Un paquete de intereses vitales sirve de base a la hegemonía de EE.UU. Tres de ellos son suficiente para relacionar la estrategia de dominio y su avance arrollador de coacción y planes militares. Estos son: (i) Prevenir la aparición de coaliciones regionales que sean hostiles a EE.UU., (ii) Asegurar el acceso incondicional a los mercados decisivos, a los suministros de energía y a los recursos estratégicos, y (iii) Garantizar la libertad de los mares, vías de tráfico aéreo, espacio sideral, control de la información y de las comunicaciones.
Preservar sus intereses vitales es cuestión doctrinaria de su política de seguridad nacional. Dentro de ella se inscriben los conceptos estratégicos de fuerza decisiva, proyección de poder, presencia de ultramar y agilidad estratégica. Todos enfocados a determinar que el peligro más serio que atenta en su contra es a lo que denominan las "amenazas asimétricas". En el contexto de su seguridad nacional, la asimetría se refiere a la acción y la organización que el oponente desarrolla para maximizar su ventaja, explotar las debilidades del contrario, lograr la iniciativa y ganar la mayor libertad de movimiento. Amenaza asimétrica es para ellos, la ofensiva de los palestinos. Es también la guerra de guerrillas que adquiere una nueva dimensión en este siglo. El terrorismo por supuesto, con sus tácticas de ataques suicidas, golpes de mano por sorpresa, atentados de todo tipo y la propaganda ideológica. Pero también es amenaza asimétrica, la emancipación de los pueblos, el desarrollo avanzado de los países que forman parte de su mercado y la instauración de sistemas políticos diferentes a los sugeridos para la región.
El Plan VC-2020, se concibe bajo la inspiración de las amenazas asimétricas. Por lo que sus objetivos están dirigidos al dominio del espectro global a fin de evitar la materialización de esas amenazas. El VC-2020 puesto en vigencia en la guerra contra Irak, se complementa con otra series de planes sustentados en sus intereses vitales para la dominación mundial. Entre esos se encuentra el Plan Colombia (militarización regional: iniciativa andina), el Plan Dignidad (controlar a los movimiento sociales en Bolivia) y el Plan "Nuevos Horizontes" (mantener la sumisión centroamericana). Todos diseñados por el Comando Estratégico del Sur y puestos en marcha para el control continental.
Es de hacer notar que estos planes no sólo se concentran en el sometimiento militar y, por ende, la fuerza coacciona a los gobiernos de la región. Estos planes buscan asegurarse de los recursos naturales, lo cuales además de los hidrocarburos (principal objetivo), son también el agua dulce y la biodiversidad. En la América del Sur existe la Amazonia que significa la materia prima para la ingeniería genética y la biología molecular, elementos nutrientes de la industria farmaceútica mundial. La Amazonia abarca a seis países de la región: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Países en la mira de los planes militares. Allí existen 125 mil tipos de plantas esenciales para medicamentos, pesticidas, colorantes, fibras, aceites, maderas y alimentos; comprende el 50% de los bosques tropicales del mundo; aloja la 1/5 parte del agua dulce; y le da vida a la fauna del mundo más rica en variedad de géneros.
Por otro lado, los planes de dominio continental, buscan el control de las vías de comunicación regional para la explotación de los recursos naturales y la producción de sus mercancías. Los nuevos canales del libre comercio, planes integrados al ALCA, como lo son el Puebla-Panamá, proyectado para unir el Golfo de México con el Pacífico; y el canal seco que viene desde Brasil hasta el Pacífico, pasando por Ecuador serán controlados por el Comando del Sur.
Se crece el imperio con la consolidación de Irak. Fase del nuevo orden mundial que les estimulará a afianzarse en los planes complementarios regionales como éstos, para la América Latina. Sus objetivos nada tienen que ver con la prédica imperial de libertad, democracia y justicia. No. Su acción hegemónica es lo que prevalece. Y ésta se funda en sus intereses vitales. A nosotros, simple mortales del mundo subdesarrollado, mundo sur, o latinoamericanos, nos queda acentuar las amenazas asimétricas. Es lo único que puede desmontar la imposición de sus intereses vitales.
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