Educación y trabajo: la clave del desarrollo soberano y la prosperidad económica

Los asuntos que dominan el debate en la mayoría de los países del mundo son los temas referidos a la economía y la paz. El modelo capitalista en sus diferentes expresiones lo resuelve profundizando la crisis de muchos para beneficio de pocos, aprovechamiento de los recursos por las transnacionales, guerra y saqueo en detrimento de condiciones de vida de amplios sectores de la humanidad, menos protección social pero más enriquecimiento de los emporios financieros.

En el caso de los países que luchamos por construir otro modelo de sociedad, como en Venezuela, asumimos que de lo que se trata no es el reparto de la pobreza sino la distribución de la riqueza en el marco de la dinámica de los procesos que establezca el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia. Esto último demanda que todos los sectores sociales estemos obligados a dirigir nuestros esfuerzos hacia objetivos estratégicos comunes. Un primer objetivo a lograr juntos es la construcción del Estado fundamentado en la convivencia en paz según lo establecido en el Art. 2 de la Carta Magna: un Estado que propugna como valores superiores la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político Otro objetivo pendiente, es el referido en el Art. 299 de la CRBV sobre el régimen socioeconómico y la función del Estado en la economía, cuyo diseño debe fundamentarse en principios tales como la eficiencia, la productividad y la protección del ambiente conjuntamente con la iniciativa privada para asegurar el desarrollo humano integral, elevar el nivel de vida de la población, fortalecer la soberanía económica y garantizar una justa distribución de la riqueza.

La construcción de un Estado democrático, justo, eficiente, productivo y soberano en donde podamos lograr la suprema felicidad posible, como tarea colectiva y común, solo será posible si comprendemos y asumimos en la práctica que la educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines (Art. 3 de la CRBV). Educación y trabajo son la clave del desarrollo soberano y la prosperidad económica. En esta etapa de la gestión de gobierno, se han expuesto tres líneas de acción: paz, economía y eficiencia. Hay que agregar educación y trabajo. No será posible construir la sociedad próspera y en paz sino emprendemos con decisión, de manera organizada, sostenida y disciplinada proyectos de formación y trabajo a todos los niveles, tanto en las instituciones de la educación tradicional como en los grupos de educación popular en las comunidades, que nos permita activar la plataforma productiva, industrial y científica del país en función de las necesidades sociales y económicas de la nación.



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Salvador Camacho


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