Formación del ser

Haberme aferrado desde niño al oficio de actor, me permitió entender al ser humano en sus costumbres más elementales de pensar.

Y estoy convencido que la conducta humana se forma o deforma en el hogar, la familia y para absorberla como dictan los principios, hay que abrigar con mucho amor los valores en el núcleo; de lo contrario hay riesgo posible de contraer deformaciones o virtudes según el caso.

La formación empírica (valga la prepotencia) me permitió junto a la necesidad de formarme; desarrollar cualidades de lo humano más allá de lo primario, que no se obtiene con el estudio convencional ni los vicios que arrastra la cultura de élite.

La insistencia y el amor por la lectura, cultivo valores que me han servido en la profesión para ser aceptado y respetado por un colectivo que mal o bien comparte mí forma de pensar.

Entre las cosas que aprendí fue a hurgar la sensibilidad del ser, entendí un poco de semántica y de semiótica; también como utilizar el pensamiento crítico para detectar lo falso (cuestión que modero por respeto a mis semejantes) y a la vez darme cuenta con la experiencia, cuando un ser miente engañando con odio el amor; lo detecto con pocas posibilidades de error, descubriendo actitudes de sobre actuación en los actores, la presiento a distancia.

Cuando he andado por los caminos compartiendo saberes con el PUEBLO llamo (condición que me permitió, por lo que llaman experiencia) por cuestión de edad comparto saberes, con alto grado de responsabilidad.

Por costumbres ancestrales me detengo antes de actuar, para equivocarme lo menos posible; me incomoda la superficialidad del ser; aunque en la mayoría de los casos trato de entender y me involucro en un esfuerzo para aportar y subsanar un poco la limitación creada por la desidia de un tiempo y que hoy está cobrando.

Quiero con este desbordamiento de ego llamar la atención para ofrecer la posibilidad a que las autoridades competentes se avoquen a lo necesario en revolución: formación del ser; para poder trascender a la etapa más hermosa de lo humano, como lo es el pensamiento crítico.

La experiencia nos dice que con la ignorancia no podremos mantener la revolución, que en la inmediatez llevamos; pero a futuro perderemos a menos que nos avoquemos a un esquema distinto al planteado.

Con la ceguera de la ignorancia vamos en camino de cualquier otra posibilidad; menos a una revolución como la planteada por los humanistas del mundo, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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