artículos, que aunque escritos en tono fuerte, buscan combatir algunos elementos contrarrevolucionarios enquistados dentro de la propia estructura gubernamental. No he planteado que Nicolás Maduro ni su gobierno sean contrarrevolucionarios, pero si puedo señalar sin aspavientos, que dentro del gobierno socialista que dirige Maduro hay elementos reformistas y contrarrevolucionarios, pero de eso nos referiremos en futuros artículos, oportunamente.
Pero ante la contradicción principal entre el imperialismo y la Patria, pues es necesario dedicar líneas y formular advertencias sobre los posibles escenarios, como ya indiqué, y congelar de momento, las contradicciones secundarias.
Un primer elemento a señalar en la evaluación tiene que ver con el incremento de las cotizaciones ilegales de la divisa estadounidense, el dólar. Qué casualidad que luego de un incremento, rompiendo los cánones de la propia ortodoxia neoliberal, esta divisa se incremente en más de un 50% en menos de cuatro días, a la par de los señalamientos del FMI, donde afirma que la inflación de Venezuela en el año 2019 llegaría a más de 10.000.000%.
Indudablemente, que, ante una escalada de las agresiones económicas de este tipo, el gobierno debe defenderse, y es en ese sentido que observamos el reciente anuncio del ministro del Poder Popular de Industrias y Vicepresidente Sectorial de Economía, Tareck El Aissami, al informar ante la opinión pública nacional e internacional, que las transacciones cambiarias se realizarán en euros, yuanes y cualquier otra moneda convertible, excluyendo el dólar. Sin duda una medida audaz, que habrá que evaluar sus implicaciones e impactos en el transcurrir de los próximos días.
Asimismo, cabe destacar la escalada que nos hemos permitido denunciar en el sistema de transporte. Particularmente este servidor quien esto escribe, ha denunciado el que ocurre en los terminales Big Low Center que sirve a la ciudad de Valencia en el estado Carabobo, y La Bandera en Caracas. A ello habría que agregarle que el transporte interurbano de Carabobo, desde hace rato los transportistas vienen incumpliendo la tarifa provisional acordada entre el Ejecutivo Nacional y los gremios del volante, al estar cobrando ya entre 3 y 5 bolívares soberanos. Entiendo que la información de otros estados es similar, o aún peor que esta que estamos denunciando.
Tal situación podría ser parte de la respuesta de estos sectores del transporte, ante el reciente anuncio del Primer Mandatario Nacional, Nicolás Maduro, de que a partir de esta semana se comience a implementar la política de subsidios a la gasolina venezolana. Dicha medida ha sido postergada en varias oportunidades, presumimos producto de sabotajes y boicot de algunos sectores interesados en que estas medidas no se lleven a cabo, a fin de continuar desangrando nuestro país a través del contrabando de extracción de nuestros combustibles.
También debemos destacar las recientes interrupciones no programadas del servicio eléctrico que afecto a once estados de la geografía nacional. Y concatenado con ello, esta acción interrumpió la prestación del servicio del Metro en la estación Plaza Venezuela de la ciudad de Caracas (aun cuando la capital de la República no resultó afectada por el apagón) y el servicio de ferrocarril que sirve a Los Valles del Tuy, en el estado Miranda. En esta última situación se tradujo en interminables y kilométricas colas, desbordando y colapsando el referido servicio.
Bueno es de señalar que dicha acción en contra del servicio eléctrico se debió a una explosión registrada en la estación eléctrica de La Arenosa, en el estado Carabobo (Importante es de destacar que en el sector de Naguanagua donde me encuentro, se fue durante dos días consecutivos la luz). Las investigaciones determinarán las verdaderas causas de lo allí ocurrido, pero seguramente podríamos estar ante la presencia de una acción de sabotaje al sistema eléctrico nacional.
Igualmente, hay que tomar nota y no perder de vista a la ocurrencia de un nuevo hecho de violencia en la ciudad de Tumeremo, municipio Sifontes del estado Bolívar, el cual se habría traducido en la muerte de 16 personas fallecidas y 6 personas heridas. Paralelo a ello, también en el sur del estado Bolívar, entre este municipio y el municipio Gran Sabana (por cierto fronterizos con países como Guyana y Brasil, cuyos gobiernos hoy en día son hostiles al nuestro) se registran protestas traducidas en el cierre de vías de la troncal 10 por parte de algunos grupos de la etnia pemón. Pero este tema es un capítulo aparte, y ameritaría otro artículo para explicar con mayor detalle lo que allí ocurre.
Estas son, dentro de mi análisis situacional, las situaciones más relevantes, sin obviar otras que comentaríamos en otros artículos.
Ahora, para poder entender la ocurrencia de estos eventos y otros que por razones de tiempo y espacio no pude detallar en la presente nota, cabe destacar, por lo menos tres declaraciones de tres actores que a continuación voy a describir, más una información que escuche de una ciudadana, presumo que de nacionalidad colombiana, expresó mientras estuve en la cola del terminal del Big Low Center, y que me parece sumamente grave.
La primera, tiene que ver con las propias declaraciones del Presidente Nicolás Maduro, en el marco de la clausura del Congreso Constituyente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de la Pesca, la Ciudad y el Campo (CBST), la semana pasada, donde señaló que en el supuesto de que fuese derrocado, la clase trabajadora debería declararse en huelga general, y aliarse con los sectores militares patriotas, para restablecer el Gobierno y la Revolución Bolivariana.
Pero, en vísperas de esas declaraciones, el inefable ex embajador de Estados Unidos en Colombia y Venezuela, William Brownfield, uno de los principales enemigos que tuvimos aquí, y que participó y participa en cuanto plan haya para derrocar nuestro Gobierno y propiciar una intervención militar a nuestro país para venir a saquear nuestras riquezas; no conforme con tildar de "Narco Estado" a Venezuela, señaló recientemente que, a su juicio, la mejor solución sería acelerar el colapso del país.
A la par de ello, Miguel Henrique Otero, editor del diario El Nacional, señaló que esperaba que antes del mes de diciembre, poder titular: "Venezuela amanece de nuevo en democracia". Cualquier parecido con lo realizado por este señor durante los días del sangriento Golpe de Estado del 11 de abril de 2002 no es mera coincidencia.
Y la señora colombiana que se encontraba en una cola que la llevaría a San Felipe, en el estado Yaracuy, hablando lo que dijo en contra del gobierno venezolano, particularmente me llamo la atención cuando señaló lo siguiente: "El gobierno nacional va a dictar un decreto de prohibición de salida del país de los niños y niñas. Yo ya saqué a mis nietos y los llevé para Colombia, porque ya desde los medios colombianos, están diciendo que a Venezuela la van a intervenir." (Destacado y subrayado del articulista).
En definitiva, ante la evaluación de la situación y de evaluar las declaraciones del presidente Maduro, de Brownfield y Henrique Otero, más las declaraciones de esta señora, es evidente que existe un plan para impulsar un cambio de régimen en el país. Este cambio sería producto de un Golpe Militar (un poco difícil en estos momentos, aunque no imposible totalmente), una desobediencia civil, guerra civil, intervención militar de tipo "humanitario", o la combinación de todos ellos.
Pero no podemos olvidar lo denunciado en su momento por la periodista argentina Stella Calloni y el presidente boliviano Evo Morales, sobre la orden de operaciones "Master Stroke" o "Golpe Maestro", firmada por el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Kurt Tidd, para concretar el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro antes de diciembre de este año 2018. Este es un elemento que no puede obviarse a la hora de los análisis y las prospectivas a realizar.
Pero agregaría más, los señalamientos de Brownfield, Henrique Otero y de otros actores que puedan surgir en los próximos días, más la ocurrencia de otros eventos desencadenantes producto de anuncios y acciones que adopte el Gobierno Nacional, se dan en el marco de la reactivación del denominado Plan "Colapso Total", el cual fue advertido por el propio Presidente Nicolás Maduro en el mes de octubre del año 2013, si la memoria no me falla. A veces, pareciera que los ciclos históricos y ciertos acontecimientos tienden a repetirse.
Por ello, mi llamado al pueblo a estar alertas y prevenidos ante esta nueva oleada conspirativa que busca no solo la salida violenta del actual Jefe de Estado venezolano, sino la destrucción de nuestra forma republicana y Estado- Nación llamado República Bolivariana de Venezuela.
Asimismo, sumo a mi llamado la movilización nacional y permanente, y a prepararnos ante estos escenarios que algunos pretenden concretar.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!