Mientras me bañaba pensando pendejadas, se me ocurrió hacerme la pregunta como ejercicio, ya que encontré el sitio exacto para reflexionar sin que nadie me vea o esté cuestionando la integridad y pueda decir a mí conciencia: me equivoque o lo acertado que estoy. Y propongo a cada uno de los que comparte conmigo esta trinchera lo repitan, solo para comprobar que le sucede a sus contradicciones de vida y ver si encuentran su ser de hoy en adelante, aunque sea en el silencio.
El ejercicio se puede hacer en el baño de cualquier lugar del mundo donde se tenga sistema presidencialista, independientemente el gobierno que se tenga, confundido o no; recordemos que solo se puede practicar con una necesidad humana la propuesta; es importante saber que es un ser humano que va hacer el ejercicio.
Así como lo hago ahora cada día de mí vida, me gustaría que los presidentes de todos los lugares, haga lo mismo proponiéndose desde que entra al baño en soledad, sin que nadie lo vea, y allí adentro en secreto mientra está sentado y puja, concientizar si la prepotencia es igual en todas las etapas de la vida, para oír ¡que le dice el silencio mientras alivian su cuerpo de impurezas! ¡revisar si con las sensaciones de alivio, el estomago calma el hambre y encuentra tranquilidad! ¡Después de esos minutos de soledad sin que nadie esté pidiendo nada ni jalando bolas; se pregunte ¿Cómo está todo allá fuera?
Después de el alivio transitando en el pase a la ducha, entre el agua tibia o caliente, se haga una interrogante sobre la calefacción en los PUEBLOS donde arremete el frio sobre los pobres del mundo o mientras se derrama el agua, se imagine la sequía de los Pueblos africanos.
Mientras se enjabona las partes íntimas, qué se le ocurra preguntarse mientras se lleva una mano a la nariz, para confirmar a que huele su cuerpo en estado natural y luego siga enjabonando todo como si fuera un masaje para el ego y para salir limpio de impurezas que deja el trajinar de tanto esfuerzo.
Mientra se seca con una toalla de seda y colores de la bandera, que piense en la lluvia que moja con sus caricias al campesino cuando se dirige a la faena sin poncho para cubrirse y aunque sabia por instinto que iba a llover, tenia que empezar andar y enfrentar el chaparrón; es recomendable un poco de colonia y cremas en el cuerpo, mientras se dirige a su aposento para dormir el sueño profundo de los justos que lo cobija como un bebé para mañana empezar la faena, pero con la conciencia campesina dolida.
Salí del baño cuestionando mi exageración al imaginar y confundir, que todo el mundo usa ese aposento igual y terminé confirmando que la sensibilidad no puede ir al baño con la conciencia; podría terminar llorando y los revolucionarios no lloran a menos que sea para dar pasos con el dolor, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.