Los horribles pecados y los errores de la revolucion bolivariana

Desde su inicio, la revolución bolivariana ha sido acusada de todo, sobre ella se han dicho infinidad de mentiras y se han inventado los más horribles cuentos.

Como nadie está libre de pecado y como la revolución no está siendo llevada a cabo ni por maquinas ni por seres divinos de otro planeta, el cometer errores es parte inevitable del proceso.

Comencemos por sus pecados, pero antes refresquemos un poco la memoria y recordemos el país que heredo el comandante Chávez cuando asumió el mando en 1998. Un país en el que según algunos "éramos felices pero no lo sabíamos":

Después de décadas de una bonanza petrolera que le produjo miles de millones a los gobiernos adeco/copeyanos y sus jefes en las oligarquías nacionales, pero de los cuales el pueblo vio muy poco a más bien casi nada, Chávez recibió el 98 con un petróleo a 9 dólares el barril.

Un balance de pagos desfavorable al país de 3 418 millones de dólares.

Una pérdida de aproximadamente 3 500 millones de dólares de las reservas internacionales solo en el año anterior a su victoria electoral.

Una deuda externa de 31 600 millones de dólares, esto sin incluir la deuda financiera privada a corto plazo. Más del 40%del presupuesto de la nación venezolana se gastaba en el servicio de la deuda externa.

Casi un millón de niños en situación de calle (¿quién recuerda los huele pega?) Una mortalidad infantil de 28 por 1000 niños nacidos vivos. El 15 % de estas muertes se debía a la desnutrición.

Un desempleo de más del 20 %, y el subempleo (que es casi lo mismo) rondaba el 50%

45% de los adolescentes no acudía a las escuelas secundarias, la mayoría de las cuales estaban en un estado deplorable, al igual que los pocos hospitales públicos existentes para la época. Los sistemas de salud y educación pública estaban siendo desmantelados y en vías de privatización.

La población estudiantil "flotante" o sea los "sin cupo" universitario era vergonzosa.

Más de un millón de niños formaban parte del mercado laboral sin ningún tipo de protección.

En los diez años anteriores a la revolución, más de un millón de venezolanos de clase media pasaron a ser considerados pobres o indigentes.

Podríamos seguir buscando y escribiendo datos sobre el analfabetismo que era en Venezuela una triste y gigantesca realidad. El déficit de viviendas: casi dos millones para la época… pero prefiero pasar directamente a los "pecados" y a los errores.

Los horribles pecados:

A pesar de haber recibido un estado endeudado, con los precios del barril de petróleo por el piso, después de una ardua gira internacional, Chávez y la revolución logran reorganizar la OPEP y recuperar el precio del barril de petróleo.

Siguiendo con su promesa electoral, Chávez comienza a redistribuir las riquezas petroleras y a tratar de reestructurar poco a poco el estado y sus fuerzas armadas para ponerlas al servicio del pueblo y no de las oligarquías de siempre.

Incluso después del cobarde golpe de estado y la traicionera huelga petrolera que le causo a los venezolanos pérdidas por más de 20 000 millones de dólares, Chávez siguió llamando a la reconciliación y el dialogo.

Con todo eso y bajo el continuo ataque de las elites nacionales y extranjeras, la revolución bolivariana, acabo con el analfabetismo, aprobó leyes para proteger a los menores, los trabajadores, las mujeres y las personas con discapacidad. Los huele pega desaparecieron y hoy es común ver a personas con todo tipo de discapacidad, antes invisibilisadas, tratando de ser útiles a la patria.

Comenzó un plan de viviendas dignas, la gran misión vivienda, entregándole apartamentos y casas a las clases humildes y a los damnificados por los desastres naturales que también tuvo que enfrentar la revolución en esos años del comienzo de la lucha, muchas de estas viviendas en sitios antes reservados solo para las clases medias altas y sobre todo, para la especulación con los bienes raíces. Esta gran misión ya lleva mucho más de dos millones de viviendas construidas a pesar de las sanciones, el saboteo continuo tanto interno como externo y los bajos precios del petróleo que se mantuvieron por más de tres años ,desde el 2013 hasta bien entrado el 2017.

Se crearon decenas de universidades públicas, miles de empleos, hoy una inmensa cantidad de jóvenes de nuestros barrios tienen una moto y se ganan la vida decentemente con ella.

Gran cantidad de familias de clase media recuperaron sus viviendas, las cuales habían perdido culpa de las infames cuotas indexadas. Millones de pobres pasaron a ser clase media disminuyendo drásticamente el nivel de pobreza y de miseria heredados de la cuarta. ¿Cuantos venezolanos no salieron por primera vez a conocer otros países gracias a las políticas de la revolución?

Hoy la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de la tercera edad están pensionados, incluyendo a los artistas y las amas de casa, y sus pensiones aumentan con cada aumento de sueldo decretado para tratar de apaliar la inflación inducida. (Recordemos como trataban a los pocos pensionados con pensiones miserables en la cuarta)

Hoy los venezolanos contamos con la misión barrio adentro, y me atrevo a asegurar, que la gran mayoría de los ciudadanos del país hemos recibido en algún momento, en algún C.D.I., atención médica de algún tipo totalmente gratis.

Se le entrego identidad a millones de compatriotas que no poseían cedula a causa de la exclusión social y además se reorganizo y automatizo el proceso electoral acercando los centros de votación a los barrios y sitios remotos con difícil acceso, democratizando los procesos electorales, de los cuales han habido más de veinte en los escasos veinte años de revolución.

Así las cosas, el más grande y terrible pecado de la revolución ha sido tratar de construir un país más justo, menos desigual, más democrático, con menos exclusión y por supuesto tratar de llevar adelante el sueño del gran Bolívar, una patria grande integrada y enfrentando en conjunto y con soberanía al gran monstruo imperial de las guerreristas elites financieras transnacionales, sus corporaciones y sus lacayos en las oligarquías locales, y no nos caigamos a cobas estos pecados no tienen perdón del gran dios del capital y sus acólitos.

Y como esto se está poniendo muy largo pasemos a los errores.

Primero entendamos que los errores en una revolución que está tratando de crear algo diferente son inevitables, pero lo importante es aprender de ellos y tratar de no repetirlos.

Desde un comienzo, el comandante y la mayoría de los cuadros revolucionarios hablaron de la inclusión, de sumar y no restar, para poder sacar al país adelante.

Primer y principal error: creer que alguien adverso a la revolución, por más capaz que sea, va a trabajar en beneficio de esta. La mayoría de los simpatizantes de la oposición en puestos claves e incluso aquellos empleados en distintos niveles y funciones, que fueron incluidos en las diferentes empresas del estado, incluyendo la banca pública, se dedicaron , y lo que es más se dedican ahora con más ahínco que nunca a robar, sabotear y tratar mal a los usuarios. Aquí debemos incluir a algunos disfrazados de "chavistas" pero con el corazón y el bolsillo bien a la derecha.

Entendamos que el vandalismo en el servicio eléctrico, el agua y las comunicaciones es parte del sabotaje, planeado por los enemigos de la patria y ejecutado por ratas traidoras que se venden por unos dólares más.

Segundo error, igual de terrible: Haber creído que el "empresariado" nacional, los dueños de los monopolios y oligopolios que dominan la producción y la distribución de casi todo en Venezuela y muchos de los principales comerciantes, iban a detener el boicot y la especulación solo con dialogo constructivo y entrega de créditos y divisas. A estos capitalistas sin patria solo les interesa su bolsillo, y al salir de cualquier reunión con el gobierno lo primero que hacen es apuñalear al pueblo.

Tercer error (igual o más terrible que los otros) permitir durante años, a personajes como la corrupta fiscal en fuga, mantener un asqueroso sistema de impunidad, y permitir que la fiscalía se volviera un nido de alimañas. Alimañas que protegieron y exoneraron a corruptos, narcotraficantes y otros delincuentes y que hoy se encuentran en el extranjero, protegidos por los que siempre fueron sus amos, las mafias plutócratas de Colombia y Miami.

Hubo muchos errores más pero estos son los que más daño le han hecho al pueblo y a la dignidad de la revolución.

Esperemos que se hayan aprendido las lecciones, y empecemos a limpiar el estado y sus empresas, que son de todos los venezolanos, de todo aquel que trate de impedir el avance de la revolución bolivariana. Esperemos que el estado, en todos sus niveles, comience a tomar acciones y empiece a poner orden y a castigar severamente a quien tenga que ser castigado.

No solo está en juego el futuro de la nación, si lograran derrotar a la revolución chavista y a los ideales del libertador Simón Bolívar, lo que está en juego es el futuro de la patria grande y quizás del planeta entero. ¡Patria es Humanidad!


 



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Gustavo Corma


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