El reconocido multimillonario Richard Branson, nombrado con el título de "sir", o sea señor, por la venerable reina de lo que antiguamente era el imperio británico, se ha dado a la altruista tarea de recaudar fondos para los pobrecitos ciudadanos venezolanos que, según él, hoy se mueren de hambre por culpa del terrible "Castro chavismo".
Nuestro héroe caballeresco, asiduo asistente a las reuniones del club de Davos, donde entre caviar y champagne las elites deciden el futuro del resto de la humanidad, es dueño de las empresas Virgin airlines y Virgin Records, inmenso holding que figura entre las 400 corporaciones más importantes del planeta. Su fortuna se calcula en más de 4 billones de dólares. Se le conoce por su habilidad para evadir impuestos y nadie sabe a ciencia cierta cuánto dinero oculta en los diversos paraísos fiscales al servicio de las ultra corruptas elites financieras de las cuales "sir" Richard es un digno representante.
Por supuesto que al magnánimo "Sir Richard" le resultaría mucho más fácil y cómodo obtener esos 100 milloncitos de dólares, que piensa recaudar con el megaconcierto y su transmisión en directo, de alguna de sus cuentas personales, al fin y al cabo, 100 millones son para él un sencillito que puede gastar en un fin de semana de rumba. Pero claro, eso no le funcionaría como operación de "relaciones públicas" y no le traería tantas ganancias como lo haría una intervención en Venezuela, quizás el país con más recursos naturales del planeta, de los cuales, Sir Richard, después del concierto, o mejor dicho de lo que hay detrás de esta operación fronteriza, se sentirá con derecho a reclamar su partecita.
El concierto, de paso se realizará en una ciudad plagada de paramilitares y narco traficantes, una ciudad con más de 40% de pobreza y 8,5% de pobreza extrema, donde la gran mayoría de sus pobladores sobreviven gracias al contrabando de extracción de gasolina, alimentos y medicinas procedentes de Venezuela, donde el terrible "Rrrreegimen" comunista del dictador Maduro, con mucho esfuerzo, subsidia estos productos para que el pueblo pueda sobrellevar los estragos de la brutal guerra económica, el bloqueo y demás medidas arbitrarias utilizadas por los mismos que hoy nos ofrecen la tan cacareada "ayuda Humanitaria" para tratar de doblegar al pueblo venezolano y obligarlo a rebelarse contra una constitución que ese mismo pueblo redactó y a favor de la cual votó mayoritariamente en elecciones libres y secretas.
Del cartel del concierto no vale la pena ni hablar. El único que para mí alguna vez valió la pena, es Peter Gabriel, miembro fundador de la legendaria banda Génesis. Entre sus trabajos como solista resalta una excelente canción dedicada al activista surafricano Stephen Biko, quien fuera torturado hasta la muerte por el gobierno supremacista blanco de Suráfrica. Gobierno que fue apoyado siempre por los gringos, el Reino unido y el régimen sionista asesino de Israel (los mismos que están detrás de esta operación contra nuestra patria).No sé si Peter estará confundido o si ha sido engañado por la propaganda, o si estará tan pelando bola que decidió colaborar con esta farsa a cambio de unos cuantos de los dólares de Sir Richard.
Como les decía, de los otros ni hablar, una cuerda de tarifados desafinados (desafinados porque vibran a favor del conflicto y en contra de la paz) que tienen que cantar y bailar al son que les toquen los dueños del circo. Triste representación para aquellos que siempre hemos tratado de hacer cultura y a través de ella construir un mundo mejor.
Este fin de semana, el pueblo latinoamericano debe estar muy atento, no para ver la transmisión del concierto del milmillonario Branson (concierto que todos deberíamos boicotear) Atento y pendiente de los acontecimientos que puedan desatarse en Venezuela. Acontecimientos que pueden significar la paz o la desestabilización total de nuestro continente.
Recordemos siempre que el imperio pone el dinero y las armas, pero somos nosotros los de abajo los que ponemos el sufrimiento y los muertos.
