En mi artículo anterior, expresaba que el "Plan A" de la derecha ha fracasado, pero no por ello quiere decir que el plan desestabilizador e injerencista esté totalmente derrotado. Las derrotas en foros internacionales como la OEA y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo que nos ha otorgado es un poco más de tiempo, en los planes de invasión militar que tiene los Estados Unidos en contra de Venezuela.
Guaidó no se ha detenido, antes bien, ha seguido a pie de juntillas el guión que desde Washington le ha dado. De ahí que lo ocurrido ayer, con la imposición de nuevas medidas coercitivas unilaterales en contra de Venezuela a PDVSA, y el robo descarado y sin disimulo de CITGO, advierten de momentos más duros y complejos que nos toca afrontar.
Duros, porque debemos observar que en el ámbito económico, esperamos acciones judiciales de los denominados "fondos buitre", dentro del marco de la estrategia de cerco y asfixia económica, comercial y financiera, que actúe como desencadenante de una eventual implosión social producto del descontento y malestar de la población ante la merma de su poder adquisitivo y precarización de las condiciones de vida de la población.
Debemos esperar ante esta situación, la activación de focos de protesta en exigencia de mejoras laborales y salariales. Estas manifestaciones per se, no debemos criminalizarlas ni estigmatizarlas, debido a que es constitucional el legítimo ejercicio de la protesta en el marco del artículo 68 del texto constitucional, pero esta situación evidentemente será aprovechada por grupos vinculados con sectores de la oposición, en el marco de la actual coyuntura, para aumentar las actuales tensiones, y sobre todo, en PDVSA.
Asimismo no es cualquier tontería que el gobierno de EEUU señale que entregó la administración de cuentas al que ellos consideran "presidente legítimo", Juan Guaidó, y que este último señale que ya maneja cuentas y fondos de la Nación. Esto sin duda, traerá mayores complejidades al actual panorama económico en el país, además de la posibilidad de financiamiento a grupos generadores de violencia.
Y ni hablar de la filtración a través de las redes sociales, del papel que tenía el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, donde prácticamente se indica el envío de 5.000 efectivos a Colombia para la intervención de Venezuela. No es cualquier tontería lo que este funcionario señala.
Ya en mi retorno a la ciudad de Caracas, lo visto hasta ahora denota las tensiones que hay en las calles, aunque no por ello hay desmoralización y desmotivación de la base chavista que respalda el proceso revolucionario. Todo lo contrario, se observa disposición al combate y a la resistencia, además de incipientes muestras de organización, y esto es bien importante.
Lo que si considero, y reitero en estas líneas, es que la eventual intervención militar estadounidense montada para el inicio de esta semana de finales de enero, no ocurrirá de momento. Ya señalé que las derrotas en la OEA y la ONU para Estados Unidos, nos ha otorgado un poco más de tiempo en esta coyuntura, y eso es fundamental en estos momentos.
Ahora, tenemos que señalar de manera objetiva, los puntos débiles, los puntos fuertes y tratar de formular algunas recomendaciones para afrontar el actual momento político en el país.
En un extraordinario trabajo que recomiendo leer, estudiar con detenimiento y difundir de María Alejandra Botero titulado: "Apuntes para un análisis situacional de las amenazas a la seguridad de la Revolución Bolivariana desde Colombia", señale los elementos desfavorables que tenemos en la actual coyuntura. Y me voy a permitir transcribirlos en su integridad:
"…Continúa el juego con la moneda nacional en las casas de cambio de la frontera, el contrabando de extracción de alimentos y de combustible .Nada indica que la invasión del territorio venezolano por parte de grupos paramilitares colombianos y mercenarios se haya detenido. Las organizaciones paramilitares y el mercenariato continúan presentes particularmente en Táchira y Zulia (incluyendo barrios de Maracaibo y San Cristóbal), Mérida, Barinas, Trujillo, Aragua, Barrios de Caracas (esto incluye Municipio Sucre y Estado Miranda), Estado Sucre, Bolívar y Amazonas. La salud física y psicológica de la población venezolana continua siendo afectada a pesar de los esfuerzos del gobierno y el poder popular. Aunque hay que destacar que en relación al número y la diversidad de operaciones psicológicas desarrolladas por el enemigo el pueblo venezolano ha demostrado en general, un altísimo nivel de resiliencia. Se ha ido legitimando internacionalmente la pérdida de la disputa con Guyana de modo tal que se utiliza el mapa de Venezuela sin la zona en reclamación en todos los medios internacionales. Esto debe haber sido ya pactado por los lobbies petroleros -vinculados fundamentalmente al partido republicano- con la derecha venezolana. Las matrices de opinión de los medios colombianos comenzaron a cambiar el 9 de enero de este año. Se desmontaron los campamentos de refugio a migrantes de Venezuela y se comenzó a hablar de lo inevitable de la toma de posesión y argumentar la imposibilidad de una solución democrática al "conflicto interno" venezolano. La promoción de la xenofobia que tomó niveles terribles esta semana en Ecuador con las palabras de Lenin Moreno a pocos días de su reunión con Pence puede ser parte de la creación de un clima para justificar un involucramiento de ese país en la acción militar".
No obstante, hay elementos favorables como lo ha sido la diplomacia bolivariana de paz, las movilizaciones, la lealtad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que ha contribuido a la neutralización de los planes golpistas.
Ahora bien, una de las recomendaciones que es importante hacer al alto mando político y militar de la Revolución es lo siguiente.
Si bien es cierto que la movilización popular es importante, hay que saber los momentos del cómo realizarla y cuando. El momento político impone profundizar en la organización ante los supuestos de agresión y de diversas situaciones que nos pueda tocar afrontar en lo adelante. Una movilización de carácter permanente, sin una clara direccionalidad política y poca convocatoria, contribuiría a la desmoralización, desmovilización y al desgaste, y eso sí sería muy peligroso a la hora de afrontar una posible agresión armada o de otra índole en contra de nuestra patria.
Esas son mis reflexiones y aportes en el día de hoy.
Llamó al pueblo al combate y a prepararse. Pues se avecinan duros y complejos momentos de combate.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!