Fue George W. Bush quien inventó el término: mal subestimaron ["misunderestimating" en inglés]. Y eso es lo que el imperialismo continuamente hace con Venezuela.
Yo recuerdo un programa del Aló Presidente en el que Chávez estaba hablando acerca del intento de golpe de estado. Él dijo que los EEUU pensaban que podrían fácilmente reemplazarlo. "Tan simple como eso," él lo decía y lo demostró moviendo un vaso de agua en la mesa donde él estaba sentado.
Reemplazar a Chávez no fue fácil en lo absoluto, como todos saben. Pedro Carmona, el usurpador, fue rápidamente olvidado, mientras que Chávez duró otra década, y su movimiento aún hoy está en el poder.
Algo muy similar pudo haber sucedido el sábado, ya que Maduro resistió un esfuerzo internacional concertado para derribarlo.
¿Qué hace que sea tan difícil reemplazar a Chávez y ahora a Maduro? Ciertamente no es simplemente una cuestión de liderazgo, ya que Maduro está en el mejor de los casos. Por lo que, debe ser otra cosa: alguna cualidad o sustancia que generalmente pasa desapercibida en el radar de la política
El sábado, la oposición pensó que podría incitar al ejército venezolano a rebelarse. Ellos montaron "deserciones" para fomentar el proceso. (Yo uso la palabra "montaron" a propósito. En los videos de los tres guardias nacionales que cruzaron el puente en Táchira y "se entregaron ellos mismos" a Migración Colombia [Agencia oficial de inmigración colombiana], usted puede oírlos diciendo muy claramente "¡Somos nosotros!".)
Video: https://www.youtube.com/watch?v=xlFlKQBVaq0
Trump y Marco Rubio ven esto como un ejemplo que inspiraría otros soldados a rebelarse, pero los venezolanos ven esto como algo completamente diferente. Ellos ven la deserción de los soldados como traidores, para no decir que es simplemente ridículo.
¿Es porque la mayoría de los venezolanos son socialistas? Desafortunadamente, hay sólo una pequeña minoría –y casi ninguno en las fuerzas armadas– que creen en el socialismo en estos días.
De hecho, la desconocida cualidad que mantiene al pueblo leal al proyecto chavista es una cierta forma de patriotismo o nacionalismo. Es un nacionalismo estrechamente conectado a la comprensión de la lucha histórica de Venezuela por la emancipación dentro de un orden global desigual.
Este fue el gran logro del movimiento revolucionario venezolano, haberse conectado con esa conciencia histórica.
Su consciencia histórica explica el porqué, cuando los venezolanos son testigos de soldados entregándose a autoridades extranjeras o ven a Guaidó imitar a sus jefes en los EEUU – "Todas las opciones están en la mesa, dijo recientemente"– ellos están en contra o son indiferentes.
Fue probablemente fatal para Guaidó cruzar la frontera hacia Colombia, ya que los venezolanos no creen en gobernantes exilados. Ellos los ven como gobernantes cobardes.
En efecto, una forma de nacionalismo vinculada a un proyecto histórico de larga data, fue la "criptonita" que derrotó el "superman" imperialista. Ahora la tarea de los revolucionarios en Venezuela es reconectar esa fuerza impresionantemente resiliente con un proyecto socialista sustentable.
Trump cree: todo el mundo tiene un precio. Muchos izquierdistas, especialmente algunos economistas piensan de la misma manera. Pero eso no es verdad en todos los contextos. Mucho más que venderse a un mejor futuro, son esas románticas "explosiones del pasado" que unen a las personas con un proyecto y sus valores.
Una cosa que mostraron los eventos del sábado es que la mayoría de los venezolanos conoce su historia. Por lo que, no necesitan que se les diga: Cuidado con los gringos que llevan regalos.
Ahora vamos a ver si este mismo sentido histórico, combinado con la memoria de la última victoria colectiva, puede reorientar la República Bolivariana hacia un futuro concebido junto a líneas colectivas y comunales de la manera que Chávez lo imaginó.
Edición y traducción: Ciro Casique Silva
Nota:
*Esta es una traducción del artículo original publicado por Chris Gilbert en la página https://venezuelanalysis.com
